domingo, 30 de noviembre de 2008

La Doble Vida


Véronique, la francesita, se movió con provocativa soltura entre nosotros.

Sin ánimos de exagerar, verla era reconocer la perfección. Quien quiera que la hubiera creado había sabido meter en su poco más de metro y medio de altura todas las cualidades que una mujer no debería tener derecho a disfrutar, al menos todas juntas. Un rostro bellísimo enmarcado en una rojiza melena, con un par de ojos que mezclaban dulzura con promesas; unos senos perfectos, de una redondez imposible de obviar; un derriere capaz de derretir a cualquiera.

Quizás muchos se quejarían, pero hasta las pecas que decoraban su piel eran adorables, cuchis, sexies...

Todos los hombres que conocía -y, estoy seguro, varias de las mujeres- habrían dado lo que fuera por una noche con ella.

Su voz, sus gestos, su sonrisa... Y el colmo era que su perfección no era sólo física, sino que además poseía un estilo, una cultura y una actitud que la hacían, además, una perfecta compañera para casi cualquier cosa. Es decir, hasta las otras mujeres la encontraban muy agradable! Cuándo han visto que una chica tan hermosa le parezca agradable a otras mujeres?

Cómo podía irle en la vida a una mujer así? Una mujer a la que todas las puertas se le abrían aún antes de llamar a ellas, a la que todos deseaban complacer... Cómo podía ser una mujer con esa vida?

Simplemente egoista y malcriada.

No sé por qué, pero aún a pesar del deseo que despertaba en mí, nunca quise realmente tener nada con ella. Quizás es por eso que, mientras todos babeaban a su paso, yo apenas la miraba.

Y quizás fué por eso que, mientras apenas miraba a los demás, ella se encaprichó por mí.

Mis colegas me hacían comentarios, mitad aguantando la risa y mitad aguantando la envidia, sobre los chispazos que se sentían cada vez que ella me veía o me hablaba... "Coronaste!", me decían, o "qué haces que no te la coges?". Y yo, que soy un caballero pero también soy hombre, a quien la vida dió educación pero también hormonas, me encuentro como siempre a mitad de camino entre dos decisiones, e incapaz de tomar ninguna de las dos.

Hasta que las circunstancias me arrastran a ello.

Ocurrió una mañana en la oficina, mientras acompañaba a los demás a tomar una taza de café. Ella entró, radiante como siempre, e iluminando la estancia con su sola presencia. Nos saludó con una sonrisa a todos, y fijó su vista en mí; no sé qué habrá visto esa mañana, o qué sentimiento pugnaba en su interior, pero se acercó a mí sin separar sus ojos de los míos. Se agachó, acercando sus labios a mi rostro, y me dijo suavemente:

- Sabes? -dijo con su atractivo acento- Nunca he hecho el amog con un venezolano, y me pgegunto qué se sentigá...

A pesar de ser un susurro, los demás estaban lo bastante cerca como para escucharlo, y de inmediato la habitación se llenó de un espeso silencio. El tiempo se detuvo, y todos quedaron a la espectativa.

Sin decir nada, me levanté de mi silla. Lentamente, me acerqué a ella, hasta que nuestros alientos se cruzaron. Véronique, que no se esperaba esa reacción -de hecho nadie... Ni siquiera yo-, retrocedió hasta topar con la pared, y arqueó su cuerpo como una gata para pegarse más a ella. Mis labios, poco a poco, eliminaron la distancia que nos separaba...

- Sabes? -dije, con la voz ronca por el deseo- Yo tampoco he hecho nunca el amor con un venezolano... Así que tendrás que buscar a alguien más a quien preguntarle...

Sin darle tiempo a reaccionar, le dí un beso en la punta de su nariz, y me dirigí hacia la salida del comedor, alejándome de ella... Detrás de mí, algunos de los chicos lanzaron unos tímidos vítores.

No sé por qué hice eso. Tal vez no me gusta que me monten cacería; o a lo mejor sencillamente quería demostrar quién llevaba las riendas. Aún no sé si estaba buscando ganármela o alejarla; y tampoco tenía idea en ese momento de si con mi resistencia me había ganado su odio, o si había atraído aún más su deseo... O su amor.

El tiempo se encargaría de aclararme esa duda...


Decisiones, Cada dia, Alguien pierde alguien gana, Ave María
Decisiones, Todo cuesta, Salgan y hagan sus apuestas, Ciudadanía

-- Rubén Blades (Decisiones)

Eso es lo que es la vida, una serie de habitaciones. Y con quienes estamos atrapados en esas habitaciones, dependen de dónde nuestras vidas están. -- Dr. House

Te voy a dar el mejor consejo que te hayan dado en tu vida: sea de lo que sea que estemos hablando, persiste hasta que lo logres, practica hasta que lo domines. No te rindas antes de tiempo, y nunca te excuses en que es imposible. -- Gorka

sábado, 29 de noviembre de 2008

Tiempo


Eres un río sin final
en el que vamos flotando, sin ver mas allá
del próximo giro que das

Tú nos enseñas sin dejar
que lo intentemos de nuevo, tú vas y no vuelves
dejando tu huella al pasar

Y mi amor quedó atras
a unos cuantos kilómetros de este lugar;
Tiempo, dame un chance más,
déjame regresar, quiero volver a empezar

Traes recuerdos y a la vez
vemos nuestros errores
dejando tristeza y deseos en el corazón

Y mi amor quedó atras
a unos cuantos kilómetros de este lugar;
Tiempo, dame un chance más,
déjame regresar, déjame...

