La noche nos agarró sentados en el
porche de la casa, compartiendo una
sangría y disfrutando de la cálida noche. Había sido un día memorable, lleno de recuerdos y nostalgias de tiempos que parecían haber estado perdidos desde hacía demasiado.
De entre ese grupo de gente, que se conocían sin conocerse, que se querían sin realmente quererse, surgieron esa noche muchas conversaciones sabrosas, profundas e intrascendentes -como siempre, asumo, que cualquier grupo de esas características se reúne-. Conversaciones que al cabo de unas horas ya con seguridad se habrán borrado de nuestra memoria, pero que quizás hayan dejado alguna huella más profunda en nuestra forma de ver la vida...
- Verás -dije, iniciando la conversación-, yo te caigo bien. Quizás tú me aprecias, me respetas, a lo mejor incluso me quieres. Por un azar de la vida nos conocemos desde hace mucho, y formo parte de tu vida; una parte que te agrada porque compartimos gustos, o
hobbies, o temas de conversación, entre otras cosas. A lo mejor hasta te sientes bien de verme porque represento mucho de tí... Pero la verdad es que si no me volvieras a ver luego de hoy, tu
vida no cambiaría.
Varios de los chicos del grupo nos miraron, algunos bajando sus tragos, y otros llevándoselos a los labios; algunos interesados, y otros meramente curiosos; algunos dándome la razón, otros quitándomela, y unos últimos sin tener ni idea de qué partido tomar, o al menos de qué era lo que yo había dicho.
- Bueno, eso es
ley de vida -retrucó él-. Nacemos para morir, y además cada quien vive su vida. Dentro de todo, estamos acostumbrados a dejar de ver a las personas...
- Tienes razón, pero no me refiero exactamente a eso -interrumpí yo, con mi sabrosa costumbre de discutir todo, y de no dejar a nadie escaparse por la ruta barata-. Si tienes la mala suerte de vivir las muertes de tus padres, tu pareja, tus hijos, e incluso la de algún otro familiar o amigo cercano, en efecto ocurrirá aquello a lo que te refieres. Pero a lo que yo me refiero es que, tan de pinga como lo pasamos hoy, si yo desaparezco de tu vida mañana, ni siquiera te darás cuenta. Un día
dentro de muchos años, por alguna causa, quizás te acuerdes de mí, y levantando tu mirada le preguntarás a tu chica: "Mi amor,
qué habrá sido de la vida de este carajo? Hace tiempo que no lo vemos, verdad?". Y eso será todo;
otra sombra habrá salido de tu vida, silenciosamente, sin sentirse.
Nadie respondió, ni siquiera la persona con la que estaba hablando. De repente, cada quien se había perdido en su mente, tratando de recordar. Algunos lograron traer a la mente sombras, como la de aquel japonesito con el que se había jugado tantos videojuegos hacía -ahora se daban cuenta- tantísimo tiempo atrás; otros
recordaron con súbita sorpresa a aquella niña por la cual latía su corazón, y sin la que -juraron- no podrían vivir la vida...
Algunos, me imaginé, no pudieron recordar a nadie... Eso sólo demostraba más aún mi punto.
- Ahora mismo -proseguí- te es imposible recordar a todas aquellas
sombras que ya has perdido en tu camino...
Tarde o temprano, a todos nos pasará.
Y es que tarde o temprano, sólo seremos sombras en la vida incluso de aquellos que más nos quieren -imagínense en la de aquellos que solo nos "conocen"-. Tarde o temprano, habremos perdido tantas sombras, que ni las recordaremos. Tarde o temprano, conoceremos más gente muerta que viva, y eso si no contamos a aquellos que, sencillamente, dejamos abandonados en una gaveta o bajo una almohada, y nunca más volvimos a recordar.
Te pregunto, ahora, a tí que no estuviste allá... Sabes tú, acaso, dónde están tus sombras?
No puedes evitarlo, ya no eres la misma persona.
Los años te han transformado.
Has vivido, has soñado, has perdido.--
Younha (
Houki Boshi)
Hemos perdido días, años, siglos buscando las llaves para abrir nuestras propias cerraduras, las puertas que nosotros cerramos a nuestra felicidad. --
Mabel IamError 404 - No sabemos muy bien qué nos has pedido, pero estamos seguros de que no lo encontramos... -- Página 404 de
La CocteleraSi los androides EN VERDAD sueñan con ovejas eléctricas, no olviden declarar conteoOvejas como un long int. --
xkcd (
Can't Sleep)
El caso es que hay gente que no puedes sacar de tu mente, de tu deseo, de tu recuerdo, de tu corazón. Así, sin razón. Sin que ellos hagan nada. Sin que haya nada que te lo recuerde... Sencillamente, de vez en cuando, el corazón se te atora pensando en esa persona. --
GorkaLlegas y pronto te escapas,
dejando a tu paso las huellas de aquellos
momentos que no volverán.--
Aditus (
Tiempo)