lunes, 7 de diciembre de 2009

De los inútiles


Unos días antes, mientras recorría mis dominios, que ni son míos ni los domino, rumbo al transporte que me llevaría a mi oficina, tuve el horror de ver una escena que me terminó de despertar. Quizás algunos de ustedes ya están imaginando que ví un asesinato, y con seguridad para muchos lo que ví realmente sea una tontería, pero a mí me llenó de desasosiego.

Resulta que me crucé con un par de barrenderos, un hombre y algo que parecía una mujer, dos de esos tan sub-valorados cuidadores de nuestras calles. El tipo estaba sacando sus macundales para ponerse a trabajar, mientras que la mujer ya estaba barriendo. Mientras pasaba a su lado, me fijé en lo que ella estaba haciendo -cosa curiosa, pues normalmente los barrenderos son invisibles para nosotros, a menos que nos atropellen con la escoba- y ahí es que el horror me golpeó.

La tipa había amontonado toda la basura que había recogido en el pedacito que había barrido: mugre, polvo, hojas, y un par de OBNIs (Objeto Basura No Identificado), y lo que hizo a continuación me recordó cuando, en las comiquitas, la persona que está barriendo levanta la alfombra -o a veces la casa completa- y mete la basura bajo la misma. Aunque en verdad esta vez me pareción que la vaina de cómica no tenía nada: la barrendera estaba botando la basura en un hueco en la calle.

El hueco era una alcantarilla.

No puedo llegar a imaginar el proceso mental de la mujer, en verdad. Qué razonamiento pudo haber llevado a esa señora a botar la basura ahí? O sea, tiene el carrito de la basura, con la pala y las bolsas, al lado de ella! No es que se va a herniar buscándolo, verdad?

En verdad la señora no se da cuenta de que está tapando a propósito una alcantarilla con basura? Que en todo caso debería estar sacando la basura de la misma, no metiéndola? Que está ayudando -no, ayudando no, causando!- caos en la ciudad, permitiendo -no, permitiendo no, causando!- que la siguiente lluvia no pueda ser tragada por la alcantarilla en cuestión, por lo que se irá directo al interior de mis zapatos, y a la sala del rancho donde quizás ella misma viva, lo que hará que tenga que ir a quejarse del gobierno, porque por culpa de ellos las alcantarillas no sirven?

Díganme, por favor, que la inutilidad de la mujer los indignó tanto como a mí. Se los pido, díganmelo, para darme cuenta de que el raro, el equivocado, no soy yo. Lo necesito...

Quizás lo peor del caso es que, como siempre, seguí caminando. Sé que debí detenerla -sí, en verdad lo sé-, pero me dió ladilla discutir con una tipa con una escoba en la mano. Me pinté la escena completa, con la mujer obsequiándome con una perla del pensamiento racional, tal como un "y dónde quieres que la meta?", un "métete en lo que te importe", o un "escuálido tenías que ser, que te crees mejor que yo!". Sé que, como dice un amigo, no debí asumir, pero seamos sinceros: qué chance tenía de que la mujer se arrodillara ante mí y, con lágrimas surcando su sucio rostro, me pidiera perdón, arrepentida por la tamaña cagada que había cometido?

No llevaba chance, verdad? Sean sinceros...

Unos días después, llevando a Asier al cole, cuando la camionetica arrancaba luego de recoger pasajeros en una "parada", se escuchó un golpe y una algarabía: resulta que, al parecer, la buseta había tumbado a una señora que se estaba subiendo en ese momento.

Lo siguiente, como es de esperar, fué un pandemonio: la señora le gritaba al chofer, el chofer le gritaba a la señora, otro pasajero le gritaba al chofer, y otra señora le gritaba al pasajero. Desastre total, pero dado que no hubo muertos ni heridos, realmente no hubo mucho que valga la pena contar, excepto quizás una cosa:

La defensa del camionetero fué "Señora, es que no es mi culpa! Yo estaba mirando para el otro lado!".

Hay tantas vainas malas en esa frase, que es digna de repetirla... "Señora, es que no es mi culpa! Yo estaba mirando para el otro lado!". O sea, que no es su culpa el haberla atropellado, por la simple razón de que él, en vez de estar pendiente de lo que le rodea, como corresponde a un conductor prudente, estaba mirando para otro lado, quizás hacia el escote de alguna muchacha.

Paren el mundo, que me bajo. Es decir, que no es mi culpa atropellarte, por la simple razón de que no estaba siendo cuidadoso, no estaba haciendo bien mi trabajo, no estaba a la altura de la responsabilidad que lleva mi puesto? Soy al único al que esa defensa le parece una aberración, un sin sentido, una demostración de la marginalidad mental de ese sujeto?

Al igual que en el caso con el que comencé el escrito, no hice nada: momentos después de la intentona de chafamiento, cuando me iba bajando, pensando en si decirle al tipo el salto atrás que había dado la evolución con él, me dí cuenta de que se encontraba hablando por el celular, y de inmediato pensé en la siguiente excusa, la que usaría cuando atropellase a un niño o desintegrara a una vieja de un carajazo: "Es que no es mi culpa! Yo estaba hablando por el celular!". Asumo que entonces la culpa es del que llamó que ¡oh, desconsiderado entre los desconsiderados! obligó al pobre chofer a atender, haciéndolo así quitarle atención a su ambiente, y todo ello sin tener la consideración de decirle "oye, pero si vas a hablar, estaciónate, no sea que obliteres a alguien con esa máquina mortífera que manejas". Pobre chofer, que ha tenido una vida tan dura, y él que es tan blandito y enclenque...

Te dejo que sigas tu camino ahora, pero te dejo con dos tareas.

Mañana, cuando salgas en la mañanita a la calle, mira a toda esa gente que te rodea, y piensa que, casi con total seguridad, todos ellos son inútiles, gente que no ha pensado jamás en las responsabilidades y deberes que tienen, ni en lo sabroso que es hacer un trabajo como se debe, de hacer las cosas bien.

Mañana, cuando llegues a tu casa en la tarde-noche, mírate en el espejo, y -recordando tus acciones y criterios durante el día- sincérate contigo mismo, y piensa si tú fuiste o no un inútil más...


Mira a tu alrededor. Las cosas no tienen por qué ser así. -- Jerry Weinberg

La diferencia entre un trabajador y un profesional es que un trabajador toma órdenes de su jefe, y un profesional da ideas a sus superiores. Trabajadores son contratados para seguir órdenes. Profesionales son contratados para asegurarse de que la dirección elegida tenga sentido. -- Uncle Bob

Estoy comenzando a pensar que prefiero ser una ciudadana de segunda en cualquier ciudad del mundo a ser venezolana. -- Buena Frase (Verde)

Quiero escribir un libro o una película... Quizás un corto por youtube. Pero necesito una chica, un chico, un perro y un dispositivo para enemas. El perro debe tener mirada de sospecha. -- LuisD

jueves, 26 de noviembre de 2009

Esfuerzo vs. Habilidad


Desde muy chico la gente ha tenido la idea de que yo soy muy inteligente, en parte porque en primaria y bachillerato mis notas fueron superior a la media, en parte -imagino- por lo aburrido de mi conversación. Aún hoy en día hay quien me dice que vaya a "Quién quiere ser millonario?", aunque yo preferiría ir a "Quién quiere ser un super-héroe?".

En mi opinión -que es una de las que más me importa-, solamente soy un engaño. No tanto por lo que sepa -que es menos de lo que crees, y quizás menos de lo que debería- o por lo que deje de saber -que es que jode-, sino porque lo que sé, lo sé sin esfuerzo. Nací con el cerebro retorcido de cierta particular manera que hace que sea muy fácil que entienda y recuerde ciertas cosas, y casi imposible que se me graben otras; pero realmente considero que, ni es particularmente extraño, ni especialmente meritorio, pues es solo algo con lo que nací, y no merezco ni el mérito de haberme esforzado por entrenarlo y mejorarlo.

Al menos, creo que siempre he estado claro de mi verdadero nivel, lo que ha evitado que se me suban los humos a la cabeza sin razón.

