Al parecer, en esta vida las Decepciones están a la vuelta de la esquina. Las Decepciones nuestras a nosotros, de los demás a nosotros, de los demás a los demás, y de nosotros a los demás. Para todos hay, no se peleen. Es más, no hagan fila. Y menos detrás de una flaca y una gordita.
La más normal de las Decepciones es la Decepción que nos hacen los demás, que es más o menos lo mismo que la Decepción de los demás a los demás. Es sencillo: tenemos un concepto de alguien, o una opinión de alguien, o un sentir hacia alguien, o un ideal de alguien. Y, en algún momento, por culpa de ese alguien, o de otro alguien que quizás no es nadie, o de la vida misma, esa opinión y ese sentir se nos hace añicos. El pedestal en el que está la persona descubre ser de barro, y se desmorona sin que podamos hacer nada por evitarlo.
La vida nos enseña que, cuando eso pasa, nos engañaron. Nos mintieron. Nos vendieron algo que no era cierto. Nos enamoraron y se aprovecharon de ello. No?
Bueno, sí. A veces. Es que hay gente perra. O gente con miedo a que los demás lleguen a conocer a su verdadero yo. Es gente que promete incumplibles, ya sea para engañar, ya sea para tratar de no defraudar. El resultado casi siempre es el mismo: Decepción.
Sean sinceros siempre. No teman en mostrarse.
Pero otras veces -creo que la mayoría- somos nosotros mismos los que nos engañamos. Somos nosotros los que montamos -a la fuerza incluso- al pobre individuo en el pedestal, donde queda en precario equilibrio, a la vista de todos, y con cara de desubicada vergüenza. Somos nosotros los que exigimos al niño que apruebe, al novio que esté a la altura, a la hija que no sea puta, al viejo que entienda... Nosotros, que muchas veces no somos capaces de lo mismo.
Quién soy yo para juzgarte?
Por qué ponemos en pedestales a la gente? Buscamos un sentir de seguridad que realmente no existe? Nos estamos dando a nosotros mismos razones para amar a la persona? Reflejamos en ella los aspectos positivos que desearíamos que tuviera? Aguas, gente, y traten de evitarlo. Pues el resultado siempre es el mismo: El pobre se cae y se escoñeta, y tú te Decepcionas.
Quieran a la gente por lo que son, no por lo que quieran que sea. Quieran a esa mujer con todo y su histeria, y a ese carajo con todo y sus amigotes. O no lo hagan... Pero no se quejen, sea la decisión que tomen. Recuerden que es preferible que nos odiemos por lo que somos, a que nos amemos por lo que no.
Si la Decepción que nos hacen los demás duele, la Decepción que nos hacemos a nosotros mismos es insoportable. Gracias a Dios que es bastante más difícil de lograr, al menos para la mayoría de las personas. Como dijo el poeta Henry Wadsworth Longfellow: "Nosotros nos juzgamos por lo que nos sentimos capaces de hacer, mientras que los demás nos juzgan por lo que ya hemos hecho".
Sin embargo, existen personas incapaces de no Decepcionarse de ellas mismas. Son las personas que viven en el pasado (ojo, que no es lo mismo a vivir recordándolo, o incluso añorándolo). Son las personas que no ven sus logros, que no se fijan metas, que no disfrutan al lograr un éxito. Son, en resumen, las personas que no han logrado aceptarse a ellos mismos.
He cometido errores, como no. Muchos. Y de muchos me he dado cuenta tardísimo. Pero creo que no me he Decepcionado de mí mismo, al menos aún. Tal vez sea que hago llaves para las puertas que consigo en mi camino. Tal vez sea que me caigo y me escoñeto, pero me levanto. Tal vez sea que soy un tonto, y no me he dado cuenta de que sí apesto. Pero el caso es que no me siento Decepcionado de mí. Y tal vez sea por ello que para mí, la Decepción más dolorosa es la que les hacemos a los demás.
