lunes, 20 de marzo de 2006

42


A veces me sorprendo de lo geniales que son mis enigmáticos títulos. Por qué 42?

Será porque es la edad que tendré en 13 años, que es un buen número? No.

Será porque es la respuesta a la máxima pregunta de la vida, el universo y todo lo demás? No. Aunque esa sí es la respuesta.

Realmente, 42 fué la posición que ocupé en la fila (cualquiera que fuera) que nos hicieron hacer en la madrugada del domingo, para posar para Spencer Tunick.

Asumiendo que hoy en día exista alguien que aún no sepa quién es el señor en cuestión, les paso algunos de los links que he encontrado hasta ahora, que no es cuestión de gastar pixels en material ya escrito.

El único párrafo que colocaré, por lo poético que me sonó, será el siguiente:

"El presidente de Venezuela Hugo Chávez, reconocido enemigo del presidente de los EEUU, George Bush, ha tenido que ver hoy cómo un compatriota del mandatario estadounidense dejaba sin ropa a 1.500 venezolanos en su propio país, en pleno centro de la capital, Caracas, y, es más, junto a la estatua del héroe nacional Simón Bolívar." -- A.Pérez (Terra)

Bueno, ya. Suficiente de Tunick. Ahora, hablemos del evento, o de lo que capté, o de lo que compartiré.

Desperté a las 4am (luego de haberme acostado a las 2am por cosas de la vida), y comencé a prepararme. Salí de mi casa a las 4:30am para descubrir que a esa hora no hay un autobús ni porque se haya perdido. Sin dejarme amilanar, cual aventurero valiente que soy, caminé tranquilazo la distancia desde mi apartamento hasta el punto de reunión.

Al acercarme noté que varias personas estaban llegando, y me comencé a emocionar. Desde ese momento se respiraba un aire de emoción, de alegría. También de caga y frío por la hora, pero no nos fijemos en pequeñeces...

Subí al punto de reunión, bajé a pedir planilla, llené planilla, resubí al punto de reunión. Ya en este punto estaba maravillado del orden y la atención con que nos trataban los Encargados, y aprovecho este espacio gratuito que nadie lee para darles mis más sinceras y efusivas felicitaciones por un trabajo bien hecho. Repítanlo pronto.

A partir de ahí, me senté a esperar con paciencia la hora D (de Desnudo). Sentadito ahí me abordó una pareja de hermanos de lo más simpáticos, y luego otro chico, que se convirtieron en mis compañeros de aventuras. Esperando, hablando, conociendo, Amaneció de Golpe, y seguíamos sentados.

Con el amanecer llegó el movimiento y el fotógrafo. Nos comenzaron a jamaquear de un lado al otro, haciendo filas y acercándonos a él (aquí me gané el 42). Luego de las instrucciones (amenizadas por un eco cuchi que los que estuvieron recordarán), llegó el momento. "Desnúdense" - dijeron.

Tras una última mirada a nuestros viejos "yos", hicimos lo impensable, lo increíble, lo loco: Nos desnudamos.

Claro, desnudarse no parece nada impensable, increíble o loco. La mayoría de nosotros lo hacemos todos los días. Pero traten de hacerlo frente a 2.000 personas, a ver. Sin embargo, el hecho de que todos estuvieran en las mismas, convirtió un momento que podría ser penoso, a un momento genial, emocionante.

Nos hicieron salir de la cobertura que nos brindaban los edificios, y caminar por la Av. Bolívar, desnudos, bajo la mirada de los espectadores.

Fué genial...

Me esperaba cachetadas, golpes, groserías, intentos de violación. Pero en lugar de ello me conseguí con 2.000 personas cultas, haciendo un trabajo serio de arte, o viviendo una experiencia única con toda la seriedad que merecía. Claro que hubo bromas, y bochinche, y chistes -qué sería del venezolano sin todo eso?- pero sin pasarse de la raya, sin perder el respeto a lo civil. Este es el párrafo (gratuito, que nadie lee) en el que aprovecho para felicitar a los Valientes que fuímos al evento, tanto por nuestro atrevimiento como por la decencia que demostramos. Lástima por los que se lo perdieron!

El link del día? El de NudistasVenezolanos.org. Lástima que no conseguí uno con el que me crucé, de una tipa quejándose de los que fuimos, porque "qué pena con ese señor, con esos cuerpos todos feos". Desubicada que está la mujer esa...

La frase del día? "Coño! Mi profesora!"

Otros recuerdos y anécdotas? Muchos y muchas. Varias se me han olvidado, y quizás las vaya añadiendo a medida que las recuerde. Recuerdo el chamo arrodillado en diagonal a mí, con un culo muy peludo que hacía que la chama detrás de él, al lado mío, no pudiera aguantar la risa. Recuerdo al pana de la chama diciéndole a otro pana delante "tienes un barrito aquí, te lo saco?", lo que no ayudó a que la chama aguantara la risa. Recuerdo un pie forrado en teipe, con dinero doblado en él (buena idea!). Recuerdo un viejito como de sopotocientos años, felicitado por estar allí, y sonriéndole a todos con orgullo. Recuerdo a un chamo en muletas con un yeso, opacado por un inválido en su silla de ruedas, a quien el fotógrafo cedió el puesto de honor en una fotografía que aún no se ha visto. Recuerdo un beso robado. Recuerdo haber visto a mucha gente, muchos senos, muchos hombres y muchas mujeres, muchas personas no perfectas, pero bellas todas, tal vez por el brillo que les concedía la ocasión.

Y recuerdo en algún momento de la mañana pensar que me faltó gente, que hubo personas que me hubiera gustado que estuvieran ahí. Aunque también pensé que mejor así, que fuera un momento mío.

Luego de terminado el evento -o acontecimiento?- nos vestimos y nos diseminamos otra vez por Caracas, volviendo a la triste realidad buhoneril de una triste ciudad que se empeña en tratar de ser una triste capital. Entrando al Metro nos cruzamos varios de los participantes, pero ya el cristal del momento se había roto, y sólo éramos extraños en una ciudad que te ignora tanto que hasta cruel llega a ser.

No nos pusimos un tatuaje con el número 9 en élfico, o con una calavera y una serpiente, así que no nos reconoceremos fácilmente; pero siempre sabremos que estamos por ahí, disfrazados en la ciudad, y esperando el momento...


- De acuerdo - dijo Pensamiento Profundo -. La Respuesta a la Gran Pregunta...
- ¡Sí...!
-
De la Vida, del Universo y de Todo... - dijo Pensamiento Profundo.
- ¡Sí...!
- Es - dijo Pensamiento Profundo, haciendo una pausa.
- ¡Sí!
- Es...
- ¡¡¡¿Sí...?!!!
-
Cuarenta y dos - dijo Pensamiento Profundo, con calma y majestad infinitas.
-- Douglas Adams (Guía del Autoestopista Galáctico)

A life less ordinary (Una vida menos ordinaria)

That is a very rash, dangerous word, that "cannot" (Frase muy ruda y peligrosa es, esa de "no puedo"). -- Charles Kingsley (The Water Babies)

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