A raíz de algunos links compartidos me enteré de las opiniones de varias personas al respecto, tanto desde el punto de vista de crecimiento personal como el de educación de niños, y resulta que el tema es, por lo menos, interesante: es natural para nosotros alabar lo que, hoy por hoy, creo que es el extremo equivocado de la balanza; felicitamos al niño por "ser inteligente" en lugar de por "esforzarse"; decimos de él con orgullo "guao, que buena retención tiene", en lugar de alabar "mi hijo se esfuerza mucho con sus deberes". Al final, termina siendo más valioso un 20 regalado (o pirata, como el del anuncio del cine!) que un 14 ganado con el sudor de nuestra frente.

(Y sí, antes de que me digan "de bolas que un 20 es más valioso, idiota", ya lo sé. Sé que soy idiota...).

Doctor Professor, autor del escrito que nombré arriba, discute en su blog sobre el hecho de cómo en los juegos de acción, tras cada derrota, tenemos que levantarnos, seguir practicando, y mejorar como jugadores, antes de poder pasar el juego. Cualquiera que haya jugado Contra sabrá a lo que me refiero: la primera vez que lo jugamos no pasamos de la primera mitad de la primera pantalla, pero eventualmente mejoramos, y logramos desarrollar la pericia necesaria para atravesar numerosos niveles con numerosos aliens que disparan numerosas armas, usando solo una cantidad nada numerosa de vidas.

Sin embargo con los RPGs eso no ocurre, pues no necesitamos mejorar como jugadores -o al menos, no demasiado-, sino que tenemos que mejorar los personajes. Eventualmente tendrán suficiente nivel y habilidades para eliminar cómodamente a cualquier enemigo, o solucionar fácilmente cualquier problema del juego. En estos juegos, es el tiempo, y no la pericia, el factor determinante. En estos juegos se premia la perseverancia, pero no el esfuerzo como tal. Se premia la "habilidad" innata de tener el tiempo disponible, y la disposición para gastarlo, en algo que ni siquiera se puede llamar "práctica".

Es, en resumen, una situación de atacar problemas con los que estamos cómodos, ergo estancándonos, o de atacar problemas que nos permitan mejorar, al menos en algún conjunto de habilidades, sean o no realmente importantes. Lo realmente importante aquí es el nivel de mejora en tus habilidades causado por los problemas enfrentados.

Tras leer el escrito -y tras sentirme un poco fatal porque los RPGs me encantan-, me puse a pensar sobre los temas tocados. Superé mi desdicha rápidamente -pues los RPGs me gustan por muchas cosas, como el ambiente y el estilo de juego, pero no por su facilidad, pues siempre he sido bueno con todo tipo de juego, y me fascina un reto-, pero me quedó retumbando la preocupación de si estaré haciendo un buen trabajo para que mi hijo se mida por el esfuerzo que le dedica a las cosas, el cariño que le pone a lo que hace, el cuidado con el que se intenta un logro, y no por la habilidad innata que tenga, o por el chance que le presente un problema para lucirse.

(Y sí, antes de que me digan "y para qué quieres que se mida por esos patrones", ya se los dije: soy idiota. Y si puedo, él lo será también).

He escuchado mucho sobre los refuerzos positivos que los padres les deben dar a los hijos, y normalmente lo aplico. Pero tampoco podemos caer en felicitar a nuestro hijo en demasía por "ser inteligente" o "ser habilidoso", o correremos el riesgo de que se lo crea, o de que aprenda a correr a los retos que son "más grandes" que él, de que sea un mediocre en el mal sentido de la palabra.

Claro, tampoco es que si el chico no gasta horas en cada actividad no lo premiaremos con una sonrisa, o como discutía con una amiga, que premiaremos al hermano bruto por sacar el 11 que le costó, e ignoraremos al hermano inteligente por el 20 que consiguió... Es un camino peligroso este, pues fácilmente podemos caer a cualquiera de ambos lados mientras tratamos de mantenernos en equilibrio en el filo de un cuchillo.

Tenemos que aprender a apreciar el esfuerzo, no el resultado? Pero cómo apreciamos a los que logren resultados sin esfuerzo? No es, después de todo, su culpa ser buenos... Además, en la vida, si haces el proceso bien pero equivocas el resultado final, no está bien, y puede ser desastroso. En resumen? Qué es lo correcto?

Lo "correcto" es que no hay una guía correcta. No hay una "lista de mercado" que podamos validar para saber si premiamos a alguien o no, por logros, esfuerzos, o algún otro tipo de mérito. Más bien debemos felicitar a quien logre llevar un cierto "estilo de vida"...

Debemos asegurarnos de estar siempre sometiéndonos a retos, a pruebas de nuestras habilidades que no solo nos permitan mantenerlas en forma, sino que además nos permitan incrementarlas. Es por eso que una vida sin retos -de cualquier tipo-, aunque es una vida sin castigos, también es una vida estática, sin mejoras, sin aprendizajes, sin crecimientos, sin emociones. Es eso lo que quieres para la vida de tus hijos, o para la tuya propia?

En mi caso, aunque a veces uno quiera tener las cosas servidas en bandeja, muchas veces lo que más se disfruta es el camino, el aprendizaje, y al final, el sentimiento de poder decir "lo logré". Nunca me gustó usar warps o cheats en los video-juegos -excepto, quizás, cuando ya estaba cansado de pasarlos, y sólo quería echar un quickie-, y en los juegos de rol me fascina comenzar un personaje desde el principio, y ver cómo mejora hasta servir para algo. Lo que se me da hecho, no solo no lo valoro, sino que además, normalmente no sirve para mí.

Noten que no nombro ni al trabajo ni a la educación. A lo mejor es que, como no me han "costado", no los valoro mucho que se diga...

El caso es que es mi más sincera intención traspasar esa forma de pensar, ese norte de incentivos, a mis hijos -y a los hijos de los demás que se me crucen en el camino-. Hacer de la nueva generación gente que valore el esfuerzo, que busque la sencillez pero no el facilismo, que sepa que un privilegio de nacimiento ayuda en la vida, pero ni es determinante -si no, que se lo pregunten a Naruto-, ni es razón para estar orgulloso.

El orgullo, propio o ajeno, igual que la envidia, debe ser ganado.

No quiero que mi hijo se crea un superdotado, que se crea un sabelotodo, que se crea con más derechos que los demás por algún extraño derecho divino, que se crea lo mejor de lo mejor. Mucho menos si eso hará que se duerma en los laureles, que deje de mejorar, que no tenga la constancia y el empuje de enfrentar problemas que se escapen de su control, que tenga miedo o ladilla de atacar algo en lo que pueda fallar...

No quiero, ni para mí ni para él, que tengamos miedo al fracaso, pues es ese miedo lo que impide que emprendamos nuevas aventuras, que recorramos nuevos caminos, que conozcamos nuevas cosas, que crezcamos y evolucionemos. No quiero, ni para mí ni para él, que hagamos las cosas para lucirnos, porque eso hará que nos conformemos con aquello en lo que somos buenos, o nos hará hacer trampa para parecer que somos buenos.

Podré lograrlo, para mí y para él? No lo sé, pero una cosa les puedo decir: tenga o no habilidad en ello, les aseguro que me esforzaré para lograrlo.


(Enedelá: En la educación primaria y secundaria en Venezuela la escala de evaluación va de 1 a 20, siendo 20 la mejor nota, y 10 la mínima aprobatoria. A nivel universitario, cada universidad tiene su propia escala de evaluación).


Como todos los perdedores, tenía su propia percepción de la realidad. -- Batman (In Darkest Knight)

Resulta que hay dos formas diferentes en las que la gente responde a los retos. Algunas personas los ven como oportunidades para lucirse -para demostrar su talento o intelecto-. Otros los ven como oportunidades para mejorar -para incrementar sus habilidades o conocimientos-. -- Pixel Poppers (Awesome By Proxy: Addicted to Fake Achievement)

sábado, 7 de noviembre de 2009

Quise olvidarte


Quise olvidarte, como un niño que al crecer olvida lo vivido...
Quise olvidarte, pues yo sé que lo nuestro era solo un pasatiempo...
Quise olvidarte...

Quise olvidarte, pero ya comprendo que lo nuestro no se olvida...
Quise olvidarte, pero no, no he podido porque tu me hiciste ver
qué vale la pena de vivir la vida...

