martes, 1 de junio de 2010

Un orgasmo...


Un orgasmo no es un algo, sino un todo mayor a la suma de sus partes...

Un orgasmo es, primero, la anticipación, el deseo, las ganas que desbordan, que salen por cada poro de tu piel, que te llenan de sensibilidades aún antes de que sus dedos te toquen. Es ese doloroso placer divino de disfrutar la negación, de alargar la espera de aquello por lo que no quieres seguir esperando.

Un orgasmo es, luego, el momento, el sentir, el notar como te vas fusionando poco a poco, cómo te fundes en esa persona, cómo esas ganas que han ido creciendo salen en desbandada de tí. Es ese punto explosivo en el que todos volvemos a nacer, o morimos por un momento; ese instante que es el único en el que estamos realmente vivos.

Un orgasmo es, por último, la tristeza del momento pasado, ese momento en el que morimos de vacío, en el que sentimos que a pesar de haber comido el dulce fruto del sexo, nuestro hambre sigue rugiendo; es el dolor sordo que te llena cuando sabes que el momento pasó, que no es ahora; es la desesperación de saber que lo siguiente será ver como se pone la ropa y se marcha...


(Originalmente publicado como comentario al post Cuentos eróticos de orgasmo, de Erotómana).


No hagas algo porque tengas miedo. Hazlo porque no lo tienes. -- Least I Could Do

Las cosas nunca son de la forma en la que las recuerdas... -- Beast Boy (Teen Titans)

5 comentarios:

Unknown dijo...

Muchacho!!! Inspiradote, no? Goooooooood! No pude haberlo dicho mejor!

Yukino M. dijo...

Estoy bastante de acuerdo contigo... pero le quitaría/cambiaría el final "dramático" ;)

Besos!

Morbridae dijo...

Silvarion: Tienes razón! ;)

Yukino: No es que sea "dramático", es que es verídico. En verdad, me desespera ver como esa mujer, con la que acabo de compartir tanto, comienza a ocultarme su piel, a levantar esa barrera entre nosotros, a acercar ese momento que, en el mejor de los casos, será sólo una promesa de un "pronto"...

Yukino M. dijo...

Y me atrevo a preguntar, ¿no será que la barrera la pones tú mismo?

Morbridae dijo...

No es una barrera en el sentido completo de la palabra; no es que, de repente, ya no nos hablemos, ahora nos miremos feo. Es simplemente un sentimiento. Similar al medio día de Navidad, cuando ya abriste los regalos, te reíste, y desayunaste tu chocolate, y te golpea la realidad de que ya pasó, y ahora toca esperar otro año.

De hecho, tanto trato de no levantarlo, que he notado que casi siempre es mi pareja quien se viste, o quien comienza a vestirse, primero.