sábado, 28 de julio de 2012

De lo que los héroes están hechos...



- Ahí vienen... -la grave voz de Stoneage, el gigante de piedra, resonó en los pechos del resto de los Centuriones.  Sus compañeros giraron sus rostros hacia el borde de la ciudad, donde, recortados contra el sol del amanecer, se veían numerosos puntos negros.  Todos sabían que cada punto era un mortífero guerrero Nii'krall.

- Bien, chicos, -dijo en voz alta Crux, el líder del equipo- pase lo que pase, ha sido un honor luchar a su lado.  Demostrémosles a estos engendros verdes que Antigua no regala su libertad, sino que la vende a un alto precio!  Todos listos?!?

El equipo quedó en silencio unos segundos, y de repente las risas estallaron, para consternación del estóico Crux.  Supernova, una pinia cuyo poder natural era convertirse en energía pura, lo que le permitía volar y disparar ráfagas de rayos solares, se sentó en el piso con las piernas cruzadas, agarrándose su vientre mientras la risa impedía que hablara.  El pálido cutis azul de Ice Queen, una froispia que generaba y controlaba el hielo, se sonrojó ante sus carcajadas.  Y las estruendosas risas del petraurno Stoneage, tan graves como su voz, hicieron que el suelo temblara bajo sus pies.

- Pero, se puede saber ahora qué dije? -dijo Crux, mientras una sonrisa dudosa asomaba a su rostro.

- Siempre el paladín, siempre el líder, siempre animándonos.  Sabes lo clichés que suenan tus palabras, Crux? -dijo Ice Queen sonriendo tiernamente a su líder, mientras este se sonrojaba...

Solamente Mainframe, el tecnólogo, se mantuvo serio, viendo su scanner de mano. - Lamento traerles malas noticias, chicos, -dijo- pero no solo son más de los que pensábamos, sino que también están atacando la puerta sur y la puerta norte.

Las risas se apagaron por completo.  Quizás podrían separarse en dos grupos y tratar de contenerlos en dos de las puertas de acceso colocadas en las murallas que rodeaban a la ciudad de Antigua, pero no podrían dividirse en tres grupos y pretender soportar el ataque por más de unos minutos.  Si ya los números eran desoladores, a pesar de la ventaja de la posición y de la valentía de la población neutra de la ciudad, sabían que era la presencia meta-humana la que podría inclinar la balanza hacia la supervivencia.

- Pues que así sea -dijo Crux- Stoneage y Ice Queen, quédense aquí y defiendan esta puerta lo mejor que puedan.  Nova y yo iremos a la puerta sur.  Mainframe, confío en que tú y tus máquinas puedan soportar en la puerta norte, con ayuda de la población, al menos hasta que alguno de nosotros se libere.  Somos los que somos, y estamos los que estamos.  Y ahora, a moverse, rápido!

Crux se giró, y a punto estuvo de chocar contra Hurricane.  El velocista, enfundado en su traje azul eléctrico, estaba de pie frente a él, con los brazos cruzados.  Nadie lo vió llegar, pero eso no era extraño, pues Hurricane poseía la capacidad de moverse a, al menos, velocidades supersónicas, lo que le había permitido en el pasado cometer no pocos robos (algunas veces, más de uno a la vez!).

- Acaso no son suficientes problemas con los Nii'krall?!? Qué demonios quieres ahora, ladrón? -gritó Stoneage.

- Cállate, pedrusco -dijo Hurricane mientras una sombra los cubría- que no estamos aquí para patearles el trasero a ustedes.

Los Centuriones levantaron sus miradas, y vieron un dragón negro descendiendo a escasos metros de ellos.  Cuando la criatura se posó en el suelo, una figura colorida, pequeña como una joven quinceañera, y con un enorme martillo en la mano, saltó al suelo.  Momentos después, la figura del dragón comenzó a temblar y reducirse, hasta compactarse en un cuerpo humano de medidas normales, completamente vestido de negro.

- Primero Hurricane, y ahora Strombollina y Darkness -gruñó Crux-.  Qué demonios quieren?

- Lo mismo que ustedes, -dijo Hurricane-, defender la ciudad.

- Vivimos aquí! -dijo Strombollina con su chillona voz, mientras golpeaba el suelo con la cabeza de su martillo, en un claro gesto de frustración- Somos ladrones, pero una cosa es robar alguna cosilla de vez en cuando para lucirla, y otra es que estos come mocos de otro planeta vengan a querer destruir nuestra ciudad!!!

- Por qué habríamos de confiar en ustedes, si se puede saber? -dijo Mainframe.

- Sencillo: -habló con voz pausada la figura de negro- no tienen ninguna otra opción.

Todos los meta-humanos se miraron por unos segundos, sopesando sus opciones.  Tanto los de un lado de la ley como los del otro habían luchado numerosas veces unos contra otros, pero tenía sentido que un enemigo en común los dirigiera al mismo objetivo, al menos temporalmente?  El enemigo de nuestro enemigo es nuestro amigo?

- Bien, -dijo Crux- equipo, parece que tenemos algunos miembros honorarios, al menos por el momento...  Stoneage, tú y Darkness cubrirán esta puerta: sus niveles de poder deberían bastar para que ningún Nii'krall ponga un pie en la ciudad.  Supernova, tú y Strombollina vienen conmigo a la puerta sur.  Ice Queen y Mainframe, a la norte.  Hurricane, nominalmente vas con ellos, pero usa tu velocidad para ir de una a otra puerta, y ayudar donde seas más necesario.

- Te gusta mandar, eh? -dijo Hurricane, ajustándose sus lentes especiales.  Crux no tuvo tiempo de responder, pues ya el velocista había cargado a Ice Queen y había desaparecido corriendo; Mainframe activó sus propulsores y voló tras ellos.  Supernova agarró a Crux y a Strombollina con cada mano, y voló en dirección a su puerta, dejando solos al guerrero de piedra y al hombre de sombras.  Ya los gritos de los invasores se escuchaban en las cercanías...

- Bueno, es hora de golpear!  Bien, sombrita -dijo Stoneage mientras sonaba ruidosamente sus pétreos nudillos- no trates de atacarme por la espalda, y trataré de no hacerte daño, de acuerdo?

- De acuerdo, -dijo Darkness, mientras cambiaba otra vez de forma, convirtiéndose en un humanoide de tres metros de alto, con largas garras saliendo de sus dedos- eso será fácil: estaré siempre por delante tuyo!

Sin decirse nada más, y con una feroz sonrisa en sus rostros, ambos guerreros se lanzaron de cabeza a la multitud enemiga, y la sangre verdosa de los Nii'krall pronto tiñó el camino hacia Antigua.


Los grandes héroes necesitan tragedias y problemas, o la mitad de su grandeza dejaría de ser notada.  Todo eso es también parte del cuento de hadas. -- Peter S. Beagle (The Last Unicorn)

Los héroes no necesitan ser más valientes que todas las demás personas.  Ellos solo necesitan mantener su valentía por cinco minutos más. -- Ronald Reagan / Ralph Waldo Emerson

Un héroe.  Quieres ser uno de esos extraños seres humanos que hacen la historia, en lugar de simplemente mirarla fluir alrededor de ellos como agua alrededor de una roca. -- Dan Simmons (Endymion)

Cualquiera que haga cualquier cosa para ayudar a un niño en su vida es un héroe para mí. -- Fred Rogers

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