Cada vez que veo el mar navego en tus recuerdos
y me siento naufragar si ya tú no estas aquí
para decirte lo que siento, que como pudo ser que alguna vez
quise olvidarte...

Quise olvidarte, y olvidé que así es la vida, asi de sorpresiva...
Quise olvidarte, y aprendí lo difícil que resulta
aceptar que no eres mía...

Cada vez que veo el mar navego en tus recuerdos
y me siento naufragar si ya tú no estas aquí
para decirte lo que siento, que como pudo ser que alguna vez
quise olvidarte...

Y cada vez que veo el mar navego en tus recuerdos
y me siento naufragar si ya tú no estas aquí
para decirte lo que siento, que como pudo ser que alguna vez
quise olvidarte...

Quise olvidarte...


(Letra de Quise olvidarte, de Aditus).


La gente tiene la capacidad de vivir vidas felices. -- Jerry Weinberg

La peor cosa que puedo imaginar para hacerle a alguien es dejarlo vivos para que reflexione sobre cómo malgastaron su vida. -- Gerald M. Weinberg

martes, 3 de noviembre de 2009

Una vida feliz...


Quién tiene más chance de vivir una vida feliz?

He conocido gente que se ha casado y ha tenido hijos, eligiendo la vida familiar por encima de otras prioridades, como la vida profesional u otros placeres más personales; he conocido gente que vive soltera, tirando como conejos, sin pensar de momento en sentar cabeza para nada serio o duradero; he conocido gente para la cual los únicos logros que importan son los profesionales, más dinero, más carros, más posición, más saber, más poder; he conocido gente que no hace sino -desde el punto de vista de los demás- desperdiciar su vida, pero aún así se consideran felices.

Cuál es el secreto de la felicidad? Matemáticamente hablando, qué tipo de vida me dará más probabilidades de ser más feliz por más tiempo?

Porque así como he visto a gente feliz con las decisiones que han tomado, contentos con su familia, con sus logros, con su estilo de vida, también es cierto que he visto mucha -más- gente quejándose porque lo que tienen no es lo que en verdad desean, no es lo que les llena, no es lo que les hace feliz.

Qué garantía tenemos de que el camino que decidimos seguir hace tiempo atrás, que estamos siguiendo hoy, es el camino que nos llevará a la felicidad?

A veces pienso que vivir la vida de uno es como llevar una empresa, un negocio, donde todo el personal, todos los accionistas, eres tú mismo. Hay quien elige hacer una empresa monolítica, cuyo poder reside en el nombre, en la marca, porque fabrican productos de calidad y todos lo saben. Hay quien elige un negocio turbio, quien se convierte en un ladrón de sombras que, moviéndose fuera de la luz y de la vista de todos, trata de tener ingresos fáciles...

Y también hay otras empresas que cambian con el mercado, que ven venir los cambios -económicos, tecnológicos, de la índole que sean- y se adelantan a ellos, mudando su forma de hacer negocios para adaptarse a las necesidades de los nuevos tiempos, y así mantenerse en el tope de la rentabilidad... Es esta la forma correcta de vivir? Desde un punto de vista frío, sí: vive de la forma que te haga feliz, y cuando esa forma ya no cumpla su cometido, busca otra.

Desde otros puntos de vista, eso a lo mejor suena como una mierda. Pero al que me diga "no puedes ir por la vida sin pensar en los demás", le responderé "nunca lo hacemos. Sólo hacemos lo que nos hace felices a nosotros"... Pero eso es harina para otra ocasión.

Tengo una familia, y le dedico tiempo. Tengo un trabajo, y le dedico tiempo. Tengo cientos de vicios, casi todos juegos de esos que no son de "gente grande" sino que son "mariqueras", a los que le dedico tiempo. Como vida no tengo, entonces no hay problema en que no le dedique tiempo a vivir. Cero peos. Y estoy seguro que todos ustedes también tienen una distribución de la vida, más o menos, parecida: algunos le dedican tiempo al estudio, otros al trabajo; unos a la familia, otros al placer; unos a ver la vida color de rosa, y otros a buscarle más "peros" y problemas de los que realmente tiene.

Por favor, que alguien me diga si es realmente feliz o no. Si se siente contento con las decisiones tomadas hasta ahora. Si cambiaría algo o no. Si en verdad cree que si sigue con la vida que lleva hasta ahora, sin contar con cambios milagrosos, dentro de unos años será una persona plenamente feliz.

Que alguien me lo diga, a ver si el equivocado soy yo, o si solo soy un comediante que llora porque conoce la verdad...


Procurando lo mejor estropeamos a menudo lo que está bien. -- William Shakespeare

Quis custodiet ipsos custodes? -- Juvenal

domingo, 1 de noviembre de 2009

Espíderman


Que los españoles sean malísimos con el inglés, lo entiendo. Que no quieran aprenderlo, porque no lo habla ningún vecino, vale. Y que no se les entienda ni cuando hablan español, pase. Se tomaron la molestia de crear el español, y para colmo luego llegamos nosotros y lo echamos a perder (donde "nosotros" los incluye a "ellos"). Pero lo que no entiendo es que no se den cuenta del ridículo que hacen por tratar de pronunciar las palabras inglesas en español.

El caso de estudio que me trae aquí hoy es Spider-Man. Todo el mundo sabe que Spider-Man se pronuncia "espaiderman", verdad? O sea, no hay para dónde agarrar: "es-pai-der-man". Fácil, verdad?

Ahora, si tu nacionalismo no es tan flexible como el mío, quizá quieras decirlo en español (o castellano, o como quieran llamarlo, que eso no viene a colación aquí). Pues bien, dilo en español: Hombre-Araña. Y eso se pronuncia así: "hom-bre-a-ra-ña". Más fácil, verdad?

Entonces, por qué se esmeran tanto en llamalo "Spider-Man", pronunciado en español? Sí, como lo leen: "espíderman". Con acento en la "i". "es-pí-der-man". Más ridículo, verdad?

Algo similar pasa con los X-Men, que les llaman "equis-men". No "ex-men", no "hombres-equis". No, nada que ver... Suena más de pinga "equis-men", así, en spanglish rajado. Los de DC, en cambio, se ve que se lo pensaron mejor, porque no hay forma de que digas Superman o Batman mal. Debe ser los guiones lo que jode a Marvel (y no me refiero a los de las películas!)...

(Y es que a Green Lantern, o lo llaman "grin lantern", o "linterna verde", pero nunca he escuchado "grin linterna", o "gre-en lantern", verdad? Ven que la vaina es con Marvel?)

Todo esto sale porque estaba buscando la letra de la intro clásica de Spider-Man ("espaiderman, espaiderman, na-na-na-na-na-na-na-na", solo que sin tantos nananás, y con más palabras con sentido), para variarle la cancioncita de Ben 10 a Asier, con otra intro de otra comiquita preferida de ambos. Resultó que todos los sitios donde conseguí algo parecido a una intro en español, la cantaban diciendo "espíderman", y esa pronunciación matapasiones no la soporté, lo que requirió un post.

Sea lo que sea que vayan a hacer en esta vida, tómense la molestia de aprender a hacerlo bien: averigüen cómo se dice o hace o lo que sea; ocúpense unos momentos de aclarar la forma correcta, y no se detengan en "es como la gente lo dice/hace/etc". Miren que lo que merece ser hecho, merece que se haga bien: para hacerlo mal, no lo hagan.

Una vez despotricado lo despotricable, despotrico un poco más: no conseguí la letra de la canción que buscaba (recuerdan? "espaiderman, espaiderman, na-na-etc") en español; sólo traducciones aproximadas de la canción original en inglés. Así que les pido, fieles y entregados lectores, que si alguno la tiene, la consigue o la conoce, me la haga llegar. De premio, le dejo elegir el tema del siguiente post.

Como premio de consolación, los dejo con la letra de la intro de la nueva comiquita, bastante buena por cierto. Quizás hasta espectacular.


Contra el criminal lanza su irrompible red,
de una altura colosal salta una y otra vez.
Aaaah Aaaah Aah...

Crece la maldad, mas la gente en la ciudad
justo a tiempo ve llegar al héroe que nos va a salvar.
Aaaah Aaaah Aah...

Espectacular, espectacular Spider-Man.
Espectacular, espectacular Spider-Man.
Espectacular...

