lunes, 19 de abril de 2010

Me cansé de tí...


Cláusula de exención de responsabilidad: El texto siguiente no necesariamente representa la opinión de este blog, sino los desafueros de su autor. No necesariamente todo lo escrito en el artículo, incluyendo pero no limitándose al cuerpo del mismo y a su título, proviene de experiencias personales del autor. Blogs, entrevistas, pensamientos y desvaríos han sido molidos para conformar todo lo que a continuación aparece escrito, por lo que agradecemos que no quemen nuestro local, ni escupan a la cara de nuestro staff.

Cuál es el secreto para no cansarte de alguien?

Toda relación, sea amorosa o de amistad, comienza con dos personas que se atraen una a la otra. Quizás por el atractivo físico, quizás por el atractivo intelectual, o por intereses comunes, o por cubrir cierta necesidad... El caso es que una relación puede comenzar por las razones más equivocadas posibles, y luego ir madurando, o fracasar cuando ambas personas -o una de ellas, o tres- se dan cuenta que, realmente, sus necesidades no están cubiertas.

En numerosas fuentes comentan que el Amor Pasional -que es esa primera fase del amor, iniciado por la atracción- dura solo unos dos o tres años. Al cabo de ese período, la pasión como tal disminuye o hasta desaparece, y el amor evoluciona o se acaba.

A medida que el amor madura, se adquiere más compromiso, y se convierte en Amor Formal -o como quieran llamarlo-, basado más en el cariño, el respeto, la convivencia y la cercanía que en el atractivo físico.

Es justo en ese punto de inflexión del amor que las mayorías de las parejas terminan. Es ese período lo que da lugar a la famosa "Crisis de los tres años" que casi todas las parejas atraviesan: es un período en el cual la relación debe reinventarse o morir; es un período en el cual la pareja ve que lo que antes les atraía, ahora les repele, o como mínimo les cansa.

Porque todo termina cansando...

Bien dice FreeWill en Opinador Dañado (que de Opinador tiene mucho, y de Dañado bien poco), que hasta la belleza cansa:

No importa lo atenta que ella sea…
No importa que tenga tremendo culo y tremendas tetas…
Ni lo coqueta que sea…
Ni lo picara que parezca…
Nada de eso importa, porque si de algo puede usted estar seguro es que existe un hombre que está aburrido de ella. Que ya no le aguanta ni uno de mas de sus berrinches, ni uno mas de sus desplantes.
Parece mentira por mas deseable que una mujer este, tarde o temprano terminamos aburriéndonos de ella y empezamos la búsqueda de otra que este mejor o que sea menos cansona. Pero esa búsqueda siempre es un desperdicio de tiempo porque al final regresamos a lo mismo.
Y pensar que hicimos hasta lo imposible por conquistarla, y de pronto un día ya no nos inspira ni un mal pensamiento.
Porque hasta la belleza cansa.


Quizás sea exagerar la nota, pero no puedo evitar pensar en la forma en la que, luego de un atracón de carne a la parrilla, no quieres ni ver otro filete, aunque solo dos horas antes estabas babeando por uno.

O la forma en la que, tras tener sexo con alguien, luego esa persona -a veces, lo reconozco- está sobrando...

Será en es solo eso? Será que ya obtuvimos lo que queríamos de la relación -besos, abrazos, querencias, sexo- y nos cansamos de la misma? Será que ese período, esa evolución del amor, es sencillamente sincerar las nuevas metas de cada individuo, ahora que las anteriores ya no lo llenan?

Hasta ahora, la única respuesta que tengo para -medio- responder la interrogante con la que abrí el escrito es: El secreto para no cansarte de alguien es no verlo siempre. Bien lo resumía Honoré de Balzac:

"Es más fácil quedar bien como amante que como marido; porque es más fácil ser oportuno e ingenioso de vez en cuando que todos los días".

A lo mejor es eso. O a lo mejor es que, sencillamente, no te da chance de cansarte de la relación de amante, de cubrir la cuota máxima de aquello que estabas buscando, por el simple hecho de que no lo tienes cada vez que quieres. Quizás sea por eso que, para los amantes, los problemas empiezan cuando se enamoran, no creen?


