martes, 24 de febrero de 2009

Cumplir un año menos


Vuelve a ser mi cumpleaños
y en mi casa habrá dos platos
aunque sepa que esta vez tú no vendrás;
Sólo quiero de regalo
dar la vuelta al calendario
para que estos años pasen hacia atrás.

Yo cumpliría un año menos
y al soplar daría fuego
a las velas que pusiste en el pastel;
Tras invierno vendrá otoño
tras Septiembre vendrá Agosto
y mañana será un poco más ayer.

Para qué quiero palabras si ya no te canto a tí?
Para qué quiero mis labios si tus besos los perdí?
No quiero mis primaveras si no crecen tus violetas,
desde hoy creceré hasta que nací.

Volveríamos al día
más feliz de nuestra vida
y otra vez sería la primera vez;
A mis ojos volvería
cada lágrima caída
sobre el telegrama urgente de papel.

Las noticias contarían
que las balas regresaron
a esas armas que apuntaron a matar;
Volverían a la vida
las voces que disentían
y con ellas algo más de libertad.

Para qué quiero palabras si ya no te canto a tí?
Para qué quiero mis labios si tus besos los perdí?
No quiero mis primaveras si no crecen tus violetas,
desde hoy creceré hasta que nací.

Y para qué quiero yo el aire si tu aliento no está aquí?
Para qué quiero mis manos si no te tocan a tí?
No quiero mis primaveras si no crecen tus violetas,
desde hoy creceré hasta que nací.


(Letra de "Cumplir un año menos", de La Oreja de Van Gogh)


Quizás estaba escrito... -- Jamal Malik (Slumdog Millionaire)

Estaba pensando que nada dura, y que eso es una pena... -- Benjamin Button (The Curious Case of Benjamin Button)

Estamos destinados a perder a la gente que amamos. De qué otra forma podríamos saber lo importantes que son para nosotros? -- Mrs. Maple (The Curious Case of Benjamin Button)

Nuestras vidas son definidas por las oportunidades... Incluso aquellas que perdemos. -- Benjamin Button (The Curious Case of Benjamin Button)

jueves, 19 de febrero de 2009

Las novias de mis amigos...


Anda, sin miedo, y pregúntale a cualquier carajito que te consigas por ahí. La respuesta, sin duda, será siempre la misma:

"No, vale. Las novias de mis amigos son hombres para mí. Y aunque hayan terminado, igual son intocables".

Muchos jóvenes -y no tanto- se rigen por este código de conducta: cualquier chica que esté saliendo o haya salido con un amigo -en esa edad en la que aún se hacen amigos- se convierte inmediata e irrevocablemente en anatema.

Yo? No opino lo mismo... Lo considero estúpido.

Reconócelo. Tan difícil que es encontrar un amor sincero, pleno y duradero; tan corta que es la vida; tan difícil que es encontrar a alguien atractiva e interesante con quien quieras no solo pasar una noche, sino además amanecer; tantos obstáculos que puede tener que afrontar el amor -si no me crees, mira un capítulo de cualquier telenovela- y vamos a venir nosotros a hacerlo más difícil, a crear más obstáculos?

Te respeto si sostienes ese motto mientras la chica está con tu amigo: no la veas, no le hables, no te le acerques, no la roces.

(Ni siquiera emitas opiniones sobre ella, porque si le dices a tu amigo que está buena, se quejará de que la buceas, y si le dices que no lo está, se quejará de que le estás diciendo fea).

Pero luego de que terminaron? Oye, haya sido por lo que haya sido, tuvieron su oportunidad, y no resultó. Algo no funcionó, y hasta ahí llegó la historia. A lo mejor ni se ven más nunca, verdad...? Por qué vas a evitarte el placer de darle una oportunidad a la vida con ella?

Y si no me crees -que es lo más probable-, que conste que no es porque yo esté equivocado. Es sencillamente que has tenido la suerte o la desgracia de nunca haberte enamorado de la chica -o ex- de tu amigo. Si te hubiera ocurrido, si el corazón se hubiera acelerado solo de pensarla, o si el deseo hubiera creado arcos voltaicos entre ustedes, o si tu corazón y el de ella hubieran latido al unísono... Créme que te las hubieras arreglado para convencerte primero a tí, y luego a tu amigo, de que todo estaba bien, y eso era lo correcto...