Cada minuto, cada hora, que pasa
cada momento nos aleja del amor;
Cada minuto, cada hora, que pasa
cada momento nos aleja del amor

Llegas y pronto te escapas,
dejando a tu paso las huellas de aquellos
momentos que no volverán

Y mi amor quedó atras
a unos cuantos kilómetros de este lugar;
Tiempo, dame un chance más,
déjame regresar, déjame...

Cada minuto, cada hora, que pasa
cada momento nos aleja del amor
Cada minuto, cada hora, que pasa
cada momento nos aleja del amor

Cada minuto, cada hora, que pasa
cada momento nos aleja del amor
Cada minuto, cada hora, que pasa
cada momento nos aleja del amor...


(Letra de la canción Tiempo, de Aditus. Hoy estarán de concierto en el Aula Magna)


Creo que mi problema más grande es que no sé cómo aceptar que el tiempo pasa. -- Gorka

La soledad es el maestro que con el tiempo te enseña lo que fuiste, eres y serás. -- Anónimo

Mi madre incrédula, yo feliz. Mi madre triste. Se puede perder tanto en tan poco tiempo... -- unachicaenapuros (Un dia menos para cualquier cosa)

viernes, 28 de noviembre de 2008

Realidades soñadas


Por eso es que me gusta leer novelas rosa. El tipo siempre está bueno, y aunque sea un patán, es interesante. Y la chica siempre está buenísima, por dentro y por fuera; sepan o no sepan qué buscan, al menos están buscándolo.

Y es que no puedo perdonar que no sean interesantes...

Además, al final todo está bien, y sólo llegamos al FIN. No seguimos hasta que la pareja se aburra, o nos salga la celulitis.

En las historias, todo es más interesante. Todo pasa como alguien lo pensó. Todo es lógico.

Pero en la vida, no es así...


No pidas perdón por lo que Eres...
Pide perdón por lo que no serás...

-- Contigo o sin tí

Quiero hacer contigo lo que la primavera hace con las flores. -- Pablo Neruda

Desafortunadamente, éramos todos demasiado jóvenes para entender. -- Articulate (Touching from a distance)

Por unos días no quiero ser yo. En las últimas horas me ha ido mal interpretándome y ante tan opaca performance es saludable tomar un receso, un break, un intermedio como en el teatro. Quizá me ocurre lo que le ocurría al escritor argentino Osvaldo Soriano: quizá ya estoy cansado de llevarme puesto. -- Busco Novia (El escape infructuoso)

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Igualdad


El anciano suspiró, henchido de orgullo, mientras observaba sus tierras, apoyado en el balcón de su habitación. Había sido un largo -larguísimo!- camino, pero había valido la pena. Se volteó lentamente, y caminó, pasando junto a su cama de toda la vida, mientras se dirigía hacia la salida de su cuarto, en dirección a la biblioteca. De seguro, un amasijo de conocimiento y experiencia como él aún podría encontrar en su gran colección algún libro para leer en este maravilloso día.

Veinte años después, el anciano sólo sería una carcasa vacía que reposaba en la misma cama -la de toda la vida- de la que acababa de levantarse esa noche.

* * *

La mujer se incorporó de la cama, con una sonrisa felina en sus atractivos labios. Se desperezó con la sensualidad que da conocerse a sí misma, y estar contenta con lo que se ha alcanzado en la vida. Algún traspiés laboral, algún divorcio ocasional, meros detalles que, en lugar de detenerla, la habían ayudado a moldearse, llegando a ser la cúspide de la mujer realizada, poderosa y autosuficiente. Saltó de la cama hacia el baño: hoy se iba a comer el mundo. Y con seguridad que la noche no la descubriría durmiendo sola.

Cuarenta años después, haría mucho tiempo ya que la mujer habría sido encontrada en una cuneta, sus labios callando para siempre la identidad de la última cara que sus ojos lograron ver.

* * *

El joven se terminó de poner sus jeans, y se volteó para admirarse frente al espejo: sus brazos torneados, su abdomen de película, su cuerpo armonioso. Era un tigre! Una pantera! Estaba en la cúspide de la vida, lleno de juventud y fuerza, y lo sabía. Y eso había que aprovecharlo! A la`salida de la universidad saldría con los panas a tomar unas birras, y quizás a bailar y a levantarse algunos culos. Y solo era viernes! Le quedaba todo el fin de semana por delante!

Sesenta años después, nadie recordaría la marca del carro en el que el joven eventualmente había encontrado su destino, ni los nombres de sus acompañantes.

* * *

La niña se sentó en el columpio del patio de su casa, gozando de la calidez del sol otoñal, y de la fresca brisa que prometía un temprano invierno. Estaba tomando la difícil decisión de decidir en qué invertir su interminable tarde infantil, si jugando con sus muñecas, llamando a su mejor amiga, o simplemente dejándose llevar, corriendo por el jardín, mientras trataba de atrapar algún hada con las redes de la imaginación. Que maravilla, la inocencia y despreocupación de la niñez!

Ochenta años después, la niña sería solamente una tumba, descuidada y abandonada, que nadie visitaría, y que nadie siquiera recordaría.