Espectacular, espectacular Spider-Man.
Espectacular, espectacular Spider-Man...


Con grandes poderes vienen grandes responsabilidades. -- Tío Ben a Peter (Spider-Man)

Qué tanto debe el canalla probar que es un héroe, antes de creerlo él mismo? -- Profesor X a Gambit (X-Men, cap. 76 - final)

viernes, 23 de octubre de 2009

Class skills are...


- Qué lees? "Class skills"? Qué es eso, como los attributes de una Class?

- No... Los attributes son del character.

- Ya va... character es un primitivo... no tiene atributos, a menos que uses la Class.

- Cómo va a ser una class un character? Un character PERTENECE a una o más classes.

- Ah, por herencia? No, pero ya va... Herencia de varias Classes no está permitida...

- Bueno, no sé qué tiene que ver mi testamento con eso, pero créeme: un character puede ser de varias classes a la vez.

- Joder contigo. Un Character es de la Class Character, y ya. No más.

- Te lo voy a demostrar. Vamos a crear un nuevo character llamado Morb.

- Ajá... Character Morb = new Character();

- De qué demonios estás hablando?

- Coño, hice lo que me dijiste. Que no sepas lo que querías, es otra vaina.

- Bueno, como digas. Ok, ahora, cuántos XPs le ponemos?

- Cómo que cuántos? O usas XP, o no lo usas.

- Claro que los uso. Vamos a ponerle 4.000 XPs para este ejemplo.

- Se te terminó de freír el cerebro. Por todo lo que es bueno y sano, qué es eso de 4.000 XPs???

- Prefieres más? O menos?

- Coño, con una basta y sobra. Usar XP, y ya.

- Con un XP el character va a tener un solo nivel. No va a poder tener varias classes. Es que no va a tener ni siquiera muchos HPs.

- A mí en lo personal no me gusta HP, pero puedo usarlas. Ahora, igual un character no tendrá varias classes. De hecho, no tiene ni una! Ya te dije que era un primitivo!

- Sin class?

- Igual que una escuela en sábado.

- Hasta los bartenders tienen class. Y qué es eso de "primitivo"? Un barbarian?

- Me estás confundiendo!

- Segura que estamos hablando de la misma vaina?


(Para aquellos elegidos que sepan de qué hablo, disfrútenlo...)


- Bota eso! Aquí no se puede fumar!
- Qué te hace pensar que estoy fumando?
- Tienes un cigarro en tu boca!
- También tengo zapatos puestos, y eso no quiere decir que esté caminando!

-- Abbott & Costello (One Night in the Tropics)

"Tacto" es el arte de conseguir un punto sin conseguir un enemigo.

Hola! La máquina contestadora de Juan está rota. Soy su nevera. Por favor hable muy lento, y me pegaré su mensaje usando uno de esos imanes con forma de frutas.

jueves, 15 de octubre de 2009

Marque 'H' para Héroe



Del espacio le llegó algo muy especial,
lo atrapó y todos sus secretos él sabrá,
con superpoderes el cambió y ahora es...
¡Ben 10!

Si lo ves prepárate pues te sorprenderá,
en extraterrestre él se convertirá,
y en un segundo él su forma cambiará, es...
¡Ben 10!

Y cualquier caso resolverá,
Ben será el bueno en cualquier lugar,
el miedo nunca lo detendrá,
y de los rufianes él nos salvará...
¡Ben 10!


(Letra del intro de Ben 10. Asier tiene pegadísima tanto la serie como la canción, y me pide que se la cante a cada rato).


Muy dentro de mí siempre he sabido que los genios no existen, son sólo niños que nunca entraron por completo al mundo de los adultos... -- Quiero ser escritor… (Sobre ser niño sin estar en la niñez…)

La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con la que jugaba cuando era niño. -- Friedrich Nietzsche

lunes, 12 de octubre de 2009

Me cuesta tanto...


Entre el cielo y suelo hay algo
con tendencia a quedarse calvo
de tanto recordar,
Y ese algo, que soy yo mismo,
es un cuadro de bifrontismo que
solo da una faz.

La cara vista es un anuncio de Signal,
la cara oculta es la resulta
de mi idea genial de echarte...
Me cuesta tanto olvidarte...
Me cuesta tanto olvidarte...
Me cuesta tanto...

Olvidar quince mil encantos
es mucha sensatez;
y no sé si seré sensato,
lo que sé es que me cuesta un rato
hacer cosas sin querer.

Y aunque fuí yo quien decidió que ya no más
y no me cansé de jurarte que no habrá
segunda parte...
Me cuesta tanto olvidarte...
Me cuesta tanto olvidarte...
Me cuesta tanto...


(Letra de "Me cuesta tanto olvidarte", de Mecano. Y sí, me cuesta tanto, y más...).


No sé si te deseo porque te amo o te amo porque te deseo. Si es que te amo... porque el que te lo diga no quiere decir que este enamorada. Es sólo que lo pienso cuando te deseo, y de que te deseo, sí estoy segura. -- Luis Goytisolo (Placer Licuante)

Cómo te atreves a volverte tan real, cuando solo eres un fantasma en mí? -- Duran Duran (Out of my mind)

jueves, 1 de octubre de 2009

Así es como seguimos adelante


Así es como seguimos adelante: un día por vez, una comida por vez, un dolor por vez, una respiración por vez. Los dentistas hacen un tratamiento de conducto por vez; los astilleros reparan un casco de barco por vez. Si escribes libros, redactas una página por vez. Volvemos la espalda a lo que sabemos y a lo que tememos. Estudiamos catálogos, miramos partidos de fútbol, contamos los pájaros que hay en el cielo y no nos apartamos de la ventana al oír unos pasos detrás. A veces las nubes parecen cosas diferentes -peces, unicornios y jinetes-, pero de hecho son sólo nubes, y concentramos nuestra atención en la comida siguiente, la página siguiente. Así es como seguimos adelante.

(Extracto de Un saco de huesos, de Stephen King).


El nivel de pensamiento que nos ha traído a donde estamos no nos llevará a donde necesitamos ir. -- Albert Einstein

domingo, 27 de septiembre de 2009

La Insoportable Levedad del No Ser


Vamos por la vida de un lado a otro, sin realmente saber hacia dónde vamos; sin tener una meta, un fin, sin saber qué será de nosotros. Si acaso, tenemos un leve deseo sin sentido de una vida mejor.

Vivimos, nos desplazamos, nadamos, chocamos con otros en algo que sobreetiquetamos como "relaciones", hola qué tal, cómo estás, vente a mi casa, desnúdate, estuvo genial, chao que si te ví no me acuerdo, y vuelta a empezar.

No tenemos metas propias, no tenemos identidad, no nada. Andamos de un lado para el otro, perdidos si tuviéramos un lugar al que pertenecer, que no es el caso.

A veces, sentimos en la oscuridad de la noche un cuerpo a nuestro alrededor, moviéndose. Sentimos más que ver hacia dónde van los que nos rodean, y a falta de una idea mejor, nos pegamos a ellos, viviendo vidas vacías que, para colmo, no son las nuestras.

Y todo por un sueño, por una promesa vácua de un lugar mejor. Algo que alguien dijo una vez, asumo que para liberarse del dolor de saberse viviendo una vida sin sentido: "en serio, hay algo más después. Sólo tenemos que ir hacia la luz!".

El hombre acaba, y se limpia el semen del pene. Si acabó afuera, o en una bolsa de goma, nadie llegó a nada. Si acabó adentro, quizás uno o dos llegaron a donde tenían que llegar.

Pero no estoy seguro de quién logró su meta de un lugar mejor, si los que se quedaron viviendo una vida sin vida, los que se atrevieron y murieron sin coronar éxito, o los que ganamos esa carrera y entramos a una vuelta más del ciclo, exactamente igual a la anterior...


Completamente solo llegué a este mundo.
Completamente solo moriré algún día.
La piedra sólida es solo arena y agua;
eso y un millón de años que pasaron.

-- Beth Nielsen Chapman (Sand and Water)

Permíteme contar su historia,
la que nadie más puede escuchar,
como puede la risa de alguien
cerca a las lágrimas hacerme llegar.