Yo? Créeme que si cometes el error de soltarla, si la llegas a tratar como menos que la reina que es, si la pierdes por la razón que sea, allí estaré...


Porque la vida no es así
como la pintan por ahí
El amor tiene otro color

-- Las Chicas del Can (Nada común)

La vida es corta. Ten un affair. -- Married Dating & Affairs

Son muchos los esclavos que nunca han visto sus cadenas, ni jamás entenderían que las tienen.

Siempre apareces para esconderte y dejarme con ganas de más... -- Gorka

martes, 17 de febrero de 2009

No confundas "el deber" con lo que las otras personas esperan de tí


Les recomiendo que de vez en cuando se paseen por el Blog de Soronthar, pues se pueden encontrar joyitas como el artículo sobre "El Arte de Programar". El último hallazgo con el que se tropezarán allí está titulado "No confundas 'el deber' con lo que las otras personas esperan de tí", y en él Soronthar comparte -a modo de complemento a una conversación personal- un fragmento de "Time Enough for Love", de Robert Heinlein, sobre el cual asegura que ha influído mucho en su vida.

Les presento ahora yo el fragmento traducido por Soronthar (y aquí, también por manos de él, el original en inglés). Ojalá lo disfruten la mitad de lo que yo lo hice...

* * *

No confundas "el deber" con lo que las otras personas esperan de tí; son cosas totalmente diferentes.

El Deber es la deuda que tienes contigo mismo de cumplir las obligaciones que has asumido voluntariamente. Pagar esta deuda puede significar desde años de trabajo arduo y paciente, hasta estar dispuesto a morir en cualquier momento. Puede que sea difícil, pero la recompensa es el respeto propio.

Pero no existe ninguna recompensa en hacer lo que los demás esperan que tu hagas, y hacerlo no es solamente difícil, sino imposible. Es más fácil tratar con un ladrón que tratar con una sanguijuela que quiere "solo unos minutos de tu tiempo, por favor - esto no tomara mucho"... El tiempo es tu máximo capital, y los minutos de tu vida son penosamente pocos. Si tú te permites caer en el vicio de aceptar esas peticiones, pronto se convertirán en una avalancha en la que estos parásitos usarán el 100% de tu tiempo -y demandarán aún mas!

Asi que aprende a decir no - y a ser agresivo al respecto cuando sea necesario.

De otra forma no tendrás tiempo para cumplir con tu deber, o hacer tu propio trabajo, y seguramente no tendrás tiempo para el amor y la alegría. Las termitas roerán toda tu vida y no dejarán nada de ella para tí.

Esta regla no significa que no debes hacer favores a tus amigos, o incluso a extraños. Pero la elección debe ser tuya. No lo hagas porque es lo que "se espera" de tí.


Lo mejor acerca de actuar es que puedo dejarme llevar como otro personaje y además ser pagado por ello. Es una gran forma de relajarse. -- Leonardo DiCaprio

No sabes decir qué está mal -dijo- porque el matrimonio es todo aquello que esperaste que fuera. -- Brad Pitt

sábado, 14 de febrero de 2009

Sombras nada más


- Qué fué eso?

Isabel miró nerviosa hacia la cocina del departamento, donde juraría que había visto moverse una sombra. Siempre que veía películas de terror, terminaba escuchando ruidos y viendo cosas que no existían...

- Quédate tranquila -dijo Jorge-, que no es nada. Estás asustada por la película, eso es todo. Ahora, calladita, que la peli está interesante.

Jorge se concentró de nuevo en la película, e Isabel trató de hacer lo mismo, pero con escaso éxito. A pesar de tratar de concentrarse en la trama del film, su mente continuaba con la molesta costumbre de -cual inevitable tic nervioso- seguir convenciéndola que en la cocina sí había algo.

Tratando de buscar derroteros más seguros para sus pensamientos, Isa se entretuvo recordando lo estúpida que era. Nunca le habían gustado las películas de terror, y sin embargo siempre se dejaba convencer por Jorge para verlas. Peor aún, como él sostenía que la atmósfera era importante, siempre las veían con todas las luces del apartamento apagadas. Como ahora.

Isabel ladeó el rostro y miró de nuevo hacia la cocina. Esta vez no captó movimiento, pero hubiera jurado que veía claramente el contorno de una sombra. Un hombre? Un monstruo? Qué sería peor?

