jueves, 23 de febrero de 2006

Ellos III


Vivimos en paz, alegres, compartiendo lo que la naturaleza nos brinda. Trabajamos la tierra para ganarnos el alimento. Somos felices. Pero todo es un engaño. Yo, observador astuto pensativo, lo sé. Ellos nos vigilan de lejos.

Ellos están justo donde la vista no alcanza. No entiendo como los demás no se han dado cuenta de que existen, de que nos vigilan. Ellos siempre andan ahí, ocultos, solo visibles con el rabillo del ojo cuando giras de improviso y levantas tu cara al cielo. Yo, cauto veloz pendiente, lo sé.

Ellos se alimentan de nosotros.

Cada vez que le comento mis temores a los demás, se ríen de mí... Dicen que estoy loco, que sencillamente no puedo ser feliz y disfrutar de una vida perfecta. Se carcajean de mis miedos, y me dicen que busque pareja, que salga con los amigos. No sé cómo podría pensar en salir y divertirme luego de saber lo que yo, conocedor investigador curioso, sé.

Hace algún tiempo, Ellos se llevaron a uno de mis mejores amigos. Lo sé porque yo, valiente explorador cuidadoso, me quedé fuera de casa cuando cayó la noche. Lo ví venir hacia casa, caminando tranquilamente y sin sospechar nada. Y en ese momento, ví a uno de Ellos. Un ojo brillante como el sol apuntó hacia mi amigo. Una mano gigante bajó hacia él. Sonido de huesos rotos. Un hilillo de sangre en el polvo del piso. La mano se alejó, cuello roto colgando, con su presa en ella.

Desde entonces, las pesadillas han sido mis más fieles compañeras nocturnas: No ha habido noche en que no se presentaran, y siempre me despierto, ya en pie, gritando a todo pulmón. Los demás han comenzado a alejarse de mí. Dicen que yo, loco perdido peligroso, ya no tengo salvación. Que dejé que la imaginación me venciera, que la cordura me abandonara.

Desde hace días no sé lo que es dormir bien. Cada noche tiemblo al pensar que Ellos vienen, y que hoy yo seré su escogido, por alguna razón misteriosa que nunca entenderé. Cada sombra es un escondite para uno de Ellos.

Pero no. Hoy no me esconderé. Si he de morir, al menos elegiré el momento. Hoy, aunque me cueste la vida, los enfrentaré. Ya no soporto vivir con este miedo. Hoy yo, plumas pico patas, seré libre.

* * *

- ¡Amooor! Ya maté al pollo para la cena. Este ni corrió. Te lo dejo en el fregadero. ¿Algo más?

- Sí, vida. ¿Podrías ayudarme con la ensalada?

* * *

Vivimos en paz, alegres, compartiendo lo que la naturaleza nos brinda. Enraizados en la tierra que nos brinda el alimento. Somos felices. Pero todo es un engaño. Yo, observador hojas verdes, lo sé. Ellos nos vigilan de lejos.


Nacimos para crear y creer, porque sólo así crearemos una realidad en la que siempre creeremos. -- Jeca

Queda prohibido no crear tu historia. -- Pablo Neruda

Qué le hiciste al gato? Se ve medio muerto!. -- La esposa de Schroedinger

No me voy a molestar en hacer cosas. Me siento y hago que se hagan. Entérate de que cualquiera puede hacer cosas, si se toma el tiempo y la molestia suficientes; pero no cualquiera puede, como yo, hacer que las cosas se hagan ellas mismas. -- Mother Carey

Si quieres ser escritor, lo primero es hacer dos cosas: leer mucho y escribir mucho… Si no tienes tiempo de leer es que tampoco tienes tiempo ni herramientas para escribir. Así de sencillo. -- Stephen King

La mayoría de las personas te contarán una historia directa y verdadera. No será complicada, pero tampoco será interesante. -- Ed Bloom

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