-- Ferdinand Dimadura (Chicken a la Carte)

sábado, 26 de septiembre de 2009

Un beso olvidado


Anoche soñé con Risa, con sus ojos azules y sus rubios cabellos. Anoche soñé con ella, y soñé que nos besábamos, con hambre, con deseo, con desesperación, con la exultación de sueños imposibles cumplidos. Soñé que mis labios la devoraban, que mis manos acunaban sus dulces senos, que mi cuerpo templaba por ella.

La noche se hizo corta, pues me faltaron muchos más besos. Comía de los labios de Risa, y no quería parar, no quería detenerme. Era como cuando haces el amor con alguien a quien deseas demasiado, y sientes que te faltan manos para recorrer su piel, o labios para besar su cuerpo, o noche para amarla.

Así me pasó. Me faltó noche.

Al despertar me quedó ese recuerdo de algo que realmente no tuve. Me quedó esa sensación de una pertenencia que nunca ocurrió.

Ahora estoy peor que antes, pues antes solo deseaba besarla, tenerla, hacerla mía aunque fuera por una noche. Pero ahora la besé, la sentí, me acerqué. Ahora sé de lo que me pierdo por no tenerla.

Lo que más me duele -porque sí, duele- es que si esa noche hubiera ocurrido, quizás la extrañaría horrores, pero sabría que en algún lugar del mundo, Risa a veces pensaría en mí, en mis besos, en mi corazón latiendo junto al suyo...

Pero ella no se acuerda.

No tengo nada, aparte de aquello que perdí antes de tener.


He olvidado qué labios me han besado. -- Edna Saint Vincent Millay

domingo, 20 de septiembre de 2009

Inocencia


Pasaron las horas. El viento golpeó como una llamada frágil en el cristal de la ventana. Los agujeros negros del destino habían marcado un punto (y seguido?) en el alma.

Se levantó de la cama, desnudo y tibio.

Ella quedó temblando, reconociendo el sino.

Entre las sábanas el mundo parecía distinto y se aferró a la almohada. El alcohol que había acompañado a la noche dio paso a la inquietud sobria de la mañana.

- Me voy -dijo, con quietud en cada sílaba.

Cerró la puerta y la habitación quedó vacía. Ella rompió a llorar.

Sabía que no debía haberlo hecho, pero era tal el deseo...

Ella quería que todo volviera a ser como antes, él que no cambiara nada.

Ella quería dibujar corazones en el aire, él volar libre por el mundo.

Ella había contado las horas desde que se marchó de su vera. Él veía los minutos como oportunidades cercanas que no dejar escapar.

El reencuentro en la noche pareció inclinar la balanza hacia las esperanzas de ella, la mañana sombría empujó hacia la decisión de él.

No se habían prometido amor eterno.


(Original de MAAT, encontrado -extrañamente- en ...desencuentros... A veces, la vida se parece a los blogs, y no al revés...)


El vacío no es ausencia.
El vacío es la sensación que produce esa ausencia.
El vacío es mirar atrás y no ver nada.
El vacío es mirar al futuro y seguir sin ver nada.
El vacío es haberte deseado siempre y no haberte tenido casi nunca.
El vacío son los pedazos de una ilusión rota sin piedad.

-- Aquelarre (Vacía... (extracto))

Un chico y una chica pueden ser solo amigos, pero en uno u otro punto, ellos se enamorarán el uno del otro... Quizás temporalmente, quizás en el momento equivocado, quizás demasiado tarde, o quizás para siempre... -- Golosina con Vitaminas (No podría estar más de acuerdo)

sábado, 19 de septiembre de 2009

El piso de la muerte


En cuclillas y con la espalda apoyada contra la pared, Jaime sudaba de puro terror dentro de su traje. Las ganas que sentía de salir corriendo y alejarse de allí eran insoportables, y le costaba toda su fuerza de voluntad mantener su posición tras sus compañeros.

Pero sabía que salir corriendo era suicidarse.

El ruido de los disparos aturdía sus oídos y le causaba un insistente martilleo en las sienes que no hacía sino acentuar su malestar general. Levantó el protector facial de su casco para sentir un poco más de aire, pensando que si no lo hacía se iba a desmayar.

Con manos temblorosas sacó del bolsillo de su sucio overall un paquete de goma de mascar, y con toda la dificultad que le agregaban sus gruesos guantes de asbesto, comenzó a abrirla, mientras trataba de alejar de su mente los gritos de dolor que venían del pasillo tras él.

De una de las puertas que tenía frente a él -que no eran pocas, pues ese maldito hospital parecía todo puertas y pasillos- vió salir a uno de esos malditos zombies, uno de los que ellos llamaban "Perros". La criatura, una visión de pesadilla que nunca debió haber existido, era un cruce entre el extraterrestre de la película Alien, un humano, una araña, y un montón de otras mierdas horribles.

Vió con horrible calma la forma en la que la criatura olfateaba el aire, y volteaba su imposible rostro hacia él. Sabía que debía sacar su 9mm y volarle su asqueroso cerebro, pero sus manos seguían tratando de abrir el empaque de chiclets... Una extraña calma, una horrible sensación de paz, lo invadió cuando el "perro" hundió sus uñas en el muro y se impulsó hacia él dando un salto prodigioso.

El salto de la criatura se interrumpió bruscamente, y su cuerpo salió disparado hacia atrás. Golpeó contra un muro, y quedó allí, fírmemente sujeto por una flecha.

Un susurro quedo, que sólo él oyó, salió de sus labios: "Gracias, Dios"... Se metió la goma de mascar en la boca, y se guardó el envoltorio en el bolsillo -curiosa la cantidad de tonterías que no podemos dejar de hacer una vez que las hemos aprendido-. Sin levantarse, se arqueó para ver el pasillo tras él, de donde venía el estruendo de disparos y gritos, y vió el rostro del dios que lo salvó.

Jorge "Dios" estaba colocando otra flecha en su ballesta, con esa mezcla de serenidad, rapidez y eficiencia que solo brinda la práctica. Sus ropas estaban tan sucias como las de Jaime, pero en mejor estado, pues rara vez Jorge tenía que acercarse a pelear cuerpo a cuerpo contra los zombies, como hacían los demás. Su sobrenombre se lo había ganado porque muchas veces había sacado de apuros a sus compañeros, colocado en sitios en los que ellos ni lo veían, de tan lejos que estaba: una verdadera ayuda divina.

"Dios" le guiñó un ojo a Jaime, echó otra mirada al pasillo tras él, y se volteó a ayudar al resto del equipo, Javier y Jesús.

Javier, o el "Médico", como lo llamaban, era el doctor del grupo. Pero quien lo viera en ese momento no podría imaginarse que sus manos pudieran traer vida, solo muerte. Vestido con holgadas ropas cómodas, un pasamontañas con dibujo de calavera, y unos lentes para proteger sus ojos de la sangre de los zombies, el "Médico" estaba en primera fila, cuerpo a cuerpo con los monstruos, usando una katana para desmembrar a los bichos que osaban acercarse a él. Era un puesto en verdad temerario, en el que nada en el mundo hubiera convencido a Jaime de colocarse.

Justo a su lado, ligeramente tras él, se encontraba Jesús, el "Capitán", destrozando cuerpos con su recortada. No era en verdad un militar -al menos, eso creía Jaime-, pero sus aptitudes y actitud lo habían convertido en el líder no oficial del grupo. Sus ropajes eran, quizás, los más apropiados para la situación, pues llevaba chaleco anti-balas, y lo que Jaime imaginaba había sido parte de un traje anti-motines. Fué la voz del "Capitán" la que lo sacó de su ensimismamiento.

- "Antorcha"! Tu turno!!!

Numerosos zombies amenazaban con destruir a su equipo, pues había más de los que podían controlar. Jaime dudó un segundo más de lo que sabía que podía permitirse. Estaba aterrado, siempre lo estaba, y eso le molestaba. "Dios" y el "Médico" le habían dicho siempre que ellos también estaban aterrados siempre que iban de misión, pero que el secreto era usar el miedo para darte fuerzas, no dejar que te controlara. "Bien," -pensó Jaime- "si el secreto es que el miedo te de fuerzas, entonces tengo fuerzas para regalar!".