"Idioteces", se dijo a sí misma, y se obligó a mirar de nuevo la película. En ella, la protagonista -obviamente sola- deambulaba por una casa -obviamente a oscuras-. Qué acaso en ninguna película de terror sabían lo que era una linterna, de esas grandes, de acampar, que iluminarían toda la casa? Por qué ninguna de las casas de esas películas tienen nunca luz eléctrica?

Los escalones crujieron bajo el peso de la actriz, y la música fué in crescendo hasta que Isa no pudo soportar más la tensión. Justo cuando la chica en la pantalla abría la puerta tras la que seguramente se encontraba agazapado el monstruo que la devoraría, Isabel alcanzó de dos saltos el interruptor de la luz de la sala. Antes de que Jorge hubiera podido reaccionar, las luces se encendieron, iluminando no solo la habitación en la que se encontraban, sino aquellos cuartos que estaban alrededor.

La sombra humana que Isabel había visto en la cocina ya no estaba. La luz la había espantado y había dejado en su lugar solamente una nevera donde la luz que entraba por la ventana proyectaba sombras chinescas de la ropa que se estaba secando en el tendedero...

Sintiéndose una completa idiota, pero al mismo tiempo encantada de sentirse tan tranquila, Isa resbaló por la pared donde estaban los interruptores hasta terminar arrodillada en el suelo, llorando y riendo al mismo tiempo. Jorge se acercó a ella -sin olvidar pausar la película- y con una cara de preocupación que hubiera resultado graciosa en otras circunstancias, la acosó a preguntas.

- Estás bien? Qué te pasa? Mi amor, qué tienes? Te asustó mucho la película?

Isabel lo miró a los ojos, y sonrió.

- Estoy bien, mi vida -le dijo- pero NUNCA MÁS voy a volver a ver una película de esas contigo! La próxima vez que quieras ver esa mierda, la verás sólo!

Jorge se quedó viéndola fijamente, y unos segundos después ambos estallaron en histéricas carcajadas. Comenzaron a besarse, calmándose, y riéndose de los temores de una y de las preocupaciones del otro... Unos minutos después, sus cuerpos desnudos jugaban en la cama, apagada la televisión y olvidada ya la película y los miedos...

* * *

La sombra se recriminó mentalmente. Había estado cerca... Debería haber sido más cuidadosa, haber evitado moverse. Pacientemente -pues paciencia es lo que le sobraba- esperó hasta estar segura de que la pareja se había dormido antes de acercarse al dormitorio...


Sombras nada más, acariciando mis manos
Sombras nada más, en el temblor de mi voz
Pude ser feliz y estoy en vida muriendo
y entre lágrimas viviendo
el pasaje más horrendo
de este drama sin final

-- Javier Solís (Sombras nada más)

No se trata de ver para creer, sino de creer para ver... Crea! -- Aurora (El Orfanato)

Yo escucho voces en mi teléfono! -- Ani
Bueno, para eso son, no? -- Gorka

lunes, 9 de febrero de 2009

Lucania


Hace un par de noches, la noche nos encontró compartiendo recuerdos con mi familia, en lo que aún -duélale a quien le duela, y me gustaría saber por qué- es mi casa. Salieron muchos cuentos e historias, pero la que más se me grabó fué la de un barco llamado "Lucania".

El "Lucania" fué un buque, un trasatlántico italiano, construido en 1930 en los astilleros de Cammel-Laird & Co.Ltd., Birkenhead, Reino Unido (nº 966), con el nombre de "Prince Robert" para la Canadian National Steamships. Cubrió la línea Vancouver-Victoria y Seattle, en la costa de la Columbia Británica. De ahí, años después, pasó a ser utilizado en viajes turísticos a Alaska, y luego, en 1940, fué convertido en un crucero auxiliar durante la guerra, al ser requisado y remodelado por la Royal Canadian Navy para tal fin -cometido que cumplió de forma ejemplar, patrullando y escoltando barcos de transporte de tropas desde Canadá y los Estados Unidos hacia el Pacífico, y llegando incluso a interceptar y capturar al carguero alemán "Weser" en las costas de México-.

