sábado, 18 de septiembre de 2010

Somos el Mundo


En 1985, cuando tenía alrededor de 8 años, y conocía el secreto de la felicidad, miles de niños de mi edad, al igual que hoy, morían de hambre y enfermedad en otros lugares del mundo. El más conocido, África.

Un grupo formado por cuarenta y siete de los más conocidos artistas (más que todo cantantes, y algún actor), en su mayoría de la capital del mundo, decidieron poner su grano de arena (imagino que alguno, en infantil egocentrismo, habrá pensado incluso que su labor solucionaría todos los problemas) haciendo lo que mejor sabían hacer: cantar. Formaron un grupo llamado USA for Africa (De Estados Unidos para África, aunque en un alarde de modestia indicaron que USA no era por Estados Unidos, sino por las siglas en inglés de Soporte Unido de Artistas), y lanzaron un álbum musical formado por, entre otras, la canción que le dió el título.

Whe are the World. Somos el Mundo.

La primera vez que ví el video fué en casa de mi tía Begoña y mi tío Carmelo, los cuales, con juvenil entrega, grabaron el video en su Betamax, e incluso compraron el casete, que hoy en día conservo, aunque ahora escucho la canción en mp3. Recuerdo que no conocía a casi ninguno de los super-famosos artistas que participaron (y aún hoy conozco sólo a la mitad de ellos), a pesar de ser gente de la talla de Michael Jackson y sus hermanos, Lionel Richie, Diana Ross, Stevie Wonder, Ray Charles, Dan Aykroyd, Tina Turner, Billy Joel, Cyndi Lauper, Harry Belafonte, Bob Dylan, Hall & Oates, Bette Midler, Bruce Springsteen y bastantes otros de talla mundial para aquellos con cédulas de goma.

La canción vendió una millonada, una millonada se mandó a África, y todo siguió exactamente igual. Quizás para un niño africano ese dinero significó la vida, pero para el continente, para el mundo, nada cambió. Incluso hay quien dice que todo el dinero solamente llegó a las manos de los políticos que gobernaban los países a los que se envió la ayuda, así que capaz que terminó siendo usado en armas.

Sin embargo, lo interesante aquí son tres cosas.

La primera es que hoy, por primera vez en mucho tiempo, escribo de nuevo. Y todo sale tan fácilmente como antes. Quizás a África y al mundo no le importe, pero para un niño venezolano quizás esto signifique vida.

La segunda es que un grupo de gente se tomó la molestia de salir de sus casas a hacer lo que adoran, ganando publicidad en el proceso, pero hicieron ALGO. No fueron a África, no trabajaron en pro de los africanos, no dieron la mitad de sus fortunas para ayudarlos, pero algo hicieron. Dejo en sus opiniones la decisión de si esto fue bueno, malo, o sencillamente una idiotez. Para mí, al menos, demuestra que tenemos esperanza.

La tercera es que cada vez que veo el video o escucho la canción, pienso siempre en mi tía y -especialmente- en mi tío. Pienso en lo ilusionados que estaban con la bendita canción, e imagino si es que serían hippies, jóvenes -tenían ambos menos de treinta años- bolsas o qué, pero me emociona recordar lo emocionados que se sentían. Han sido los tiempos, que han cambiado, o somos nosotros, que estamos más viejos y desolados? Por qué una canción no logra iluminar nuestro día así, como a ellos, como antes?

Mi tía y mi tío están muertos, cada uno por su lado, tras vivir vidas que fueron tan buenas o malas como las nuestras, aunque más cortas de lo que hubiera deseado. Y tampoco eso le importó a África ni al mundo, aunque sí a mí.

Tanto como para escribir esto...


Llega un momento
cuando escuchamos una llamada,
cuando el mundo se debe unir como uno.
Hay gente muriendo
y es el momento de darle una mano a la vida
el más grande regalo de todos.
(...)
Somos el mundo,
somos los niños,
somos los que hacemos un día más brillante,
así que comencemos a dar.

-- Estracto de la letra y coro de "We are the World"

2 comentarios:

Alberto dijo...

Aunque suene increíble, una de las cosas mas dificiles que podemos hacer es actuar de acuerdo únicamente con nuestra conciencia, tan solo porque consideramos que lo que hacemos está bien, independientemente de lo que piense el mundo o del impacto que puede tener la acción en los demás. Estamos tan acostumbrados a medir el alcance de nuestros actos y a criticar los de los demás que apenas hacemos las cosas correctamente.

Actúa y vive según los dictados de tu conciencia y que sean otros los que determinen si les has cambiado sus vidas o no.

darkblue_unicorn dijo...

A eso de que una canción no emociona nuestros días, sólo digo...

Cierra la puerta,
ven y siéntate cerca,
que tu ojos me cuentan
que te han visto llorar.

Llena dos copas,
de recuerdos de historias,
que tus manos aún tiemblan
si me escuchan hablar...