Se incorporó de golpe, bajó su protector facial sobre su rostro, y asió con fuerza su lanzallamas. "Antorcha" avanzó con una tranquilidad increíble hacia su equipo, mientras prendia el piloto de su arma. Se colocó a la altura del "Médico", y apretó el gatillo del lanzallamas, desencadenando un infierno frente a él.

Las figuras se retorcían y chillaban de dolor, envieltas en llamas. Trataban de huir, y se golpeaban entre ellas, en una visión que al "Médico" le recordó algún capítulo de la Divina Comedia.

Sin embargo, lo que más le asustó, fué la sonrisa que distinguió en "Antorcha" al levantar su rostro hacia él...


Mataron a mis hijos! -- El Patriarca (Killing Floor)

Papi, puedo jugar? -- Asier, cualquier dia, a cualquier hora...

domingo, 13 de septiembre de 2009

Linaje de héroes


A las afueras de una de las villas del valle, un grupo de héroes luchaba por sus vidas, y por la seguridad de las villas cercanas, enfrentándose a una horda de monstruos que ya los rodeaba completamente. Los guerreros, cubiertos de sudos, empuñaban sus armas en contra de los agresores, cortando y rompiendo armaduras, carne, músculos y huesos con cada uno de sus poderosos golpes.

El mago del grupo lanzaba hechizos, rayos de energía, contra sus enemigos, causando estragos entre sus filas, tanto por el daño que causaban sus encantamientos, como por el caos que generaba el pánico entre las filas enemigas. Tras los héroes, una clériga, una maga especializada en magia de curación, ayudaba como podía a sus compañeros, usando sus hechizos de apoyo para sanarlos y renovar sus fuerzas.

Los monstruos no eran, sin embargo, simples bestias sin cerebro. Una inteligencia artificial los guiaba, y varios de ellos eran capaces incluso de manejar la magia, lanzando a su vez dolorosos hechizos a los héroes.

Uno de esos hechizos golpeó de lleno en el pecho del mago, dejándolo sin resuello. Sus compañeros vieron su expresión de dolor, y notaron que sus movimientos se volvieron más lentos y espamódicos, hasta que se quedó petrificado totalmente.

Por último, con un gesto de sorpresa en su rostro, se esfumó. Sencillamente, desapareció: un momento antes estaba allí, y luego, de forma casi instantánea, se desvaneció.

El resto de los héroes quedaron mirando con cara de consternación el lugar donde, un momento antes, se había encontrado su compañero de aventuras. Pero las hordas de monstros no les dejaron mucho tiempo para llorar su pérdida.

Monstruo tras monstruo, enemigo tras enemigo, los héroes defendieron su posición, pero la falta del poder del mago entre sus filas era evidente.

De repente, sin previo aviso, y tan sorpresivamente como se había ido, el mago regresó al punto exacto en el que se había desvanecido. De inmediato comenzó a lanzar rayos contra los enemigos de los héroes, equilibrando las fuerzas. Su regreso, además, animó a sus compañeros, que agarrando un segundo aire, redoblaron sus esfuerzos.

Unos minutos después, la horda había sido eliminada.

Sabían que no era más que un respiro momentáneo, y que en cualquier momento llegaría la siguiente horda, y se encontrarían de nuevo luchando por sus vidas y por la seguridad de las villas cercanas, pero aún así, sentían la satisfacción del deber cumplido, de la victoria alcanzada. Sonrientes, aprovecharon la oportunidad para interrogar al mago...

- Coño, qué te pasó?

- No sé, marico -chateó el mago-. Me lagueé, y esta vaina se desconectó. Al menos pude loggearme rápido de nuevo.

- De pinga, porque nos estaban volviendo mierda. Miren, pilas, que ya los mobs están respawneando!

Los guerreros apretaron sus manos en torno a sus armas, y avanzaron hacia la nueva horda que ya se congregaba a su alrededor.

Era hora de, una vez más, luchar por sus vidas y por la seguridad de las villas cercanas...

Era hora de levelear...


Su tono me recuerda un poco al del prólogo de “La Bella y la Bestia” de Disney; pero, por otro lado, casi todo me recuerda a esa película. Donde los demás solo ven un plumero, yo veo una sirvienta coqueta con acento francés. -- ion litio (Tales of Monkey Island (II))

sábado, 12 de septiembre de 2009

Una casa con patio


Me tocó regañar a Asier, pues estaba jugando con uno de esos perolitos que hacen burbujas de jabón cuando soplas a través de ellos (si alguien conoce un nombre mejor para eso que "perolito que hace burbujas de jabón cuando soplas a través de él", que me avise) dentro de la casa de mi mamá, en contra de lo que le había indicado...

- Enano, deja de jugar con eso en la casa. Sólo puedes jugar con eso en la calle o en el patio.

- (voz de bebé) En mi casa no tengo patio?

- No, bebé. El apartamento no tiene patio.

- (voz de bebé) Por qué no compraste un apartamento que viniera con patio?

- (Trancado entre las ganas de reírme, pensando en que tampoco compré uno sin patio, o en cómo se vería un apartamento con un patio asomando en pleno séptmo piso) Oye, papi, se me pasó. Disculpa.

- (voz de bebé) No importa, te perdono. Mañana cuando sea grande voy a comprar una casa con un patio. Y sabes quién va a vivir allí? Los dos!

Díganme que no es para derretirse...


Quiero comprar para tí una casa bella
Que tenga rosas y claveles al entrar
Donde se cojan con las manos las estrellas
Donde se duerma con el ruido de la amar.

-- Cristóbal Jiménez o Rafael Brito (Una casita bella para tí)

I hope you never lose your sense of wonder
You get your fill to eat, but always keep that hunger
May you never take one single breath for granted
God forbid love ever leave you empty handed .

-- Lee Ann Womack (I hope you dance)

miércoles, 9 de septiembre de 2009

09/09/09 09:09:09


No sé, me dió por unirme a las masas y escribir un postcito inútil... Siempre da como vaina ver cosas que sabemos que nunca volveremos a ver, no creen?

Nos vemos el año que viene (10/10/10 10:10:10), o mejor aún, en dos años (11/11/11 11:11:11)!


- Hechicero?
- Me encontraste! Es un milagro de Navidad!
- Estás desnudo.
- Es otro milagro de Navidad, pero menos conocido!

-- Looking for Group

martes, 1 de septiembre de 2009

Los Mundos Engullidos


Desde los tiempos del Gran Cataclismo
los arkadios han vivido en el centro de la Tierra.
Ellos creían ser los únicos sobrevivientes del planeta.
Su civilización siempre vivió confiada
en la energía de su sol, Tera,
hasta que este comenzó a declinar.
Desesperados, los niños de Arkadia
quebrantaron la ley,
y entraron a los archivos secretos
en busca de una solución.
Lo que descubrieron les llenó de esperanza,
Usando sus poderes especiales dieron vida a Arkana,
una emisaria que luego enviaron al mundo de arriba.


Espartaco y el sol bajo el mar.

Tú, niño de la tierra, escúchame,
tú que has conocido nuestro ayer,
se está apagando Tera, nuestro sol,
ven, hacia Arkadia siguenos.

Cruzando estratos con Rebeca y Matt,
por mundos extraños sin temor,
únete a Arkana y llega hasta el final,
mi tierra hay que salvar.

Con Espartaco, hacia el sol bajo el mar.
Mundo azul que se sumergió, buscaré tu verdad.
Arcoiris de Arkadia, con su luz me guiarás.

Niño amigo del mundo exterior,
un día tu universo se perdió,
viejas leyendas han llegado a mí,
busco respuestas junto a tí.

Cruzando el tiempo y la oscuridad,
amigos frente a la adversidad,
mil aventuras te aguardarán,
mas no te detendrás.

Con Espartaco, hacia el sol bajo el mar.
Mundo azul que se sumergió, buscaré tu verdad.
Arcoiris de Arkadia, con su luz me guiarás.

Con Espartaco, hacia el sol bajo el mar.
Mundo azul que se sumergió, buscaré tu verdad.
Arcoiris de Arkadia, con su luz me guiarás.


(Letra del opening de Espartaco y el sol bajo el mar).