Con el pasar de los años, el "Prince Robert" siguió sufriendo modificaciones para convertirlo en un crucero antiaéreo, y brindarle capacidad en contra de los submarinos. Patrulló el Reino Unido, Gibraltar y la costa occidental africana, el Mediterráneo y el Pacífico, e incluso llegó a Hong Kong como parte de la flota inglesa de reocupación. Tras liberar Kowloon, regresó a Vancouver con los ex-prisioneros de guerra canadienses liberados. El 10 de diciembre de 1945 fue dado de baja en la Marina del Canadá.

Poco tiempo después fué vendido por la War Assets Corporation a la Charlton Steam Shipping Company Ltd., de Londres, y fué llevado a Southampton y luego a los astilleros belgas de la Beliard Crighton de Amberes, donde fué modificado hasta convertirlo en un buque de emigrantes, siendo rebautizado como "Charlton Sovereign". Bajo ese nombre, y alquilado a la International Refugee Organisation, realizó viajes con refugiados desde Bremerhaven y Nápoles, a Sydney, Río de Janeiro, Halifax y Centro América, eventualmente recalando -en 1949, por primera vez- en el puerto de Santa Cruz de Tenerife.

Tras pasar por Liverpool y Bremerhaven, en 1951, fué arrendado por la Compañía Panameña de Navegación Ltda. para hacer un viaje de peregrinación desde Orán y Bone hacia Jeddah para seguir a continuación hasta Port Sudan. A su regreso partió hacia Génova, siendo adquirido por la naviera italiana Fratelli Grimaldi. Sus nuevos propietarios lo enviaron a los astilleros franceses de la Societe Provençale des Constructions Navales, de Marsella, donde se le efectuaron obras de mejora, y se le cambió el nombre -al fin!- a "Lucania".

Durante los años de la emigración europea a Venezuela, el puerto de Santa Cruz de Tenerife, en las Islas Canarias (España), se convirtió en escala de numerosos buques italianos en su camino de Italia a Venezuela. Uno de dichos buques fué el "Lucania", puesto en servicio entre Italia y Venezuela vía Barcelona, Santa Cruz de Tenerife y Curaçao.

El Martes 1 de Diciembre de 1953, hizo su primera escala en el puerto tinerfeño atracando a las 12,30 horas en el Muelle Sur. Después de embarcar al pasaje y suministrar, partió hacia La Guaira, haciendo el primero de numerosos viajes a través del Atlántico, en los cuales trajo numerosos emigrantes europeos a Venezuela, tierra de posibilidades...

Su viaje acabó en 1961, cuando el "Lucania" fue retirado del servicio y amarrado hasta que en 1962 se desguazó en Vado... Pero toda esta historia viene a cuento porque, en uno de esos numerosos viajes, en el año 1955, el "Lucania" trajo entre los muchos inmigrantes que valientemente se arriesgaron a abandonar su patria, a uno en quien tengo particular interés.

Mi papá.

Dado que no soy producto nacional -más bien, fuí ensamblado en Venezuela, pero hecho con partes 100% importadas-, indirectamente le debo mi vida -al menos, la vida como hoy la conozco- a ese valiente buque, guerrero de mil batallas, explorador y vigilante, guerrero y viajero. Gracias, "Lucania", gracias en nombre mío, y de los cientos de miles de personas en cuya vida, sin saberlo, influiste...


(Fuentes: "Lucania", en Escobén, y mi papá).


Yo con Dios tengo un trato: yo no hago milagros y él no desarrolla software. -- Gorka

No podemos evitarlo, uno no elige a quién ama... Pero tampoco podemos negarlo: duele. -- Gambit

Sí... La he besado... La he besado... Y aún así, siempre me quedo con ganas de más. Parece que siempre me falta otro beso de ella. -- Gorka

lunes, 2 de febrero de 2009

Resident Evil: Omega


Alice se incorporó lentamente, observando con cuidado sus alrededores. Sus músculos ardían por la tensión y el esfuerzo al que había estado sometida, pero aparte de eso se encontraba perfectamente: la sangre que salpicaba todo su cuerpo no era de ella.

El suelo que la rodeaba estaba sembrado de cadáveres putrefactos. Manos, pies, sangre y vísceras decoraban las paredes hasta donde alcanzaba su vista... Pensó con dolor que los nervios jugaban malas bromas a veces: no recordaba haber matado a todos esos infectados.

Aunque "matado" no era la palabra correcta...