* * *

El bebé llegó a este mundo, lleno de luces, sonidos y sensaciones desconocidas para él. Como era de esperarse, comenzó a llorar de inmediato, al darse cuenta de que lo habían sacado del paraíso en el que había vivido hasta entonces. Sus padres también lloraron, pero por la alegría de haber traído una vida a este mundo, para que jugara, gozara, lograra, aprendiera, y sobre todo, viviera.

Cien años después, del bebé lo único que quedaría ya serían huesos diseminados en un área desconocida, separados unos de otros por grandes distancias, mucho tiempo, numerosas vidas.

* * *

Y es que todos somos iguales.

Igual de irrelevantes.

Sólo es cuestión de tiempo...


Vive rápido, muere joven, y deja un bonito cadáver. -- James Dean

Róbale horas al tiempo. -- Quimeras

Por todo lo que pasó, pero sobre todo por todo lo que no pasó. -- Renato Cisneros (Famoso por buscar novia)

domingo, 23 de noviembre de 2008

El voto del odio


En mi opinión, hay algunos pocos grandes temas sobre los que no se debe discutir, porque son temas sobre los que no llegaremos a ningún acuerdo, y por cuya causa lo más seguro es que terminemos peleados.

La religión es uno de esos grandes temas. Nadie sabe quién es el verdadero(s) dios(es), si es que existe, o qué es lo que en verdad nos espera luego de esta vida, si es que hay algo, o nada de nada. Es por ello que cualquier discusión que vaya más allá de un simple ejercicio mental o un simple juego de imaginación está de más: no se podrá llegar a ninguna conclusiva conclusión, nadie podrá saber si su posición es la correcta o no, y nada cambiará en el mundo.

Otro de esos grandes temas es, sin lugar a dudas, la política. A pesar de ser más terrena, las discusiones que versan sobre ella están a la altura de las discusiones sobre los panteones y las divinidades: nadie sabe nada, pero todos están seguros de que su verdad es la verdad, y están dispuestos a todo por demostrarlo.

(Otro tema sobre el que nunca discuto es sobre deportes, pero eso es porque soy una mierda con ellos: nunca sé quién ganó en qué, ni siquiera en el béisbol el año pasado).

Normalmente trato de que mi blog sea tan apolítico como lo es -en apariencia, al menos- mi vida. Pero hoy -se los digo por si quieren salir corriendo- les toca un post politiquero.

Al fin y al cabo, gran parte de este blog es mío, no? Cálense un capricho mío de vez en cuando...

Hoy estamos en elecciones en Venezuela. No presidenciales, sino de alcaldes y demás políticos de segundo nivel. Y esto ha generado las mismas emociones encontradas de siempre.

Por un lado, buenas. Da gusto salir a la calle y ver -como decía mi hermano- a todos unidos por algo en común; pasear por las calles con un extrañamente liviano tráfico, y ver a la gente en las calles, frente a sus casas, aprovechando para limpiar o pintar, o jugando una partidita de dominó con los vecinos y amigos, mientras se pasan por el forro la ley seca y se toman su tradicional cervecita bien fría. En verdad que es lo más parecido que he visto a Navidad fuera de Diciembre.

Por otro lado, malas. Da rabia salir a la calle y ver -como le decía a mi hermano- a todos divididos por una idiotez; andar por las calles con miedo a las hordas de motorizados que detienen el tráfico porque les da la gana, y dudando si lo que llevan en las manos son fuegos artificiales para celebrar el anticipado triunfo, o palos para defender la pérdida. Ver el odio, el miedo, la desconfianza... Todos esos sentimientos que nos debilitan como personas y nos destruyen como sociedad.

En una sociedad ya bastante destruida, donde deben pintarnos de colores las sillas para tratar de que se las cedamos a quienes las necesitan, donde las aceras son estacionamientos descarados para las motos, donde los policías te detienen para redondear sus ingresos y no para defender la ley, donde los vendedores se apoderan de las aceras y las calles sin importar si es correcto o no... En una sociedad así, dividida limpiamente en dos partes que se odian a muerte, ahora hemos aprendido a votar por odio.

Hoy ya no votamos porque creamos en la ideología de un partido. Hoy ya no votamos porque confiemos en las capacidades de aquellos a los que elegimos para que nos representen en el gobierno. Hoy ya no votamos porque una cara nos inspire confianza, o porque conozcamos a la persona, o porque sea de pinga votar alguien de moda...

Hoy votamos por odio.

Votamos por aquel que no sea "de ellos". Que no sea "de los malos". Así, ciegamente y sin dudarlo, porque sencillamente odiamos a los otros.

Una de las opciones -por poner un ejemplo- era un muchacho, jovencísimo y recién graduado. Un pez que nadaría entre tiburones, que lo tendría cuesta arriba para dirigir una ciudad en buenas condiciones, mucho más una ciudad dividida y caótica como la nuestra. Un chico del que escuché a muchos opinar que había usado sus apariciones estudiantiles para catapultar su carrera política en lugar de para hacer lo correcto.

Hoy escuché a muchos diciendo que votarían por ese chico solamente porque no era "de los otros". No les importaba que no supiera qué hacer, o que nos sumara en un caos peor al actual. Sencillamente, odiaban a las otras opciones, y por ello votarían por -sin alusiones de ningún tipo- cualquier mierda que estuviera en la otra casilla. Exactamente como un niño rompería un juguete con tal de no dárselo a otro, de esa misma forma pensamos para decidir el futuro de nuestro país...