Y quizás no haya paz en este mundo, ni para nosotros ni para nadie más, no lo sé. Pero sí sé que, mientras vivamos, debemos permanecer fieles a nosotros mismos. -- Espartaco

domingo, 30 de agosto de 2009

Simplemente Amigos


Siempre, como ya es costumbre, día a día es igual,
No hay nada que decir, ante la gente así,
Amigos simplemente amigos y nada más,
Pero quién sabe en realidad,
Lo que sucede entre los dos,
Si cada quien llegando la noche finje un adiós.

Cuánto daría por gritarles nuestro amor,
Decirles que al cerrar la puerta nos amamos sin control,
Que despertamos abrazados, con ganas de seguir amándonos,
Pero es que en realidad no aceptan nuestro amor.

Siempre, con miradas siempre nos damos todo el amor,
Hablamos sin hablar, todo el silencio en nuestro andar,
Amigos simplemente amigos y nada más,
Pero quién sabe en realidad,
Lo que sucede entre los dos,
Si cada quien llegando la noche finje un adiós.

Cuánto daría por gritarles nuestro amor,
Decirles que al cerrar la puerta nos amamos sin control,
Que despertamos abrazados, con ganas de seguir amándonos,
Pero es que en realidad no aceptan nuestro amor.

Cuánto daría por gritarles nuestro amor,
Decirles que al cerrar la puerta nos amamos sin control,
Que despertamos abrazados, con ganas de seguir amándonos,
Pero es que en realidad no aceptan nuestro amor.


(Letra de la canción "Simplemente Amigos" ("Cuánto daría") de Ana Gabriel).


Si tuvieramos valor para comenzar tu y yo otra vez... -- Willie González (Amantes Cobardes)

Del cachete a la boca es un pequeño trecho cuando viene el beso. -- Viviana Gibelli (Esos Amores)

martes, 25 de agosto de 2009

Día del Blog 2009


(No, hoy no es el Día del Blog 2009, aunque sí es un día, esto sí es un blog, y sí estamos en el 2009. El Día del Blog 2009 es el 31 de Agosto, saben de qué año, verdad?).

No he leído un libro sobre cómo bloguear; estoy desaprovechando -y lo sé- muchas de las herramientas (2.0, 1.0, 0.0, -1.0...) que tengo a mi disposición hoy en día para aprovechar mi blog, sacarle el jugo, atraer lectores, ganar dinero, y volver locas a las chicas; mi blog es sencillo, feíto, porque me falta la gracia necesaria para ponerlo bonito -una vez más, se acepta ayuda!-; nunca me entero de las reuniones de bloggers, y cuando me entero se me olvidan, y cuando no se me olvidan ya tengo un compromiso, y cuando no tengo ya un compromiso sencillamente me da ladilla ir, y luego me quejo de qué bolas que no fuí; llego tarde a todas las modas, y cuando llego me niego a usarlas; no tengo buenas costumbres con el blog, sino que escribo lo que quiero, cuando quiero, como quiero, bajo la excusa de que escribo más para mí que para tí...

Con todo eso y más, aún así me considero un bloguer, blogger, bloguero, o como quieras llamarlo.

(Saben por qué el Día del Blog se celebra el 31 de Agosto? Porque para algunas mentes enfermas, 31 de Agosto -o sea, 3108- se parece a "blog". 3108... BlOg... Ustedes qué dicen?).

Sé que el 31 no me acordaré de que es el Día del Blog 2009, o como estaré trabajando, igual no participaré en ninguna charla, acto o lapidación pública. Sin embargo, sirva este post como mi granito de arena al movimiento.

Date por enterad@.



domingo, 23 de agosto de 2009

Ojo por ojo


Cuando quiso darse cuenta, había perdido una semana de vida así sin más. Justo una semana, según el calendario que tatuaba la pared de su cocina. Y como no recordaba haberla vivido, sólo pudo pensar que se la habían robado.

Desde entonces va por ahí haciendo perder el tiempo a los demás como venganza. Tal vez así consiga alargar el suyo, puesto que el tiempo que unos pierden, otros lo deben ganar.


(No es mío: Original de María Coca, publicado en "La Tasca Sin Nombre")


A veces creo que deberíamos hacer ojo por ojo en los besos que nunca dimos, en las tardes perdidas de parque y pipas, en las noches de miradas a través del cristal y, claro está en el tiempo que creemos perder, cuando alimentamos nuestro y el alma de los demás. -- Comentario de AH.

Hoy es siempre todavía. -- Antonio Machado

Tú no eres como los demás niñ@s -decía mi madre- Y si no puedes sobrevivir en este mundo, mejor será que te construyas uno propio. -- J. Winterson

sábado, 22 de agosto de 2009

En qué tiempo vives?


Para saber la edad de las personas, no es necesario preguntársela, o ver su cédula o su partida de nacimiento. Sólo es necesario saber en qué tiempo viven.

Para los niños,
sólo existe el hoy.

Para los adultos,
sólo existe el mañana.

Para los ancianos,
sólo existe el ayer.

Qué edad tienes? Qué tiempo existe para tí?

domingo, 16 de agosto de 2009

Al margen de la ley...


Los seres humanos tenemos una esperanza de vida relativamente corta, sólo de 70 u 80 años -si tenemos mucha buena suerte-. A pesar de que en principio eso suena como mucho tiempo, a medida que pasan los años nos vamos dando cuenta de que, en realidad, no es tanto como pensábamos.

"80 años para hacer un impacto. 80 años para encontrar lo que buscamos. 80 años para llenar nuestras vidas con todo el disfrute, amor y alegría que podamos. Es un corto tiempo, es una eternidad".

En ese tiempo, cada uno de nosotros deberá decidir qué camino seguir, qué decisiones tomar, para cumplir con nuestros deseos, metas, destinos, o como quieran llamarlo. Algunas las tomaremos sin darnos cuenta de lo que hacemos, o de la importancia que tendrá en nuestra vida futura, como cuando decidimos entrar a una universidad o a otra -muchas veces, por las razones erradas-.

Otras decisiones serán un poco más grandes o más notorias. Cualquiera que se haya casado, o haya decidido tener un hijo, sabrá a qué me refiero. Sin embargo, estas decisiones, a pesar de lo grandes que son, son decisiones "normales", pasos que se espera que todos demos en un momento o en otro, por lo que muchas veces pasan por debajo de la mesa.

Hay otro tipo de decisiones que no sólo son grandotas, feas y con dientes, sino que además son tan raras y escasas que causan más ruido del esperado. Estas son las decisiones que debiste tomar antes de irte del país, dejando atrás a tu gente y a tu vida, en busca de un futuro que -esperas- sea mejor que tu presente.

Todos aquellos que han salido del país han sufrido en su momento esa dolorosa certeza de lo que dejan atrás, y la desesperante incertidumbre de lo que no saben si conseguirán o no. Todos han invertido tiempo en estudiar los pro y los contra de esa decisión. Y al final, sin importar cuánto lo hayan meditado, o por cuánto tiempo, todos salen del país llenos de alegría y ansiedad, de temor y de dolor, en la misma medida.

Para algunos, su sueño se cumplirá. Para otros, sólo será la entrada a una pesadilla. Pero no puedes saber qué te toca -sueño, pesadilla- hasta que te has ido a dormir.

Hace más de cincuenta años mi familia tomó la decisión de abandonar a su gente, a su país, a su vida, y venirse a un prometedor país, lleno de esperanzas y oportunidades: Venezuela. Pero hoy, este país, mi país, tu país, ya no es el mismo país. Ya no tiene las mismas esperanzas, y de seguro tampoco las mismas oportunidades. Al contrario, el panorama está negro, y se pinta cada vez más negro aún.

Hoy por hoy, yo lucho con la idea de irme de aquí buscando algo más. Por cómodo, por cobarde, por niñato, por soñador, por idiota, por mal estratega, por todo eso y por mil razones más, me resisto a irme -como tantos otros antes que yo- de un país que promete tratarnos cada vez peor, a pesar de tener las oportunidades y las razones para hacerlo.

La última de estas razones es la aprobación de la nueva Ley de Educación.

Para los que no están al tanto, por perdidos o por internacionales, esta nueva ley -aprobada, con reservas y peticiones de cambios hace algunos días, pero aprobada al fin y al cabo- pretende substituir a la que ha estado en vigencia desde finales de siglo pasado, trayendo varios cambios: desde más días de clase (al menos, doscientos al año), que en verdad me parece bien, hasta varios desvaríos que, a la vista de las actitudes de aquellos en el gobierno, aterran a todos aquellos que tendremos que sufrir esta ley en la carne de nuestros hijos.

