jueves, 13 de octubre de 2005

Recuerdos (Gente, Momentos y Frases)...


Se han dado cuénta de cuántos recuerdos atesoramos durante nuestras vidas? Cosas valiosas, cosas sin sentido, cosas sin valor, cosas que valen, cosas que ya ni nosotros mismos recordamos, pues el tiempo se encarga de que todo (mentira... pero sí muchas cosas) se pierda.

Me explico: En estos días me he puesto mucho del lado de mis padres, tal vez por ser padre yo mismo. Quiénes de ustedes no ven a sus padres como sólo eso: sus padres? Cuántos han pensado que esa gente tuvo sueños, y alegrías, y dolores, y cachos, y dudas, y pelazones, y pelearon por conquistar a esa persona (quizás no la que está a su lado ahora), y trataron de comprar un apartamento, y sacaron barriga y canas y entradas y arrugas?

Bueno, pues creo que el error no es sólo de ustedes... Creo que ya ni ellos se acuerdan de muchas de esas cosas. Para ellos, quizás, ahora, la vida ha sido siempre esto...

Cuántos de ustedes pueden, con total exactitud, recordar lo que hicieron, o por qué, o qué sintieron al hacer todo lo que hicieron el año pasado? O hace cinco años? O hace media vida?

O sea, asumo que en esa época teníamos tantas ganas de vivir como ahora, o no? Sin embargo, todos esos sentires importantísimos... ahora sencillamente pesan mucho menos. Y poco a poco, se perderán. Ya sea que los olvidemos por completo, o que sencillamente la muerte nos alcance... Como lágrimas en la lluvia.

Ya no importan las materias clavadas... Ya no importa un año perdido en no hacer nada... Ya no importa el qué habrá sido de X persona... Ya no importa el estreno de esa película, o la rumba esperada, o esa salida especial...

Ahora importa el ahorro, los aumentos, las promociones, la seguridad, la casa, el carro... Y, mañana, nada de eso importará tampoco. Son cambios de prioridades que ocurren en la vida. Y el tiempo se encarga de que olvidemos las prioridades y los momentos pasados.

Permítanme darles algunos de mis recuerdos -cosas cuestionables, cosas extraordinarias, cosas sin sentido-. Seguro que para muchos de ustedes no significarán nada, tal y como el abdomen plano de nuestro padre no significa nada ahora para nosotros. Pero quizás para algunos otros sí signifique algo, y reavive algún recuerdo que merezca vivir un poco más.

Aún no sé si pondré nombres o no... Siempre que los pongo, se quejan los que quedan afuera. El tiempo dirá. Conténtense con saber que, si no los nombro, es porque quizás no los tengo en mis recuerdos, sino en mi presente...


Recuerdo varios de mis primeros mordiscos: El primer mordisco de un loro (un periquito australiano en la platabanda de mi casa), el primer mordisco de un perro (en casa de Quimi), los de Coco...

Recuerdo un día en primaria que me pegaron un hielo seco en el brazo. Muy interesantes, los hielos secos, pero dejan cicatrices por mucho tiempo.

Recuerdo el día que conocí a mucha de la gente que hoy en día aún es importante para mí. En el liceo, en la universidad, en la sede, en la calle... Pero lamento decir que de muchos más no guardo el primer recuerdo, la primera frase, el primer momento.

Recuerdo ir al Junquito con mi familia. Subíamos algún fin de semana, sábado o domingo, a comer carne, recorrer el pueblo, montar a caballo. Incluso un dia vimos granizar!

Recuerdo ir a montar bicicleta en Caracas. Los domingos cerraban (ignoro si aún lo hacen) un tramo de la autopista o de la Cota Mil, y eso se llenaba de gente en bici y patines. También algunas veces íbamos a Los Próceres.

Recuerdo las tardes -o los días enteros!- gastados (ojo, no malgastados) jugando Legos, Star Wars, He-Man, Nintendo...