El hombre y la mujer han nacido para amarse, pero no para vivir juntos. Los amantes célebres de la historia vivieron siempre separados. -- Noel Clarasó

Los hombres de acción son pródigos con sus amantes porque sólo disponen de muy poco rato para estar con ellas, y no tienen tiempo de sufrir, lo necesitan todo para ser felices. -- Gina Kaus

Amante suena a secreto, a misterio, a prohibido… -- La Vida

Callad, amantes, y ocupad el labio con el beso. No pronunciéis palabras vanas mientras se busca vuestro corazón en otro pecho, jadeante y pobre como el vuestro, ya al filo de la aurora. -- Antonio Gala

- Ayer estaba pensando en hacerle el amor de nuevo.
- Qué? Ya le has hecho el amor?
- No, vale, ojalá. Lo que ya había hecho era pensar en hacérselo.


miércoles, 14 de abril de 2010

Gracias por morir


"Murió bañado en sangre en las calles de Caracas".

De pana que, aunque excesivamente trágico y novelero, esta frase adorna cada vez más los periódicos de nuestro país, y con seguridad del mundo -puedes cambiar "Caracas" por la ciudad de tu preferencia-, aunque quizás no tanto como aquí.

Pocas cosas más feas podemos imaginarnos que eso: Vamos tranquilamente a nuestra casa, una tarde-noche, con una canilla bajo el brazo y una pelotica 'e goma para nuestro hijo, cuando de repente unas balas con destino equivocado nos hacen un recorte presupuestario de vida a lo bestia. Ya, se acabó, tus planes no me importan.

Bueno, peor aún: Estamos en casa, mirando el reloj esperando a que papá, nuestro esposo, nuestro hijo, llegue a casa. Pero no llega. No reponde al celular. No respira, aunque eso aún no lo sabemos. Nunca más oiremos su voz, nos reiremos de sus bromas, sentiremos sus brazos alrededor nuestro, o uno de sus besos en nuestra mejilla.

De pana que lo anterior fácilmente califica como tragedia. Acabóse. Fin de mundo.

Pero por qué?

"Murió en su cama, dormido. Ni siquiera se enteró, el pobre". "Murió atrapado en una balacera entre choros". "Cáncer". "Comenzó a sangrar". "Los doctores no supieron qué era". "Sí, fué un ataque al corazón". "Un paro respiratorio. Le quedaron los ojos saltones". "Murió de viejo".

De acuerdo, la persona se murió. Pero no era ese su destino? Qué acaso lo único seguro en la vida no es, precisamente, la muerte?

Muchas veces despierto en la noche, bañado en sudor, sin recordar si me despertó una pesadilla o un temblor. Y en esas largas noches de vigilia, que es cuando a uno le dá por ponerse filosófico, cuando la sombra de la muerte me asusta un poco.

Se te atoró algo en la garganta. Te caíste por un barranco. Te moriste del susto. Te clavaron un lápiz por el ojo. Te atropelló un carrito de helados. Te engañaron y moriste por un corazón roto. Lamentables todas, pero así es la vida.

Y no me vengan con que "es que murió antes de tiempo". Acaso alguien sabe cuándo morirá? Yo asumo que un cálculo de que llegaré hasta los ochenta años es posible, y capaz que hasta probable, pero realmente puede ser que me muera mañana mismo. Nadie tiene garantía de cuánto tiempo vivirá...

Ahogado. Envenenado. Decapitado. Atropellado. Comido por un león. Comido por dos leones. Indigestado luego de comerte un león. Quemado. Derretido. Fundido. Congelado. Balaceado. Cortado. Molido. Desangrado. Degollado. Destripado. Harakirizado. Aplastado. Paralizado. Desintegrado.

Si bien es cierto que unas muertes parecen mejores que otras, el caso es que, de poder elegir, yo no elegiría ninguna. Es una mezcla de la inevitabilidad, la incertidumbre, la incapacidad de detenerla, la imposibilidad de negociarla.

Hagamos lo que hagamos, todos pasaremos por ella...

