sábado, 27 de octubre de 2007

Papi, estoy gorda?


Todos las hemos escuchado. "Estoy gorda?", mientras se ven en el espejo. "Estoy horrible!!!" mientras se prueban un pantalón, y resulta que nosotros seguimos sin ver nada malo en ellas.

Pero tranquilas, chicas, que este escrito no es contra las féminas. A nosotros nos pasan las mismas cosas, y nos asaltan las mismas dificultades. Los kilitos de más nos pegan tanto como a ustedes, con la posible salvedad de que normalmente eso no hace que nos queramos menos.

Bueno, en cuanto al escrito se refiere, como otras veces, seguiré pensando que soy un hombre hablándole a una mujer. Y desde ese punto de vista, saben algo?

En realidad, nos importa un carajo cuánto pesan.

Tocar una mujer, abrazarla, besarla, acariciar su cuerpo... Todo eso es hermoso, fascinante. Pero no he conocido el primer hombre que esté pendiente de pesar (con 'p') a una mujer.

Siempre me ha sorprendido que mujeres hermosas, a las que veo bellísimas, se quejen de su cuerpo. "Es que lo noto en los pantalones". Ok, tienes pruebas de que has engordado, pero créeme si te digo que te queda bien.

No importa cuánto midas en centímetros, es cuestión de proporción. No importan los kilos, importa cómo los lleves. No es asunto físico, es cuestión de feeling.

Olvídense de pensar que los hombres las preferimos anoréxicas, como las modelos. Nos gustan vivas, reales. Y si eso es con nosotros, los superficiales hombres, imagino que con ustedes el físico importa menos aún.

Cuídense, por salud. Manténganse, porque la primera impresión siempre está ahí. Pero dejen de sufrir por sus kilos extra y cualquier otro detalle físico que tengan: lo único importante es cómo lleven su cuerpo, el aura dentro de él.

Y eso no aplica solo a los kilos, sino a todo (te lo repito, por si te lo saltaste: TODO) lo físico.

Soy muy gorda. Soy muy flaca. Soy muy alta. Soy muy baja. Soy muy morena. Soy muy pálida. Mi pelo es muy liso. O muy rizado. Tengo pecas en la piel. O manchas. O marcas. O cicatrices. O absolutamente nada. Tengo mala vista. Me falta una pierna... Nada de eso importa realmente en el amor, en la pareja, en la vida.

Para cerrar, tampoco me salgan con "se fueron mis mejores años", o "ya no soy la que era". Una mujer joven, un hombre joven, son atractivos porque aún no han recorrido su camino. Están llenos de energías, de deseos, de ánimos, de posibilidades. Todo en su cuerpo está "en su sitio"... Pero no por ello llevan la batalla ganada ante los treinta de un adulto contemporáneo, o ante las cuatro décadas de una señora Isabel Robinson.

Aquellas que han dejado su juventud atrás han aprendido a vivir con su cuerpo. Se conocen, saben manejarse. Quizás no entren en el mismo vestido que hace 20 años, pero han aprendido a manejar su vida -personal, amorosa, profesional, familiar- con equilibrio (al menos, con más equilibrio que años atrás).

Si tienes hambre, come con ganas. Si tienes deseo, haz el amor con quien te provoque. Si quieres comprar algo, cómpralo y disfrútalo.

Algunas arrugas de más, algunas estrías de sobra, algunos kilos extra, algunas manchas en el alma... Ninguna de esas heridas de guerra restan belleza a una mujer. Sencillamente, son muestras de que han vivido su vida, que han amado, que han creado vida, que han abierto, atravesado, cerrado puertas...

Los kilos, las imperfecciones, los años... Nada de eso importa más allá de la impresión inicial. Nada de eso evitará que camine contigo, nada de eso restará mi deseo por tí. Para hacer latir un corazón, para llenar los ojos de lágrimas de alegría, para curar las heridas que vivan en mí, para cualquier cosa de esas lo único importante es lo que está en tí, no en tu exterior.

Gústate a tí misma, a tí mismo, y comenzarás a gustarle a los demás. Aprende a caminar de la mano, sin miedo, sin nostalgias, sin heridas abiertas. Y escucha un consejo de alguien que conoce de libros: Un libro nuevo se ve lindo en una biblioteca, pero son los libros usados los que nos han regalado conocimientos y sueños. Recuérdalo...


Ojalá algún día termines enamorándote de mi. (...) Sé que todo sería más fácil si pudiera elegir de quién enamorarme, pero como dicen, el corazón tiene razones que la razón no entiende, y creo que es ahí donde reside la magnitud de Amor. -- Recuerdos y Sensaciones (Ojalá pudiera elegir)

4 comentarios:

Unknown dijo...

Hay algo que te tiene inspirado en estos últimos post...espero no lo pierdas porque te ha hecho poner de manifiesto la linda persona que eres....

Un abrazo ;)

Lycette Scott dijo...

Hola, apso a conocer tu blog y de paso a decirte que allá te deje´el dato para poner el cintillo en tu blog

Anónimo dijo...

Qué manera tan linda de expresarlo. Hay que dejar de creer en esas imágenes de perfección hechas con Photoshop que inundan los anuncios publicitarios. Se lo decía a mi hija en estos días: nadie tiene una piel sin poros.
Me gustó este blog

Rita Vera dijo...

Que post tan hermoso e inspirado y viniendo de un hombre: espectacular.

Es primera vez que lo visito pero ya me enganchaste :)