En mi caso, incluso llegué a sufrir amenazas -medio en serio, medio en broma- de "si no votas por él, no te hablo". Lo siento, chicos, pero no voy a votar por un niño sencillamente por no votar por "los malos".

(Hoy fué el día de las amenazas para mí. Al parecer, lo mejor que hice fué ir a votar, porque si no votaba yo, nadie más lo haría, y el caos hubiera sido culpa directa de este servidor. No saben cuánto me molesta el "y si todos pensaran como tú?". Muchachos, si todos pensaran como yo, creo que el mundo sería un lugar mejor. Al menos no nos odiaríamos, cederíamos el puesto, no estacionaríamos donde no debiéramos, y para de contar. Créanme que mi voto es sólo eso: un voto más o menos).

Hoy, mientras escucho los resultados de las votaciones, no siento ni alegría ni dolor. "Ganamos" las principales, "perdimos" todas las demás, y todo sigue igual. Termino de escribir esto y me dispongo a irme a la cama, dudando se si comenzarán o no los disparos de alegría o de arrechera por los resultados dados.

Sin embargo, mi bebé tenía otra idea, y se despertó llorando, como descontento con los resultados obtenidos. Por él, más que por mí, he de decidir cada día qué hacer con mi vida. Pero de algo he de estar seguro al decidir: Venezuela no cambiará. No llegará un gobernante maravilloso que arregle el país de forma inmediata, que haga que todo camine, que desfaga todos los entuertos.

El país está en una etapa de la que le costará muchos años de esfuerzo salir, si es que sale, cosa que no creo que pase. Los venezolanos somos como somos, y tenemos a los gobernantes que nos merecemos, y el país resultante de las acciones que hemos tomado.

Lo mejor que podemos hacer es darnos por enterado de esto, en lugar de seguir negándolo insensatamente. Pero estoy bastante seguro de que esto tampoco pasará.


Yo también era de esas personas que ahora odio. -- Lua

Tristemente vivimos en el país del "medalaganismo"... "Me da la gana no detenerme en el paso peatonal, es más, si puedo acelero", "Me da la gana caminar por la acera haciendo S y jodiendo al que trata de caminar normalmente", "Me da la gana pararme con mi pana del alma en el MEDIO de la calle a hablar paja", "Me da la gana llevar a mi perro a cagar en plena calle (ya vendrá alguien que lo pise y así se lo lleve)"... de verdad ese tema me tiene harta... yo sí vivo en la misma Venezuela que tú... -- Jenny

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Puertas Cerradas


Algunas personas ven una puerta cerrada
y se voltean y se van.

Otros ven una puerta cerrada,
prueban el pomo,
si no abre...
ellos se voltean y se van.

Otros más ven una puerta cerrada,
prueban el pomo,
si no abre,
encuentran una llave,
si la llave no sirve...
ellos se voltean y se van.

Algunos pocos ven una puerta cerrada,
prueban el pomo,
si no abre,
encuentran una llave,
si la llave no sirve...
ellos hacen una.


(Desconozco el autor del original, pero su título creo que es Keymakers. Los nombres que más suenan por ahí es Rebecca Strandlund o Helen Keller).


La ceguera biológica te impide ver. La ceguera ideológica te impide pensar. -- Octavio Paz

No son los golpes ni las caídas las que hacen fracasar al hombre; sino su falta de voluntad para levantarse y seguir adelante. -- Anónimo

Hay que ser irresponsable. Porque los "responsables" se conforman con trabajar de 9 a 5 y tener cachifa, barriga y amante, jardín, perro y carro nuevo. -- El irresponsable (o el pianista de letras, aún no estoy del todo seguro)

martes, 18 de noviembre de 2008

Perdidos en la noche


Hay veces en las que, de tanto desear, dos corazones logran que dos vidas se toquen, aunque sea por un instante.

Hay instantes en los que los sueños nacen estando despierto aquel que sueña, y las fantasías dejan de serlo para convertirse en cálidad realidades...

Y esa noche esos deseos, esos sueños, esas fantasías, todas se fundieron al fin en una hermosa realidad, cuando al fin mi sueño tuvo un cuerpo al cual abrazar, en el cual perderme.

Esa noche la recorrí, lentamente, poco a poco, con mis besos. Mis labios besaron sus senos, y dibujaron olas en su espalda; mis manos exploraron sus nalgas y sus cálidas profundidades; mi alma giró sobre la suya, y la envolvió dejándose envolver a su vez.

Esa noche ambos nos desvanecimos en el placer, agotados de sentir, y extasiados de saber que la persona en los brazos de cada uno fuera precisamente la otra.

Despertamos enlazados uno al otro, con nuestras piernas abrazándose, nuestros brazos evitando que el otro volviera a ser otra vez un cuerpo ajeno, y nuestros labios quitándole lugar a las sonrisas para dejar que el corazón hablase.

Pero ni aún dos corazones logran que la noche sea eterna. Y al llegar al final, el final llegó...

El tiempo ha pasado ya, y el recuerdo es borroso. Tanto, que a veces dudo que en verdad haya ocurrido. Quizás sencillamente tomé unas copas de más en un solitario bar ajeno, o tuve un sueño que creyó que podría llegar más allá del límite que se les permite a los de su clase.