Recuerdo ir al cine a ver El Imperio Contraataca en estreno. Y otra vez que mi papá me llevó a ver La Ratoncita Valiente (me acuerdo que tuve que elegir entre papá o mamá... Estarían peleando?). Y la mar de veces que fuí con Jesús a nuestras salidas de cine (o de Air Hockey, con él y con Juan).

Recuerdo ir a comer a Los Hermanos Rivera, una pollera por Bellas Artes (en plena Andrés Bello). A mi papá le encantaba ir (se acordará de ella ahora?) y a mí me encantaba ir con toda la familia. De ahí mi fijación por el quesillo.

Recuerdo trepar por una pared casi lisa, en la Hermandad Gallega (Valle Fresco, realmente). Hoy en día me doy cuenta de que un resbalón o un mal agarre me habría matado. No sé si ahorita me animaría a subir o bajar una vez más por allí.

Recuerdo los nervios en el liceo, con los exámenes, con las exposiciones. Recuerdo las obras, las marionetas, los partidos de beisbol en química. Recuerdo el periódico "Corre la Voz". Y lamento no recordar "Huellas".

Recuerdo la primera niña de la que creí enamorarme, y la primera chica de la que lo hice, y la primera mujer a la que amé.

Recuerdo los nervios de mi primer lanzamiento en trampolín. Y el primer lanzamiento más alto que ese. Y el primer lanzamiento más alto que ese. Y el primer lanzamiento más alto que ese. Y el primer lanzamiento más alto que ese. Ese último sí fué aterrador.

Recuerdo las sonrisas de mi papá, y cuando me trajo un tanquecito de juguete, y cuando me trajo dos cómics. Creo que han sido los únicos regalos que me ha hecho... También recuerdo a mi Aitite enseñándome a jugar Ajedrez (de chiquitico pensaba que íbamos a jugar "a Jedrez"), a nadar, a manejar, a ser buena persona. Recuerdo a mi abuela, haciéndome chocolate, arepas, entrometiéndose y metiendo la pata, pero con buena intención. Recuerdo a mi tío Carmelo, mi único tío, a quien le preocupaba lograr ser mi tío, sin saber que le había quitado el puesto a los demás (y a Andra, y a Javi, que son mis hermanos, por mucho que algunos digan primos). Recuerdo a mi mamá, quien a Dios gracias no es sólo un recuerdo, con sus cariños, sus arrecheras, y nuestras noches de tele...

Recuerdo las idas a la playa, y a Carmen de Uria: con mi familia, con las chicas, con los amigos de la Simón, solo.

Recuerdo decirle a alguien que nunca más nos diríamos que el otro nos defraudó. Y lo hemos cumplido, aunque no creo que lo recuerde.

Recuerdo mi primera clavada. Mate II, con Lázaro Retch. Antes que eso la única clavada que recuerdo es Religión en Cuarto año... jajaja! Qué ateo...!

Recuerdo el día que entré a la Sede. Debo haber sido el único carajo que llegó a ella gracias a las Asociaciones Estudiantiles.

Recuerdo a Nelson, y a veces me gustaría saber qué fué de él. Recuerdo a Roberto, también. Y a José Jesús. Y a Juan Andrés. Y a algunas personas más de esa época, a las que no sé qué les habrá ocurrido. Y recuerdo que hay muchas personas más que ya no recuerdo para nada.

Recuerdo el Manual del Aventurero: Así dijeron y fué lo último. Una mariquera que se nos ocurrió una tarde lluviosa en la Sede. Bueno, no sé si fué una tarde, y definitivamente no la recuerdo lluviosa, pero reconocerán que quedó con estilo. También recuerdo las Fráses Célebres, casi todas Salvadoradas, con su "me tienen en cuatro" o "si tú eres marico, yo soy más marico que tú". Y el inolvidable Día del Ponquecito.

