lunes, 17 de noviembre de 2008

Mis momentos memorables en mi vida como jugón


Me conseguí en El Blog de Manu un memecito que me llenó de la misma nostalgia que nos golpea cuando nos conseguimos de nuevo con ese juego -perdido entre otros recuerdos- que tantas horas de disfrute nos dió; nos sentamos a jugarlo "un momentico" para recordar viejos tiempos, y cuando nos damos cuenta perdimos una noche o un fin de semana jugando otra vez como hace tantos años atrás. Al igual que a Manuel, me costó una y parte de la otra reducir a cinco esos momentos importantes de mi vida junto a los videojuegos, pero creo que al final -y bajo riesgo de estar cometiendo una injusticia- puedo decir que lo logré.

Así que, sin más preámbulos, aquí se los presento, en un muy flexible orden cronológico. Y es que el primero fué mi...

Atari 2600

Mi primer contacto con el mundo de los videojuegos. Seguramente fué desde el momento en el que coloqué mis manos, mi vista y mi tiempo en esta cónsola por primera vez, que se definió mi futuro como individuo asocial; debe haber sido en ese momento que firmé mi contrato como friki de por vida, como videojugador a tiempo completo.

Aún disfruto jugar maravillas como Joust (un juego sencillo y fascinante), Asteroids (era prácticamente imbatible en él), Dolphin (logré tantos puntos que el juego se volvió loco; siempre me dolió no vivir en USA para poder mandar una foto y que me dieran mi parchecito), Chopper Command (lo jugaba imaginando que estaba pilotando a Lobo del Aire), Pitfall (recuerdo estarlo jugando cuando vino el Papa Juan Pablo II a Venezuela por primera vez, en 1985) e incluso Adventure y Swordquest, que probablemente fueron los primeros videojuegos de "fantasía épica" que llegué a jugar.

Después de este sensacional comienzo, era sólo cuestión de tiempo que cayera al mundo de las computadoras con mi...

Apex de Epson

Recuerdo cuando mi familia me compró mi primera computadora, una XT: la Apex de Epson. Tenía 20 megas (megas? qué es eso?) de disco duro, que luego mi mamá expandió a 30 megas (hoy en día, una PC "normal" lo mínimo que tiene es 40mil veces eso); pantalla monocromática verde (aún hoy en día me fascina configurar mis terminales con esos mismos colores); unidad de 5 1/4; y nada de esas comodidades para pussies como mouse o pen drives.

En esa máquina, además de mis primeros pinitos como programador (o sea, lo que hoy en día me deja comprar el pan), jugué los primeros videojuegos con un pixelado decente. Momentos inmejorables los pasados con Jesús, buscando vendedores de jueguitos quemados ("Sherlock Holmes ocupa 10 diskettes? wao, que juego tan grande!"), jugando en pareja (Xtreme gaming?) la saga de Eye of the Beholder (mi ladrón con la armadura de la araña!), o hasta ofreciéndonos a ser game tester en algunos locales de la ciudad.

Recuerdo con cariño Dónde está Carmen Sandiego, Loom (y los demás juegos de Lucas), Hero's Quest (y los demás juegos de Sierra), el primerísimo Test Drive, California Games, X-Men, Night Hunter, y muchos otros dinosaurios. A medida que fuí mejorando de máquina, fuí también mejorando de juegos: X-COM: UFO Defense, Duke Nukem, Heretic, Mortal Kombat II, Starcraft, Diablo, y los "modernísimos" Exteel y Lineage II.

Ah! Y por supuesto, el único e inmejorable...

Curse of the Azure Bonds

Aún hoy en día, con juegos un millón de veces mejor logrados, si me preguntan cuál es el juego de Fantasía Épica (de rol, pues) que más me ha gustado diría con pocos titubeos que ha sido este.

La Maldición de los Tatuajes Azules está basado en el libro casi homónimo, de Jeff Grubb y Kate Novak. Se lleva a cabo en el mundo de los Reinos Olvidados, y tiene varias de las cosas que considero indispensables en un juego de rol por computadora: personajes cuya imagen es completamente definible (se sorprenderían la gran cantidad de juegos en los que si quieres ser arquera debes ser mujer, o si quieres ser mago debes ser un negro calvo), reglas claras (respetaba completamente las reglas de AD&D), y una trama de lo mejor (mejor que muchísimos de los juegos actuales; con sus excepciones, por supuesto).

Aunque nunca lo ví en esa cónsola, tengo entendido que eventualmente lo sacaron en...

Nintendo (NES)

Es un poco injusto, quizás, nombrar al Atari y al Nintendo, y no al Playstation (reconozco que jugué maravillas como Metar Gear Solid o Devil May Cry, además de mis preferidos, Valkyrie Profile, Stella Deus: The Gate of Eternity, Prince of Persia: The Sands of Time, Rival Schools 2, Bushido Blade 2, y para de contar), o incluso al novedoso Wii. Sin embargo, y sin intentar comparar el tiempo que haya pasado -gastado? invertido?- frente a cada cónsola, el caso es que siento que las dos nombradas fueron más representativas, influyeron más, en mi vida.