Pero la verdad es que no lo sé... Sueño que existió, o fantasía que se repetirá?

Al final de la noche, solo me quedó un caminar por una calle fría, recordando el calor de su sedosa piel en la mía...

Y su cantarina risa dentro de mi alma.


El amor no se manifiesta en el deseo de acostarse con alguien, sino en el deseo de dormir junto a alguien. -- Milan Kundera
Y de despertar junto a ese alguien... -- Gorka

La voluntad, raíz y esencia de todo, está perenne y necesariamente insatisfecha, pues en primer lugar es muy difícil conseguir lo que se ansía, y cuando al cabo los anhelos se ven cumplidos, comprobamos que ello va seguido inmediatamente del hastío y el desengaño, y nuevos objetos del deseo aparecen ante nosotros. -- Arthur Schopenhauer (El arte de insultar)

Me niego a vivir una vida sin sueños, sin deseos, por muy imposibles que parezcan. -- Gorka

lunes, 17 de noviembre de 2008

Mis momentos memorables en mi vida como jugón


Me conseguí en El Blog de Manu un memecito que me llenó de la misma nostalgia que nos golpea cuando nos conseguimos de nuevo con ese juego -perdido entre otros recuerdos- que tantas horas de disfrute nos dió; nos sentamos a jugarlo "un momentico" para recordar viejos tiempos, y cuando nos damos cuenta perdimos una noche o un fin de semana jugando otra vez como hace tantos años atrás. Al igual que a Manuel, me costó una y parte de la otra reducir a cinco esos momentos importantes de mi vida junto a los videojuegos, pero creo que al final -y bajo riesgo de estar cometiendo una injusticia- puedo decir que lo logré.

Así que, sin más preámbulos, aquí se los presento, en un muy flexible orden cronológico. Y es que el primero fué mi...

Atari 2600

Mi primer contacto con el mundo de los videojuegos. Seguramente fué desde el momento en el que coloqué mis manos, mi vista y mi tiempo en esta cónsola por primera vez, que se definió mi futuro como individuo asocial; debe haber sido en ese momento que firmé mi contrato como friki de por vida, como videojugador a tiempo completo.

Aún disfruto jugar maravillas como Joust (un juego sencillo y fascinante), Asteroids (era prácticamente imbatible en él), Dolphin (logré tantos puntos que el juego se volvió loco; siempre me dolió no vivir en USA para poder mandar una foto y que me dieran mi parchecito), Chopper Command (lo jugaba imaginando que estaba pilotando a Lobo del Aire), Pitfall (recuerdo estarlo jugando cuando vino el Papa Juan Pablo II a Venezuela por primera vez, en 1985) e incluso Adventure y Swordquest, que probablemente fueron los primeros videojuegos de "fantasía épica" que llegué a jugar.

Después de este sensacional comienzo, era sólo cuestión de tiempo que cayera al mundo de las computadoras con mi...

Apex de Epson

Recuerdo cuando mi familia me compró mi primera computadora, una XT: la Apex de Epson. Tenía 20 megas (megas? qué es eso?) de disco duro, que luego mi mamá expandió a 30 megas (hoy en día, una PC "normal" lo mínimo que tiene es 40mil veces eso); pantalla monocromática verde (aún hoy en día me fascina configurar mis terminales con esos mismos colores); unidad de 5 1/4; y nada de esas comodidades para pussies como mouse o pen drives.

En esa máquina, además de mis primeros pinitos como programador (o sea, lo que hoy en día me deja comprar el pan), jugué los primeros videojuegos con un pixelado decente. Momentos inmejorables los pasados con Jesús, buscando vendedores de jueguitos quemados ("Sherlock Holmes ocupa 10 diskettes? wao, que juego tan grande!"), jugando en pareja (Xtreme gaming?) la saga de Eye of the Beholder (mi ladrón con la armadura de la araña!), o hasta ofreciéndonos a ser game tester en algunos locales de la ciudad.

Recuerdo con cariño Dónde está Carmen Sandiego, Loom (y los demás juegos de Lucas), Hero's Quest (y los demás juegos de Sierra), el primerísimo Test Drive, California Games, X-Men, Night Hunter, y muchos otros dinosaurios. A medida que fuí mejorando de máquina, fuí también mejorando de juegos: X-COM: UFO Defense, Duke Nukem, Heretic, Mortal Kombat II, Starcraft, Diablo, y los "modernísimos" Exteel y Lineage II.

Ah! Y por supuesto, el único e inmejorable...

Curse of the Azure Bonds

Aún hoy en día, con juegos un millón de veces mejor logrados, si me preguntan cuál es el juego de Fantasía Épica (de rol, pues) que más me ha gustado diría con pocos titubeos que ha sido este.

La Maldición de los Tatuajes Azules está basado en el libro casi homónimo, de Jeff Grubb y Kate Novak. Se lleva a cabo en el mundo de los Reinos Olvidados, y tiene varias de las cosas que considero indispensables en un juego de rol por computadora: personajes cuya imagen es completamente definible (se sorprenderían la gran cantidad de juegos en los que si quieres ser arquera debes ser mujer, o si quieres ser mago debes ser un negro calvo), reglas claras (respetaba completamente las reglas de AD&D), y una trama de lo mejor (mejor que muchísimos de los juegos actuales; con sus excepciones, por supuesto).