Quizás sea solo una forma de Decepción de tí a tí (no Decepcionas al otro, pero sientes que lo Has Decepcionado, por lo que te Decepcionas... En fin, me entienden, verdad?) pero para mí se sienten distinto. Y, como todo, la Decepción es grande según no lo que hayas hecho o dejado de hacer, sino según lo que creas que la otra persona siente a ese respecto.
Mucha gente se ha quejado de que no aviso a nadie cuando se me muere un ser querido. A veces pienso que es el colmo que se quejen de que no corrí la voz: "Épale! Qué más? Sabes, se murió mi abuela". Pero el caso es que, tratando de ganarme mi punto de Sabiduría, basta con ponerte del lado de ellos: Sí, a mí me gustaría estar allí cuando me necesites. Una vez más, soy yo el que me Decepciono de mí mismo por no haber estado a tu lado, por haber dejado que la vida me separara tanto como para no enterarme. Pero tratemos de no regañar al inocente...
También se han quejado por no haberles avisado del Bautizo de Asier (sí, lo bauticé. Si estás en el grupo que no lo sabías, adelante: Decepciónate). Y en este particular, tal vez por que la persona que lo dijo me importa mucho, sí me dolió el reclamo. Y una vez más, uno se Decepciona de uno mismo. A pesar de haber tomado una decisión, a pesar de saber que no había otro camino, uno se Decepciona. Que firmes son nuestras convicciones, no?
Cuánto daño puede hacer una palabra dicha... Cuánto daño puede evitar una palabra dicha...
Cuántas veces les han dicho "me partiste el corazón"? "No me esperaba eso de tí"? "Pensé que nuestra amistad estaba en otro plano"? "Todos mienten"? "Creí que luego de lo compartido, tendríamos la suficiente confianza"? Y, aunque solo sean palabras nacidas de un tipo molesto o de una chama "en esos días", el caso es que llegan, pues las están diciendo gente importante, gente con derechos sobre tí, gente a la que amas (si no, no se podrían Decepcionar, cierto?).
Quizás sólo sean tonterías. Pero, como lo dije al principio, las tonterías no tienen el peso que les demos, sino el que la otra persona sienta que tienen. Si hubiese sabido lo fácil que es causar dolor a la gente, hubiera andado con más cuidado... Pero el caso es que no aprendemos, y seguimos causando malestares sin darnos cuenta.
Deseo estar en la lista de personas a la que llames cuando te sientes mal. Deseo que sepas que puedes contar conmigo. Deseo que pienses en mí, que sepas que tienes un hombro, y más, en mí. Deseo que más nunca necesites decir "Me Decepcionas". Y deseo, por sobre todas las cosas, poder cumplir todos estos deseos.
Pido disculpas, a quien las quiera aceptar, o necesite escucharlas, por todas las Decepciones que pueda haber causado. Soy humano -sorpresa!- y cometo errores. Y por la cantidad y calidad de los que cometo, creo que soy más humano que la media. Lo más que puedo prometer es tratar de notar y pensar y sentir más de ahora en adelante, para tratar de no volver a errar tanto. Espero que aún haya amor para que me perdonen.
Traten de ir por la vida con los ojos y el corazón abiertos. Quizás los Decepciones más así, pero seguro que Decepcionarán menos a los demás y a ustedes mismos... Y que amarán más. Creo que, al final, eso es lo importante. Así pues, gente, tengo mi corazón abierto: Los invito a Decepcionarme, pero tengo el firme propósito de no dejar que lo logren, y de no lograrlo yo. Deséenme suerte.
Cierro con las frases de costumbre, y con un deseo: Espero que disfruten todos sus días de San Valentín, estén acompañados o no...
Decisiones, Cada dia, Alguien pierde alguien gana, Ave María
Decisiones, Todo cuesta, Salgan y hagan sus apuestas, Ciudadanía
-- Rubén Blades (Decisiones)
Pray for daylight, Pray for morning,
Pray for an end to our Deception...
-- The Crüxshadows (Deception)
La vida es una obra de teatro con un reparto deplorable. -- Oscar Wilde
Will You Be My Valentine? (Quieres ser mi Valentín?)
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