lunes, 21 de marzo de 2011

Es la ley del oeste (y de como se pajeó todo)



Llegué a este escrito por error, pues no se supone que lo leyera, ni tampoco que lo leyeran ustedes. Sin embargo, me tocó... y como a lo mejor los toca a ustedes también, preferí compartirlo, íntegro. Gracias, Ivoneta, aunque no quisieras que cayera en mis manos


Y a ti telerin te dejé entrar a mi cabeza y a mi corazón. Las salidas nocturnas, los mensajes de textos, las llamadas, las arrecheras, todo eso solo logró que desfalleciera por ti. Y así estas líneas alimenten tu ego te lo digo: me enamoré de ti chico, me enamoré de tus besos, de tus caricias, de tu sonrisa, de tus huequitos en los cachetes, de todo tú...

Y aunque hayas tomado tu decisión, aquella que tanto intenté cambiar sin éxito, aquella que me dio ese dolor punzante en el corazón, aquella que ha tenido mi vida vuelta un culo durante ya bastante tiempo, pues dejame decirte que yo también tomé la mía. Que decidí deja fluir las cosas, que decidí no torturarme mas con aquello que hubiera sido y que nunca será, que decidí asumir que todas esas palabras que me enviastes y aquellas dos que aquella madrugada pronunciaste, salieron de tu corazón, que ese mensaje nefasto que me mandaste aquella noche si fue verdad, no pienso torturarme mas pensando en la veracidad de ello. Esta que está aquí asume que si: que me llegaste a amar y a adorar, pero la parte que no creeré es que no puedes vivir sin mi! porque fíjate chico ya lo estás haciendo al igual yo, viviendo tu vida feliz al lado de otra persona que no soy yo.

Y serán días dificiles supongo, pues si ya extraño tus mensajes, y extraño no saber que estas cerca, como no voy a extrañar nuestras salidas al cine a ver mi terrible selección de películas y a escucharte a ti todo el camino de regreso quejándote por lo mala que fue. Extrañaré ir a tomar nuestros super jugos en friday's los cuales conocí por ti y los cuales amo por ti. Extrañaré tu quejadera porque no dejo de mover los pies en la cama, y extrañaré que a mitad de la noche me dejes sin cobija. Extrañaré compartir los juegos de baseball en el estadio, que por cierto fuiste tu el primero en llevarme a uno. Extrañare las salidas nocturnas, porque sí contigo volvi a sentirme joven, me olvidé que era una señora mayor, recordé que aún tengo 23 años y que soy un botón. Extrañare tu veguerismo a millón, extrañaré corregir tus errores ortográficos, extrañaré hacerte cosquillas hasta que me pongas esa cara que tanto me fascina. Extrañare nuestras jartazones de sushi hasta quedar bombeados, simplemente te extrañare telerin.

Y suspirare por aquellos viajes a mis islas paradisiacas contigo que nunca se darán, suspiraré por aquellas cosas que no compartiré contigo, suspiraré por aquellas mentiras que yo asumí son verdad y que nunca mas me las dirás. Suspiraré porque me hiciste sentir de nuevo esas cosquillitas en el estómago, suspiraré porque no fliparé en colores contigo, suspiraré porque ya no tengo una ilusión. Suspiraré porque esto sencillamente se acabó.


Y es que el tiempo pasa y siempre falta aquel minuto que pasó. -- Roque Valero (En tu Corazón)

De una promesa nace una esperanza. De una esperanza, un sueño. De un sueño, un deseo. Y de un deseo, la voluntad de hacer de la promesa una realidad. -- Sergio

2 comentarios:

Yukino M. dijo...

Fue como una puñalada gélida al estómago... y otra al corazón. De esas que te despiertan de la pesadilla, pero aún sin saber dónde está la realidad...

Unknown dijo...

.....

Es mejor soltar, nunca vale la pena atarse a quien no quiere estar con uno.

Gracias por compartirlo!