Con seguridad terminé más juegos con mi Nintendo asiático (que tenía un particular color gris en lugar del normal) y con mi Game Boy (negrito!) que con cualquier otra cónsola. No podría sino equivocarme si tratara de aproximar las horas que pasé jugando algún Megaman (en todas sus enumeraciones), Contra (y Super C), TMNT, Castlevania, y un sinnúmero de excelentes juegos más (muchos de los cuales no los jugué en su momento, pero que pude recuperar gracias a la magia/mafia de los Emuladores y Remakes).

Y claro, no puedo hablar del NES sin hablar del primer Final Fantasy... Desde su tropezado comienzo, Final Fantasy se ha ganado a pulso su puesto como una de las mejores -por no decir la mejor- sagas de los videojuegos. Aún disfruto jugar el primer FF, con o sin mejoras. Y aún espero con todas mis fuerzas terminar la obra de arte que es Final Fantasy VIII.

Lástima que no saliera antes una versión multiplayer, para jugarla en los...

Arcades

Cada vez que se acababa uno de los trimestres en los que están divididos los estudios en la USB, normalmente subíamos las máquinas a la Sede y sus alrededores y pasábamos un fin de semana en condiciones infrahumanas jugando lo que llamábamos un Arcade (por Arcade Center, o AC). Horas y horas de juego invertidas en Duke Nukem (o Quake II, o Counter Strike, o el shooter de tu preferencia), Grand Thief Auto, Starcraft, Age of Empires, Homeworld, y para de contar.

Lo mejor de los AC era, sin lugar a dudas, que tenías a muchos amigos alrededor mientras jugabas. Supongo que llega un momento en la vida de todo videojugador en el que te das cuenta de que no es tan buen negocio como pensabas pasar la vida jugando videojuegos, porque te pierdes de otras cosas mejores. Por ejemplo, la gente. Desde ese momento siempre he disfrutado mucho más los juegos multijugador, ya sea en modo cooperativo o en modo versus.

En el momento en el que Luigi manejó los Zergs en Starcraft, el juego ganó en interés. En el momento en el que recogí orejas del piso con Sonsi en Diablo, o en el que el guerrero de Eduardo y el mío fueron mejores lanzando hechizos que nuestros magos, o en el que tuve a Guácharo o Rafael como colaboradores o enemigos en multitud de juegos, supe que prácticamente no volvería a jugar sólo. En el momento en el que jugué Resident Evil con Jenny & Co viéndome jugar, en el momento en el que disfruté en grupo de Rival Schools 2, Bushido Blade 2, Soul*, en ese momento supe que podía combinar dos cosas buenas en otra mejor que la suma de sus partes.

Comencé a jugar en grupo con Jesús; seguí con los panas de la universidad y con mi hermano; tuve la suerte de compartir mi vida con una chica que también lo disfruta; y ahora tengo la inmensa felicidad de poder jugar con mi bebé. Gracias a Internet puedo jugar maravillas como Lineage II o Exteel con amigos que están físicamente muy lejos, pero junto a los cuales puedo soñar a que vivo aventuras.

Todo ello gracias a la magia de los videojuegos. Padres del mundo, escuchadme: dejen a sus niños jugar. Lo peor que les puede pasar es que salgan como yo...


Una vez oí decir en la radio que debía existir un lugar donde confluyesen lo real y lo imaginario, donde hubiese una línea fina que delimitase la existencia del mundo, y creo que ahí estaba, en Déjar. -- Déjar

Eres buena. Te concedo eso. Pero yo? Soy magia. -- Bullseye

¿Y si en vez de planear tanto, volaramos un poco más alto?
Don't worry... I'll catch you.

-- Contacto de Belkys

Si tus rodillas no están verdes al final del día, deberías re-examinar seriamente tu vida. -- Bill Watterson

En 1978, la competencia entre las empresas de juegos era tan feroz como ahora, y las compañías prohibían a los autores que su nombre figurara en los juegos, para evitar la “fuga de talentos”, pero Warren, orgulloso como estaba de su “bebé”, ideó una manera de saltarse a la torera las restricciones de Atari, ocultando su nombre en una pantalla del mapeado, sin quererlo acababa de inventar de paso, los “Eastern Eggs” en los videojuegos, los famosos “Huevos de Pascua”. -- Pixfans (Así comenzó todo) hablando de Adventure

2 comentarios:

Manu dijo...

Buenos y curiosos momentos.

¿A qué este meme te ha hecho sentir nostalgia? ;)

darkblue_unicorn dijo...

Resident Evil en casa de Jesús... simplemente lo máximo!!!!
Besitos