El caso es que creo que no le tenemos miedo a la muerte en sí, sino a todo lo que representa. Tememos a que nos duela, o a que suframos, durante la muerte. Tememos a lo que dejaremos por hacer, sin cumplir. Tememos al dolor que le causaremos a nuestros seres queridos. Tememos a dejar a nuestros hijos desamparados. Tememos a no saber qué nos espera. Tememos a dejar de existir.

Tememos al cambio.

Será que cada vez que cambiamos algo, morimos un poco?


Seré el sabor de un beso en el mar,
Un viejo proverbio sobre como olvidar,
Seré inmortal porque yo soy tu destino.

-- La Oreja De Van Gogh (Inmortal)

Somos las semillas de las leyendas, pero nuestros verdaderos orígenes son desconocidos. Nosotros sencillamente somos. -- Connor MacLeod (Highlander: Endgame)

domingo, 11 de abril de 2010

TuTwit


Parte del encanto de Twitter -los que no sepan qué es tendrán que esperar a otro post- consiste en poder usarlo desde nuestro celular. Sin embargo, el servicio de "tuiteo" celular sólo está disponible en algunos países, y Venezuela no es uno de ellos.

Existen varias opciones para poder tuitear desde nuestro celular: una es mudarnos de país; otra es instalar un cliente Twitter en nuestros celulares, si es que estos lo permiten; la tercera es usar un servicio de terceros para poder publicar y leer tweets vía SMS. Es esta tercera opción la que nos trae aquí hoy.

TuTwit es un site que se conecta directamente a Twitter, y nos permite tanto publicar tweets como leer los tweets de los autores que seguimos. En principio, el costo del servicio es bastante bajo -se cobra por mensaje- y hasta ahora me ha funcionado excelentemente.

Las instrucciones del site son bastante claras: crea una cuenta o conéctate con tu cuenta de TWitter, ingresa tu celular, haz una configuración mínima -por ejemplo, el número máximo de tweets a recibir al mes-, y listo.

De momento no he activado la recepción de tweets -no quiero quedarme sin saldo, y realmente no me interesa recibir mensajes a cada rato-, pero parece bastante configurable, permitiendo indicar los autores de los que queremos recibir tweets. La publicación vía SMS sí que la he probado, y funciona de maravilla.

Así que la próxima vez que una chica llame "pastelito" a alguien a mi lado, podré fastidiarlo de inmediato. No es adorable?


Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio: no lo digas. -- ##Solo mis Frases "Celebres"## (Calla)

Porque así evito que se me acerque la gente estúpida ¿Me guardas un secreto? Creo que la gente que se ríe de mí y me evita sólo porque yo lleve el pelo de esta manera no vale nada. Es una suerte que esas personas se mantengan alejadas de mi y que sólo se me acerquen para sacarme una foto y hacerme una broma. -- Sigmundo (Diario Tres)

martes, 6 de abril de 2010

Sexto Sentido


- Papá, te están hablando...

Miré sin comprender a mi pequeño hijo, agarrado de mi mano, mientras caminábamos por un atardecer de nuestra ciudad. Me estaban hablando? Miré a nuestro alrededor, confundido, buscando algún rostro que nos estuviera viendo, quizás sonriendo, quizás con el rostro indignado de quien ha sido ignorado.

Estábamos solos en la calle.

Mirándome fijamente, imagino que tratando de entender por qué un adulto torpe como yo no era capaz de entender lo obvio, mi hijo me repitió, con un deje de impaciencia en su su tierna voz:

- Papi, que te están hablando...

Me quedé mirándolo, sin comprender -pensando que, en efecto, no era otra cosa que un adulto torpe- cuando de repente, me imaginé lo inimaginable. Un escalofrío gélido recorrió mi espinazo, mientras una idea imposible se abría paso hacia mi mente racional.

Los niños, con su mente inocente, y su muy especial forma de ver el mundo, muchas veces ven lo que los adultos no. Cuántas veces, en cuántas películas, en cuántos correos spam, no ha ocurrido lo mismo? Que el bebé, el niño, llora porque siente algo a nuestro alrededor, mientras que la mente cuadrada del adulto lo ignora? Que el niño, con su mente soñadora y su alma inocente, es capaz de ver, conversar, y hasta jugar, con espíritus, con sombras de los que se han ido, con recuerdos que se niegan a irse?