Aunque nunca lo ví en esa cónsola, tengo entendido que eventualmente lo sacaron en...

Nintendo (NES)

Es un poco injusto, quizás, nombrar al Atari y al Nintendo, y no al Playstation (reconozco que jugué maravillas como Metar Gear Solid o Devil May Cry, además de mis preferidos, Valkyrie Profile, Stella Deus: The Gate of Eternity, Prince of Persia: The Sands of Time, Rival Schools 2, Bushido Blade 2, y para de contar), o incluso al novedoso Wii. Sin embargo, y sin intentar comparar el tiempo que haya pasado -gastado? invertido?- frente a cada cónsola, el caso es que siento que las dos nombradas fueron más representativas, influyeron más, en mi vida.

Con seguridad terminé más juegos con mi Nintendo asiático (que tenía un particular color gris en lugar del normal) y con mi Game Boy (negrito!) que con cualquier otra cónsola. No podría sino equivocarme si tratara de aproximar las horas que pasé jugando algún Megaman (en todas sus enumeraciones), Contra (y Super C), TMNT, Castlevania, y un sinnúmero de excelentes juegos más (muchos de los cuales no los jugué en su momento, pero que pude recuperar gracias a la magia/mafia de los Emuladores y Remakes).

Y claro, no puedo hablar del NES sin hablar del primer Final Fantasy... Desde su tropezado comienzo, Final Fantasy se ha ganado a pulso su puesto como una de las mejores -por no decir la mejor- sagas de los videojuegos. Aún disfruto jugar el primer FF, con o sin mejoras. Y aún espero con todas mis fuerzas terminar la obra de arte que es Final Fantasy VIII.

Lástima que no saliera antes una versión multiplayer, para jugarla en los...

Arcades

Cada vez que se acababa uno de los trimestres en los que están divididos los estudios en la USB, normalmente subíamos las máquinas a la Sede y sus alrededores y pasábamos un fin de semana en condiciones infrahumanas jugando lo que llamábamos un Arcade (por Arcade Center, o AC). Horas y horas de juego invertidas en Duke Nukem (o Quake II, o Counter Strike, o el shooter de tu preferencia), Grand Thief Auto, Starcraft, Age of Empires, Homeworld, y para de contar.

Lo mejor de los AC era, sin lugar a dudas, que tenías a muchos amigos alrededor mientras jugabas. Supongo que llega un momento en la vida de todo videojugador en el que te das cuenta de que no es tan buen negocio como pensabas pasar la vida jugando videojuegos, porque te pierdes de otras cosas mejores. Por ejemplo, la gente. Desde ese momento siempre he disfrutado mucho más los juegos multijugador, ya sea en modo cooperativo o en modo versus.

En el momento en el que Luigi manejó los Zergs en Starcraft, el juego ganó en interés. En el momento en el que recogí orejas del piso con Sonsi en Diablo, o en el que el guerrero de Eduardo y el mío fueron mejores lanzando hechizos que nuestros magos, o en el que tuve a Guácharo o Rafael como colaboradores o enemigos en multitud de juegos, supe que prácticamente no volvería a jugar sólo. En el momento en el que jugué Resident Evil con Jenny & Co viéndome jugar, en el momento en el que disfruté en grupo de Rival Schools 2, Bushido Blade 2, Soul*, en ese momento supe que podía combinar dos cosas buenas en otra mejor que la suma de sus partes.

Comencé a jugar en grupo con Jesús; seguí con los panas de la universidad y con mi hermano; tuve la suerte de compartir mi vida con una chica que también lo disfruta; y ahora tengo la inmensa felicidad de poder jugar con mi bebé. Gracias a Internet puedo jugar maravillas como Lineage II o Exteel con amigos que están físicamente muy lejos, pero junto a los cuales puedo soñar a que vivo aventuras.

Todo ello gracias a la magia de los videojuegos. Padres del mundo, escuchadme: dejen a sus niños jugar. Lo peor que les puede pasar es que salgan como yo...


Una vez oí decir en la radio que debía existir un lugar donde confluyesen lo real y lo imaginario, donde hubiese una línea fina que delimitase la existencia del mundo, y creo que ahí estaba, en Déjar. -- Déjar

Eres buena. Te concedo eso. Pero yo? Soy magia. -- Bullseye

¿Y si en vez de planear tanto, volaramos un poco más alto?
Don't worry... I'll catch you.

-- Contacto de Belkys

Si tus rodillas no están verdes al final del día, deberías re-examinar seriamente tu vida. -- Bill Watterson

En 1978, la competencia entre las empresas de juegos era tan feroz como ahora, y las compañías prohibían a los autores que su nombre figurara en los juegos, para evitar la “fuga de talentos”, pero Warren, orgulloso como estaba de su “bebé”, ideó una manera de saltarse a la torera las restricciones de Atari, ocultando su nombre en una pantalla del mapeado, sin quererlo acababa de inventar de paso, los “Eastern Eggs” en los videojuegos, los famosos “Huevos de Pascua”. -- Pixfans (Así comenzó todo) hablando de Adventure

martes, 4 de noviembre de 2008

El Circo


- Bienvenidos sean todos! -clamó el presentador, un hombre de mediana edad, delgado, vestido con una levita roja, pantalones blancos, y botas y chistera negros- Bienvenidos al circo! Esta noche serán testigos de cosas increíbles! Prepárense para vivir emociones que nunca habían disfrutado! Hadas danzarán para ustedes, hombres-lobo harán acrobacias en los trapecios! Dragones harán dibujos en el aire con su aliento de fuego!

