domingo, 11 de mayo de 2008

510


Después de 500, qué esperaban... 501?

Pensé llamarlo 510 madres, o 510 mujeres, o 510 nombres, o 510 formas de matar cucarachas... Pero me dió ladilla mental, y lo dejé en 510. Ya eran muchos, de todas formas.

Hace algún tiempo les dije que no sabía cuándo ir a Pizza 510. Lo recuerdan? Bueno, pues fuí ayer. Me desperté como a la una de la tarde, y aproveché para trabajar/chatear/bloguear un poco. A golpe de 5, el hambre apretó, y me preparé para salir. Y bueno, que les puedo decir, la pizzería se me atravesó.

Pensaba que se llamaba 510 por la variedad de pizzas que venden, pero no es así: se llama así porque ese es el número de local en el que está. Definitivamente, a veces es mejor quedarnos con nuestra imaginación que con la realidad. Igual, entré y comí. En total fueron 21 pedazos de pizza (creo. Definitivamente, aunque no lo crean, la idea de Rafael de contarlas con Torres de Hanoi es inspirada y útil), y como cada pizza tiene ocho trozos, pues resulta que me comí casi tres pizzas de muy buen tamaño.

Como siempre, todas excelentes: desde las normalitas, hasta las mas exóticas, con camarones, tomates disecados que me recordaron un poco a los que hace Mayel, salchichas... Pero el premio de la noche se lo llevó la de pollo con queso crema. Luego, por supuesto, las pizzas dulces: chocolate, fresas con chocolate (para Lui), cambur con chocolate (también para Lui), y una cosa orgasmante llamada Prestigio. Se imaginarán. Con tanta pizza, no podía sino pensar en Sonsire, o en las Beer & Pizza con Jenny. Y toma datos para tu restaurant, Luis: comí todo eso por unos 15 R$, que fueron como 10 $. Saquen cuentas...

Salí a la calle, y la que me vino a la mente fue Belkys: hacían unos sólidos 14 grados (lo sé, los leí), y pensé que a ella se le caerían las orejas del frío. Yo estaba encantado por el frío recuerdo de la USB, y esos paseos madrugadores con J. Sabrosamente, me puse a pasear.

Creo que ya lo había comentado: las calles de esta ciudad tienen nombres de próceres o de continentes y países: hay una Avenida Europa, y las avenidas que la cruzan tienen nombres de países europeos; igual pasa con los americanos. Y la avenida Venezuela es sencillamente preciosa: las cuadras son larguísimas, y hay sólo tres o cuatro casas en cada una. Son sencillamente espectaculares: si hay quien mata por un par de zapatos, por una casa de esas libramos una guerra a lo Rambo y acabamos con un país de bajo presupuesto.

No pude evitar pensar en lo que sería vivir ahí, y otra vez Lui salió en mi pensamiento.

A medida que seguía paseando, más gente seguía viniendo a mi mente: cuando Venezuela se cruzó con Perú, no pude sino pensar en Jeca. Cuando pasé frente a un distribuidor de Ferrari, pensé en la cara que hubiera puesto Luisi. En un puesto de DVDs, una película de Hello Kitty me trajo a Andra y a Amaia. Luego de asociar a Javi con un bar por el que pasé, pensé que sólo me quedaba pensar en JuanK, y eso hizo que ya lo hubiera hecho.

Ahora escribo esto en una habitación vacía (la cama me hace pensar en Angelina y varias otras, pero me callo los nombres, no sea que luego "les pase algo"), y son las cuatro de la mañana. Ya es once de Mayo, y eso me trae a la mente a otras dos personas que me faltaban: mi Mamá, una de las dueñas de este día, y Asier, el que hizo que también fuera de Lui.

Una mujer sin sangre se quejó de que una vez dí muchas vueltas para terminar con ternura un escrito. Hoy, le daré razones para que se queje de nuevo:

Para mi Mamá, para Lui, para Andra, para Ana, para You, para las madres que conozco, y las que no; para las que están, las que ya no están, y las que estarán...

Feliz día...


Yo escribo pensando en él, mientras él sólo piensa en ella, y crea por y para ella. Ella en cambio sólo tiene ojos para aquél que más le ignora. Y así sucesivamente. -- My life (Mi momento)

Mi esposa es un objeto sexual. Cada vez que le pido sexo, ella objeta. -- Bob Hope

Es inútil que te esfuerces. Sólo conocerás de una persona, lo que ella esté dispuesta a enseñarte. -- Maldito Duende

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Si, a veces es mejor quedarse con la intriga y no saber la verdad, creo que a todos nos ha ocurrido esto.

Saludos.

Unknown dijo...

jajajajajajajajajajajajajajajajaj

Si yo no me quejé!!!

Dije fue que me gustó!

Tienes un toque genial para estas cosas, de verdad.

Un abrazo! Y que la pases súper bien por allá... =D