Un virus se había liberado -por accidente?- dentro de las instalaciones de investigación a las que pertenecía, convirtiendo a todos aquellos infectados en especies de zombies, cuerpos animados que sólo pensaban en cubrir las necesidades más básicas de sus organismos -como comer-, meras sombras de lo que una vez fueron.

Alice, una de las pocas supervivientes, llevaba horas tratando de escapar de las instalaciones. Había tenido que "matar" -sigamos usando la palabra, a falta de otra mejor- a verios de sus amigos y colegas, gente que conocía desde hace años. También se había enfrentado a perros muertos, y criaturas más asquerosas aún.

Mientras avanzaba buscando una vía de escape, vió la tapa de la alcantarilla. Había corrido por pasillos, atravesado puertas, colgado de tubos de aire acondicionado, reptado por ductos, y todo ello con zombies pisando sus talones... Qué más necesitaba soportar?

Obviamente, las alcantarillas.

Levantó lo más silenciosamente que pudo la pesada tapa, e introdujo su cuerpo en la abertura. Una nube de mosquitos, o algún otro insecto, salió de la abertura en busca -estaba segura- de mejores olores. Ignorando sus picaduras, volvió a colocar la tapa en su sitio, y saltó hacia la oscuridad.

Mientras avanzaba con sus pies chapoteando en los desechos de la instalación, Alice no podía dejar de escuchar los gritos -algunos seguramente de zombies, otros inequívocamente de personas normales como ella- de las criaturas que deambulaban sobre su cabeza. Rezando interiormente para no haber errado su camino, y para no encontrarse con algún cocodrilo zombie, Alice siguió su loca carrera por las alcantarillas.

Tras deambular en la oscuridad por lo que parecieron horas, se arriesgó a subir las escaleras a otra alcantarilla, y se vió recompensada con verse cerca de una de las salidas del complejo. Sin perder el aplomo, y aún cerciorándose de que cada paso que diera no la dirigiera de cabeza a un callejón sin salida o a una trampa de los infectados, Alice recorrió los pocos pasillos que la separaban de su libertad.

Cuando al fin llegó a la salida, se detuvo un momento al lado del controlador de la compuerta. Por muchas ganas que tuviera de salir, no podía permitir que los infectados la siguieran al mundo exterior. Luego de presionar algunos botones, una alarma comenzó a sonar, indicando que el laboratorio se cerraría, siguiendo el protocolo de seguridad. Con una última mirada a los horrores que dejaba tras de sí, Alice caminó los pocos peldaños que la separaban de la libertad.

Pesadamente, la compuerta se cerró tras ella.

Alice se permitió una leve sonrisa, mientras la luz del sol acariciaba su piel.

Un leve escalofrío recorrió su cuerpo, justo antes de que el dolor la atenazara. Su pecho se comprimió dolorosamente, dejándola sin aliento, mientras terribles espasmos recorrían sus extremidades.

Se apoyó contra el muro que rodeaba la compuerta, jadeando. Qué era esto que sentía? Los síntomas de la transformación? Eso era imposible, pues ningún infectado la había mordido, o siquiera arañado. Nada había tocado su sangre...

O casi nada. Con desmayo, recordó los mosquitos que la habían picado

El cinismo, el humor negro de la situación, la hizo reír y llorar al mismo tiempo... Mientras un frío punzante se extendía por sus miembros, se arrastró de vuelta a la compuerta, golpeándola desesperadamente. Tanto esfuerzo para salir, cuando realmente debió haberse quedado adentro.

Afuera, era el ser más peligroso que existía. Una amenaza para la vida, para el mundo entero... Sin dudarlo, agarró firmemente su pistola, y la apuntó a su sien. Mientras una lágrima resbalaba por su mejilla, presionó el gatillo...

Sólo un insípido "click" resonó en el silencio de la mañana. En ese momento se dejó resbalar hasta el piso, sollozando quedamente, dejando que la pistola resbalara de entre sus dedos. Había perdido...

Y entonces sintió el hambre...


Resultas agarrado, vuelto puré, aplastado, y tragado. Estás muerto, muerto, muerto. Alguna pregunta? -- Munchkin

Según algunos estudios realizados por neurólogos y científicos americanos el amor no se registra como un sentimiento tal y como lo hace el odio o la alegría, sino como una necesidad, es decir, se presenta de manera muy similar en el cerebro a como lo hace el hambre.