Recuerdo los "por la espalda y sin destreza", los "a velocidad de interrupt", y los "pfff" en la nariz. Recuerdo el "Afecto!". Y los "Que crezca el pilón". Y los "1, 2, 3, pollito inglés". Y las "Eres". Y me gusta saber que aún tengo ganas de jugarlos... Soy un carajito, y?

Recuerdo cuando conocí a Luisana en la sede, y ella preguntando "y quién es Gorka?". Ella me gana, pues se acuerda hasta de la ropa que usé ese día.

Recuerdo las noches de rol. Sabadolandia, siempre el mejor. Domingolandia, con todos los que jugaron. The New Breed, lamentablemente irrepetible e incontinuable. Y todos los juegos más corticos, menos significativos, casi abortos, algunos mejores que otros. Y las noches de rol que no fueron rol, porque como teníamos tanto tiempo sin vernos, hablábamos de todo un poco. Lástima que ya sean sólo recuerdos.

Recuerdo las noches de beer & pizza, o de botellita. Locuras que llegaron tarde a la vida de uno. De antes de eso recuerdo los "A qué viniste al mundo", y la cantidad de veces que hice de animador de alguna reunión. Y me acuerdo de una vez que fuí Recreación no paga de Bahía de los Piratas.

Recuerdo las veces que he hecho el amor (ok, no con fechas... pero ustedes entienden), los besos que he dado y a quién se los he dado (sí, quiero muchos más). Las miradas, estoy seguro de que no las recuerdo todas... Y las oportunidades perdidas, tampoco... Aunque sí muchas.

Recuerdo las noches de juegos de mesa: Imperio Cobra, Sabelotodo, Escaleras y Serpientes, La Oca ("de oca a oca, y tiro porque me toca!"), Parchís, Rummy-Q, Dominó, Sospecha, Uno, Ocho Loco, Tute, Subasta, El Padrino. Varios de ellos los recuerdo como niño en mi casa, a veces solo, a veces con amigos, a veces con hermanos. Otros los recuerdo de más adulto. Y otros de ayer.

Recuerdo los juegos con JuanK, los G.I.Joes, los juegos de video, Speed Demon en una moto, y Ajedrez sin fichas ni tablero. Recuerdo a mi bebé que ya está creciendo -o ha crecido- y haciendo su vida. Seguro que pronto cometerá todas las faltas que recuerdo haber cometido -y que recuerda él, de seguro- en mi vida.

Recuerdo salir de copas, de baile, de charlas. Recuerdo invitaciones no aprovechadas. Recuerdo sentir lo que sentí. Recuerdo que lo volvería a hacer... Y recuerdo que me arrepiento de no haberlo hecho.

Recuerdo el iniciar de una vida. Recuerdo el terminar de demasiadas.


Muchas cosas que recuerdo, con la cabeza y el corazón. Asumo que por cada una que atesoro, existen (mejor dicho, ya no existen) miles que no recordaré nunca más. A todos nos pasa, supongo... En verdad lamentable. :'(

Aquí tienen un trocito de mi vida, mis recuerdos más importantes (son los que me vinieron a la mente... supongo que los primeros en venir pueden tener la libertad de ser llamados los más importantes, no?), para que me conozcan un poco más, y para que me ayuden a evitar que se pierdan, y a tratar de vivirlos de nuevo. Quedan invitados a compartir los suyos...

Y a crear nuevos conmigo.


Dicen que el tiempo y el olvido son como hermanos gemelos, que vas echando de mas lo que un dia echaste de menos.
-- Estopa (Ya no me acuerdo)

El tiempo está hecho de memorias. -- Nelly Furtado (I Will Make You Cry)

He visto cosas que ustedes no creerían. Naves de ataque disparando al salir del hombro de Orión. Observé Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la puerta Tannhauser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como lágrimas en la lluvia. Hora de morir. -- Batty (Bladerunner)

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