La multitud aplaudió, emocionada, mientras el presentador seguía prometiendo maravillas para la noche, hasta que al final salió de la pista tras presentar al primer acto de la noche; una hermosa dama, vistiendo licras de color fucsia que parecían estar envueltas en gasa tan suave como la niebla, entró con una docena de perros, todos idénticos entre sí, y todos ellos caminando en sus patas traseras como si aquello fuera lo más normal...

Mientras todos miraban embelesados como los perros hacían acrobacias, el presentador suspiró. Nunca había disfrutado del acto completo, pues siempre habían cosas que hacer; siempre tenía que estar pendiente de que el circo se mantuviera, sin poder descansar ni una noche... Suspirando de nuevo, se puso su monóculo de rubí, y miró al público

Vió a todos ellos, a cada uno, en la misma posición que estaban antes de colocarse el lente. La mayoría se veían igual que antes, salvo por el leve tinte rojizo que coloreaba sus rostros, pero algo había cambiado en unos pocos: algunos tenían cabezas de animales, quimeras de pesadilla que movían sus fauces en una cruel imitación de la risa; otros estaban desnudos, o con heridas en la piel; a otros más les faltaban los ojos o la boca, o incluso todos los rasgos, o tenían la piel teñida de los más extraños colores...

Siguió viendo hasta encontrar lo que buscaba: un niño que estaba rodeado de un brillante aura blanca. Lo vió reir emocionado, admirando como los payasos hacían sus payasadas en la pista...

Era perfecto.

El presentador guardó su monóculo y entró de nuevo en la pista mientras los payasos se iban montados en un carro diminuto y, mirando a la audiencia, les anunció la presentación del mago. Un individuo pálido, con una rojiza barba de carnero en el rostro, y vestido completamente de negro, apareció a su lado entre una nube de humo, y habló al público sobre las mágicas tierras que había recorrido en su vida.

Mientras el presentador salía de la pista, un par de chicas, de verde piel cubierta por escamas, arrastraron hasta el centro de la pista una pesada caja donde cómodamente hubiera entrado un hombre de pie. Apenas la caja estuvo en su posición, el mago anunció que ahora necesitaría la ayuda de alguien del público, y que dejaría que el azar, el destino, eligiera, usando el número de la entrada de los presentes...

El mago sacó un papel de su sombrero, y dramáticamente, dijo el número del niño.

Emocionado, el ganador se puso en pie, rodeado del aplauso del resto del público, y de las sonrisas de sus padres. Bajó las escaleras de dos en dos hasta llegar a la pista, hasta la caja que el mago había abierto.

Luego de que el niño entró en la caja, el mago la cerró, e hizo unos pases mágicos con su varita. A continuación, y para asombro de todos, comenzó a plegar la caja sobre sí misma: primero por un lado, luego por otro, luego por el primero otra vez... Hasta que al final quedó en sus manos con una caja similar a una caja de zapatos. Levantó la tapa y volteó la caja, y trabajosamente salió de su interior un payaso largirucho, que había sido usado como manguera por sus colegas en el acto anterior.

La multitud aplaudió a rabiar, cada quien hablando con su vecino sobre cómo el mago habría logrado aquello, y dónde estaría el truco. Mientras el público aplaudía, disimuladamente uno de los payasos, un enano regordete, se aproximó con una sonrisa a los padres del niño, indicándoles que lo siguieran. Tras salir de sus puestos, el payaso los llevó hasta donde estaba el presentador, que les dijo que los llevaría hasta donde estaba su hijo.

- Qué pasó con su publicidad? -preguntó la madre al presentador, mientras avanzaban por un pasillo de paredes de lona que se adentraba en el desconocido interior de la carpa.

- Cómo dice?

- Los vimos por casualidad. No sabíamos que estaban en la ciudad. Qué pasó que esta vez no hay publicidad? Es el primer circo que veo que no reparten volantes!

- A veces, el negocio no da chance de hacer todo lo que quisiéramos, señora. Y sin embargo, miren como esta noche la carpa se encuentra llena a reventar. Cosas del circo... Siempre tenemos público.

- Es cierto... -respondió pensativo el padre.

- Cuánto tiempo lleva en el circo? -contraatacó la madre- Debe ser una vida emocionante!

- Desde siempre, señora. No recuerdo otra cosa. Y a decir verdad, no la cambiaría por nada en el mundo, aunque no le niego que a veces me entra añoranza de otra vida, una que no tengo... Pero asumo que eso le pasa a todos, no es cierto? Por aquí, adelante...

El presentador hizo a un lado un pesado cortinaje, dejando pasar a los padres y al payaso, que aún los seguía, a una habitación más oscura que el pasillo que acababan de abandonar. Al entrar, los padres vieron a su hijo desnudo, encadenado a una pared, con una nariz de payaso a modo de mordaza en la boca. Sus miradas pasaron al instante de la duda a la indignación, pero sus quejas y sus gritos murieron con ellos.

