martes, 16 de agosto de 2005

Huellas en la Arena

Hoy tenemos una pseudo-segunda-parte de un escrito de otro día. Recuerdan el de la Muerte? Pues hoy tocan las Huellas.

Todo el mundo quiere dejar Huella en esta vida. Algunos, usan a sus hijos. Otros, a sus obras: sus libros, su trabajo, su arte. Algunos otros prefieren dejar su Huella en la gente. Los tres tipos de gente son loables, pero es al último grupo al que quiero pertenecer (aunque quiero tener hijos, y publicar un Best-Seller no me caería ni mal. Al menos ya sé que una persona lo compraría).

Es a ese grupo al que pertenece tu maestr@, esa persona que te guió y enseñó desde lo más básico y simple, hasta lo más importante; esas enseñanzas que aún hoy guían tu vida y hacen de tí quien eres.

Es a ese grupo al que pertenece el cura y la monja que se dedican más a hacer el bien que a recaudar dinero o a sermonear porque sí.

Es a ese grupo al que pertenece el médico que salva vidas, que no duerme (casi seguro que no el Médico Clínico), que se sacrifica para salvar a los demás.

Es a ese grupo al que espero que hayan llegado a pertenecer los miembros del grupo juvenil Huellas. Varios de ellos fueron excelentes amigos míos -varios de ellos aún lo son-. No sé si el grupo aún existe.

Es a ese grupo al que -al menos en mis sueños de niño- pertenecen las madres, los policías, los bomberos, los enfermeros, los barrenderos, los Tres Chiflados, Popy y Pedro Infante.

Es a ese grupo al que algún día espero entrar (les dije que mi sueño es ser profesor de secundaria cuando sea grande?). Es a ese grupo al que me gustaría entrar como amigo, como Narrador, y como escritor de Blogs.

Este Blog es para mí, y también para ustedes. Con algo de suerte, les enseñará algo o les animará a hacer algo. Con mediana suerte, les informará de mi vida, tan interesante como sea. Con poca suerte, al menos les ayudará a quitarles la ladilla del día.

Ya tres personas me han dicho maravillas de mis escritos -guacales me han dicho ascos, pero bueh. No todo puede ser perfecto-. Y a ustedes, y a esas tres personas, les dedico el día de hoy.

(para una de esas tres personas: Christian, excelente el chiste de Mickey! Gente, visítenlo en The Abyss, en mis links a blogs... Y gracias)

Cierro no con una frase, sino con un pensamiento. La primera vez que lo leí fué en una tarjetica plástica estilo presentación (que no sé por qué me recuerda mucho a Mamá), y comparte título con mi Blog de hoy. Huellas en la Arena...


Una noche tuve un sueño... soñé que estaba caminando por la playa con el Señor y, a través del cielo, pasaban escenas de mi vida.

Por cada escena que pasaba, percibí que quedaban dos pares de pisadas en la arena: unas eran las mías y las otras del Señor.

Cuando la última escena pasó delante nuestro, miré hacia atrás, hacia las pisadas en la arena y noté que muchas veces en el camino de mi vida quedaban sólo un par de pisadas en la arena.

Noté también que eso sucedía en los momentos más difíciles de mi vida. Eso realmente me perturbó y pregunté entonces al Señor: "Señor, Tú me dijiste, cuando resolví seguirte, que andarías conmigo, a lo largo del camino, pero durante los peores momentos de mi vida, había en la arena sólo un par de pisadas. No comprendo por qué Tú me dejaste en las horas en que yo más te necesitaba".

Entonces, Él, clavando en mí su mirada infinita me contestó: "Mi querido hijo. Yo te he amado y jamás te abandonaría en los momentos más difíciles. Cuando viste en la arena sólo un par de pisadas fue justamente allí donde te cargué en mis brazos".

1 comentario:

Anónimo dijo...

en mi colegio cantábamos una canción donde la letra era precisamente lo que cuentas en tu "pensamiento", y se llamaba igual jeje... nada muy profundo qué decir, sólo que yo no me considero particularmente religiosa y jusamente esa canción era la única que me dejaba realmente pensando... un beso.