martes, 31 de mayo de 2011

Linaje de Honor



Con las piernas temblando por el dolor y el cansancio, la ladrona subió de forma vacilante las polvorientas escaleras de piedra, en dirección a la luz que indicaba la salida del laberinto...

En mala hora, pensaba confusamente Yasuri, había aceptado acompañar a su grupo en el descenso hacia el Laberinto del Abismo: desde que entraron al mismo se habían perdido irremisiblemente, y no habían hecho sino tratar de escapar de los demonios que pululaban por los interminables pasillos del maldito laberinto.

Vio a varios de sus amigos morir a manos de esos demonios, y sabía que era más por suerte que por habilidad que había logrado sobrevivir tanto... hasta que la suerte la había abandonado, y se separó por error de los pocos sobrevivientes.

Cansada, herida, abatida y sin esperanzas, ya no tenía idea de cuánto tiempo llevaba vagando por el laberinto. Llegado un momento, la fiebre se apoderó de ella, y aún cuando las paredes hubieran sido diferentes entre sí, no habría podido reconocerlas.

La realidad se difuminó entre escenas del pasado... Vio a su madre al momento de venderla al mercader que la llevó lejos de su casa. Se vio en las calles de Aden, robando frutas del mercado para poder sobrevivir. Escuchó de nuevo los gritos de desprecio que le habían dirigido en toda su vida: escoria, bazofia, ladrona, asesina...

Qué sabían ellos? Qué conocían ellos de las penurias que una niña podía pasar en las calles de una gran ciudad, sin nadie que la cuidara? Quiénes eran ellos para juzgar las cosas que ella había aceptado hacer solo para poder llenar con el contenido de un plato caliente a su hambriento estómago?

Ahora, al menos, el fin de sus sufrimientos estaba cerca. Sabía que no sobreviviría mucho más en estas catacumbas.

Castigada por esas imágenes, por esos pensamientos, su cerebro apenas registró el soplo de aire fresco, y el leve cambio en la penumbra del laberinto, que señalaban sin error la salida del mismo. De repente, sin saber por qué, una nueva oportunidad se abría ante ella. Las promesas de lágrimas de alegría apenas le permitían ver la puerta que la sacaría de ese infierno...

- Auxilioooo...

Una expresión de desolada sorpresa se pintó en el rostro de Yasuri. Ese grito podía haber sido de Maxell, o quizás hasta de Brisingr, no estaba segura, pero con certeza debía ser de alguno de los miembros de su clan que aún no habían escapado... ni habían muerto.

El grito se repitió, esta vez más desesperado, y casi completamente cubierto por los gruñidos de demonios cercanos: seres de pesadilla que apretaban el cerco alrededor de sus presas...

Una lágrima de desesperación rodó por la mejilla de Yasuri, y en su camino se fué tiñendo del rojo de su sangre y del negro de la suciedad que tiznaba su rostro. Tenía la salida ahí, al alcance de la mano! La salvación! Qué maldita broma del destino era esta?

Quién la culparía por irse, por salvar su vida? No tenía sentido arriesgar su pellejo. Seguramente cuando lo encontrara, si es que lo encontraba, no quedarían más que despojos, y sería ella la que tendría que luchar por su vida mientras trataría de alcanzar de nuevo la relativa seguridad de esta vía de escape.

Quién la culparía...? Quién lo sabría...?

...

Ella.

Un entrecortado suspiro surgió de sus labios. Este era el momento en el que callaría a todas esas voces que la atormentaban. Quizás moriría, pero lo haría como lo que en verdad era. Y si sobrevivía, podría caminar el resto de su vida con la frente en alto.

Se pasó un mugriento brazo por su rostro, secando sus lágrimas, y esbozó una triste sonrisa. Se secó la sangre de sus manos y de las empuñaduras de sus dagas en las perneras de sus pantalones, y las agarró con firmeza.

Luego, dió un paso.

Con las piernas firmes por el orgullo y la determinación, la heroína bajó con firmeza las polvorientas escaleras de piedra, en dirección al interior del laberinto...


Es de esas cosas de las que trata Rocky: orgullo, reputación, y no ser solamente otro vago del vecindario. -- Sylvester Stallone

Las opiniones son como los culos: todo el mundo tiene una. -- Clint Eastwood (The Dead Pool)

1 comentario:

Yukino M. dijo...

Este es definitivamente (hasta ahora ;) ) ¡mi post favorito!
Si pudiera, te pondría 6 estrellas :D