Unos dientes largos y amarillentos, los dientes del payaso, abrieron el cuello de la madre, y un pesado mazo, esgrimido por unos brazos a los que no les dió tiempo de ponerle dueño, destrozó el cráneo del padre. Sin esperar, el payaso se sentó en el piso, ante la mirada anegada en lágrimas del niño y sus esfuerzos por gritar, y comenzó a devorar la carne de los padres con el placer de un gourmet. Al fondo, los aplausos del público resonaban...

Un par de monos entraron y arrancaron el cuero cabelludo de los cadáveres, colocándoselos como grotescas pelucas en sus cabezas. El mono que usaba el cabello del padre le quitó el saco al cadáver, sucio de tierra y barro, y se lo colocó, mientras que el mono que lucía el dorado y ensangrentado cabello de la madre se colgó como pudo el desgarrado vestido sobre su cuerpo. Un tercer mono entró, terminando de colocarse la ropa que el chico había usado unos minutos atrás, y los tres juntos salieron renqueando de la habitación por el pasillo por el que los humanos habían entrado dos vidas antes.

El presentador los siguió, y vió como los monos avanzaban hasta el puesto en el que habían estado los padres y el niño. Los vecinos de puesto los vieron como si fueran lo más normal del mundo, e incluso les hablaron, sonrientes, preguntándole al chico si lo había pasado bien.

Cuando un par de horas después la función terminó, los monos salieron del cine junto al resto del público, tres gotas más de agua en una marejada de gente. El presentador los vió alejarse, sabiendo que los alcanzarían en el próximo pueblo, como siempre, luego de que hubieran acomodado lo que fuera necesario acomodar para que sus desapariciones no atrajeran miradas indeseadas.

Como siempre... Desde siempre... El presentador había estado en el circo desde siempre, verdad?

Desde siempre? Pero no había habido un presentador más viejo? En otra vida, en otra época?

En el fondo de su mente, por un momento, un recuerdo de él, con dos personas que podrían ser sus padres, se removió entre el limo que lo cubría. Un recuerdo de la forma en la que una vez, hacía muchísimo tiempo, les había rogado a sus padres que entraran a ver la función...

Todo era confuso en el circo. Molesto por nunca recordar toda la imagen, sacudió la cabeza y desechó el recuerdo, pasando a preocuparse de cosas más apremiantes como alimentar a las sirenas, o comenzar a entrenar al chico para su puesto en el circo, fuera cual fuera.

Mientras el presentador se dedicaba a sus labores, el resto de la tropa comenzó a hacer lo mismo. Silenciosamente, en medio de la noche, los miembros del circo comenzaron a recogerlo.

Esa misma noche, al igual que todas las noches, partirían rumbo a su siguiente destino...


Nunca andes por el camino trazado, pues te conducirá únicamente hacia donde los otros fueron. -- Alexander Graham Bell

En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser. -- William Shakespeare

Entonces, créeme: siempre estaré dispuesto a montarme en la nube que en verdad me toque, aunque exista la amenaza o la certeza de que tendré que bajarme... Siempre preferiré haber soñado que volaba en una nube, a no haber soñado en absoluto. -- Gorka

Puedes llegar a cualquier parte, siempre que andes lo suficiente. -- Lewis Carroll

domingo, 2 de noviembre de 2008

Leo lo que escribí de tí y de mí


Leo lo que escribí de tí y de mí
en esos días de tanta lluvia,
con Bach y los naranjos
de contertulios ante el fuego
y los catarros, las pupas,
las mutuas manías,
advirtiéndonos de aquella bomba colgada
del tiesto de las glicinas
que oscilaba sobre nuestras cabezas
sin llegar a caer,
contenida por el Atlante de la risa
y el lujo inaudito
de poder ignorarnos,
de tener tiempos muertos,
de no abundar en preguntas y respuestas
cuando había tanto que disfrutar del silencio.

Desde entonces hasta ahora
los atlantes se nos han vuelto anémicos
y quién sabe si ésos fueron y serán
nuestros últimos días de lluvia,
pero,
de todas formas,
me sigue gustando leer lo que escribí de tí y de mí,
en especial lo de tu imagen con bufanda
volviendo de comprar la leche y el pan,
y la mía con sonrisa y pijama de osos pandas
saludándote desde el balcón.


(Original de Almudena Guzmán, sacado de Capochoblog)


Todos somos cautivos del tiempo, y rehenes de la eternidad. -- Corazones en Atlántida

Todos recordamos los cuentos de nuestra infancia. El zapato le cabe a cenicienta, la rana se convierte en príncipe, a la bella durmiente la despiertan con un beso... Érase una vez y vivieron felices, la materia de la que están echos los sueños. El problema es que los cuentos no se hacen realidad; las otras historias, esas que comienzan en noches oscuras y tormentosas y tienen un final atroz, son las que parecen convertirse en realidad. A quien inventó eso de "y vivieron felices", habría que darle una paliza. -- Grey's Anatomy

Estoy perdido en el laberinto de mis propios sentimientos. Todos los caminos me llevan a tí y sin embargo, yo busco la salida lejos de tí. Será que en realidad eres mi destino, mi puerto final? Dicen que la vida es una gran pregunta que no tiene respuesta, no me voy a preguntar entonces por qué me dirijo hacia tí; simplemente voy a cerrar los ojos y a dejarme llevar. -- Rebelde Way