Sentí como una gota de sudor resbalaba por mi sien, mientras mis rodillas flaqueaban. A quién estaría viendo mi pequeño?

- Pero papá, no vas a atender?

Entonces recordé mi celular. Ese mismo celular que -los que me conocen lo saben dolorosamente bien- nunca escucho. Ese mismo celular que, al estar en mi bolsillo, mi hijo tenía casi exactamente a la altura de su oído. Ese mismo celular que, me dí cuenta cuando lo saqué del bolsillo, tenía una llamada perdida, como de costumbre. Que cagada!

- Papi, quién era?


Veo gente muerta... -- El Sexto Sentido

Qué es un fantasma? Un evento terrible condenado a repetirse una y otra vez. Un instante de dolor, quizá. Algo muerto que parece por momentos vivo aún. Un sentimiento, suspendido en el tiempo, como una fotografía borrosa, como un insecto atrapado en ámbar. Un fantasma, eso soy yo. -- El espinazo del Diablo

viernes, 2 de abril de 2010

Qué vas a extrañar de mí cuando me vaya?


Varias cosas se han juntado para que escriba este pequeño artículo (realmente, un cuasi meme): primero, que ya llevo tiempo sin escribir nada, por el desorden que ha significado el cambio de trabajo, y ya tenía ganas de sentarme al teclado a poner palabras congruentes, en lugar de código o hechizos; segundo, el hecho del cambio de trabajo per-sé; tercero, un memito que me mandó una amiga preguntándome qué le diría si supiera que solo le queda un día de vida (mi descorazonada respuesta fué que le pediria dinero prestado. Otras fueron mejores, pidiéndole -claro- otras cosas); cuarto, un escrito que me conseguí por ahí; y para de contar...

Desde pequeño me han dicho lo valioso, lo bueno, lo especial que soy. Ahora de grande estoy claro en que no soy valioso, menos bueno, y mucho menos especial. Sin embargo, la gente a mi alrededor como que siguen pensando así, por mucho que me esfuerzo en sacarlos del error.

A pesar de los golpes que me da la vida, vivo seguro de que me está dando mucho más de lo que merezco: mejores trabajos, mejores sueldos, mejores familias, mejores amigos, y especialmente mejores amigas. Será que por tener tantas cosas buenas, me acostumbré a no valorarlas en todo su explendor, y es por eso que siento que no me las merezco? O será que, sencillamente, tengo algún desorden psicoautomisantrópico que hace que vea cosas donde no las hay?

Siento que hoy en día no hago nada por mi familia, y sin embargo ahí están, queriéndome y viéndome como alguien importante y bueno; tengo a mis amistades abandonad@s, y sin embargo me buscan y me quieren; llevo un mes sin hacer nada importante en el trabajo, y todos ya opinan que soy el último papelón con limón del desierto...

Más bien, aquellas cosas a las que de verdad les he parado bolas, son las que peor me van. Será que sólo me importan los imposibles? O será que tengo mala mano? De pana que no lo sé, pero quisiera averigüarlo.

Así que te pregunto, oh tú que has pasado por aquí, y con la intención de que me respondas como más rabia te dé (incluyendo comentarios en el blog): por persona, por amigo, por familia, por el trabajo, por los estudios, por amante, por enemigo, por mi blog, por los juegos, por lo que sea que me conozcas y me recuerdes, por todo eso y más, dime...

Qué vas a extrañar de mí cuando me vaya?


Siempre sus deudas paga el calderero:
paga una vez cuando lo ha comprado,
paga doble a quien le ha ayudado,
paga triple a quien le ha insultado.

-- Patrick Rothfuss (El nombre del Viento)

Algo malo debe tener el trabajo, o los ricos ya lo habrían acaparado. -- Cantinflas (@ Buena Frase)

Me porté mal con el cosmos. Viví todo el día sin preguntar por nada, sin sorprenderme de nada. Realicé acciones cotidianas como si fuera lo único que tenía que hacer. -- Wislawa Szymborska (@ fluidoazul)