En resumen, y de acuerdo a lo que me quedó al leer la ley -reconozco, eso sí, que la leí con muchas preconcepciones en contra a la misma-, los cambios incluyen que ahora la educación responderá únicamente a los intereses del Estado, no de la familia o del individuo -es decir, se enseñará lo que el Estado desee, como desee, y eso será legal-; ahora el Estado -perdón, la Comunidad- tiene control administrativo sobre los planteles -privados o no-, manejando qué gastar y cómo; ahora la educación no tendrá ningún aspecto religioso, quedando la enseñanza de la religión únicamente para el hogar -adiós a mi colegio-, aún cuando eso va en contra de la Constitución; el Estado decidirá unilateralmente qué universidades podrán pensar y cuáles no -sí, en serio, no es broma-, o cuáles darán qué carreras; y paren de contar...

Una ley que, a pesar de que el gobierno siempre ha mantenido que no cambiará los contenidos dados hasta ahora -para qué, entonces, cambiar la ley vigente?-, eliminará la enseñanza del idioma inglés, substituyéndola por alguna lengua indígena. Seamos claros, no tengo nada en contra de aprender wayúu, pero si los venezolanos dejamos de aprender inglés, perderemos gran parte la poca competitividad que podamos tener em la actualidad en el mercado internacional.

Enséñanos portugués, para poder hablar con nuestros vecinos en Brasil. Enséñanos francés, para leer a los grandes pensadores. Enséñanos italiano o alemán, para competir en la Unión Europea. Diantres, enséñanos latín, arameo o élfico, que seguro que nos va a ser más útil que una lengua aborigen hablada por solo medio millón de personas en todo el mundo!

Nos gobierna un gobierno que busca que seamos cada vez más retrógrados, menos abiertos, menos competitivos. Un gobierno que no sólo vive de la producción de productos básicos -sí, como el petróleo- en lugar de especializarse en productos más elaborados que brinden menos depéndencia y mayores ingresos. Un gobierno que jura que aprender wayúu va a hacer, en verdad, algún bienestar a nuestro país.

Para este gobierno, dar nuestra opinión en contra de una ley como esa, equivale a ser unos terroristas -gracias por permitirnos ser críticos, tal y como anuncian que podremos ser mañana-. Si tememos que nos quiten a nuestros hijos, merecemos ser encarcelados.

Diría que ya uno no sabe si reir o llorar al pensar en este tipo de cosas, pero eso es falso. Ya el tiempo de la incredulidad pasó, y tenemos que aceptar que el país tiene nuevo dueño. Un dueño que opina que "La sabiduría popular sobrepasa los saberes académicos" -traduzco: la educación organizada vale media mierda. Para qué estudiar?-.

Todos somos diferentes, y todos debemos buscar nuestro propío camino para vivir nuestras vidas. Algunos deciden, queriendo o sin querer, seguir la corriente. Otros buscan hacer la diferencia, a mayor o menor nivel...

Mi miedo es por aquellos que están haciendo la diferencia en este país, pues me parece que están terríblemente equivocados, y que cuando se den cuenta -si es que lo llegan a notar alguna vez-, ya será demasiado tarde para todos nosotros...


80 años para hacer un impacto. 80 años para encontrar lo que buscamos. 80 años para llenar nuestras vidas con todo el disfrute, amor y alegría que podamos. Es un corto tiempo, es una eternidad. -- Least I could do (Things Change)

Cuando eres chico la palabra amante te suena a blasfemia. Si por ahí le escuchas a tu mamá decir que tu papá tiene una amante, le coges tirria a tu viejo. Pero cuando creces y te das cuenta de que las relaciones humanas son tan volubles, los afectos tan diversos, y los matrimonios tan frágiles, una palabra como esa ya no te parece una ofensa. -- Busco Novia (Quédate en mi cama)

La sabiduría popular sobrepasa los saberes académicos. -- María de Queipo, Asamble Nacional.

Cuando era un chico de catorce años, mi padre era tan ignorante que a duras penas podía yo soportar tenerlo a mi lado. Pero cuando llegué a los veintiuno, quedé sorprendido de cuántas cosas había él aprendido en siete años. -- Mark Twain

domingo, 2 de agosto de 2009

Detesto...


Detesto que revisen los mensajes de mi celular, o que pregunten cuando alguien me llama "Quién era?", como si fuera asunto suyo. Detesto que me porfíen sobre qué he hecho o dicho o pensado o sentido: creo que si alguien me conoce, y sé qué diría y qué no, soy yo mismo, no creen?

Detesto que usen mis cosas, mi computadora, mi ropa, mis CDs, que se lleven prestados libros, o que me toque perseguirte porque te presté algo y no has estado pendiente de devolvérmelo. Detesto que muevan mis cosas de sitio: si las vas a usar sin permiso, al menos ten la decencia de colocarlas donde estaban, y no donde se te ocurrió soltarlas.

Detesto que se coman algo que tenía guardado en la nevera para comerlo en otro momento, cuando me provocara, y sobre todo cuando no me lo dicen y me entero de la peor manera. Detesto esas visitas que llegan siempre a vaciarte la despensa, pero son incapaces de -alguna vez- traer al menos un refresco; o peor, a aquel que solo llama cuando necesita algo.

Detesto que invadan mi espacio personal: háblame desde un metro de distancia, a menos que seas una chica sexy. Detesto que me agarren de un brazo mientras me hablan, como para evitar que salga corriendo ante lo aburrido de la historia que se avecina -porque mientras más rápidamente invadan tu espacio, más aburrida será la historia a contar-.

Detesto que algún mono en el Metro vaya escuchando música en su celular a toda mecha, obligándome a mí a escucharla también, sin opción. Detesto que la gente mire a los lados, se hagan los dormidos, practiquen meditación zen, todo con tal de no darse por enterados de ese anciano, esa embarazada, ese padre cargando a su hijo al que deberían cederle el puesto.

Detesto que opines sobre mi vida, dándome consejos sobre cómo arreglar mis problemas, sin realmente entender qué ocurre, y cuando sabes que realmente no puedo seguir esos consejos. Detesto que veas que muero de ganas de que entres a mi vida, y si embargo te sigas manteniendo a esa odiosa distancia. A qué esperas?


Odio cómo me hablas y tu forma de conducir.
Odio tu corte de cabello y lo que llegué a sentir.
Odio tus espantosas botas y que me conozcas bien.
Te odio hasta vomitar, qué bien va a rimar...
Odio... Odio que sepas pensar y que me hagas reír.
Odio que me hagas sufrir y odio que me hagas llorar.
Odio tanto estar sola, que no hayas llamado aún,
pero más odio que no te pueda odiar
y aunque estés tan loco, ni siquiera un poco lo he de intentar...

-- 10 cosas que odio de tí

miércoles, 8 de julio de 2009

El Cantante de Nunca Jamás


En cuanto a gustos de música soy muy ecléctico: escucho un poco de todo, y lo disfruto; en mi lista de WinAmp puedes encontrar desde La Oreja de Van Gogh hasta Floricienta, pasando incluso por un par de canciones de Reggaetón. Y, al igual que con las películas, si tuviera que hacer un Top Ocho, la pasaría mal, pues la lista me quedaría de ochenta posiciones. Sin embargo, si tuviera que elegir a mi cantante preferido, creo que diría sin mucho titubeo que es Michael Jackson.

Con seguridad, la primera canción en inglés que hice el intento de cantar -ya saben, inventando palabras sin sentido para llenar aquellas que desconocía, o sea, todas menos la principal- fué Thriller. Grabé Moonwalker de la tele para poder verla más veces -sí, me gustó; demándame. También terminé el juego-. Compré un cassette -qué es eso?!?- con sus canciones, y luego grabé una recopilación de las que más me gustaban, e incluso le hice a mano la carátula, basada en el logo del cantante. Y -entrando en tiempos un poco más modernos- mi primer CD -sí, hubo un tiempo en el que no existieron- fué Dangerous -no tienen idea del tiempo que pasé viendo los detalles de esa portada...-.

Michael siempre me pareció -junto a Madonna y a un puñado más- uno de los pocos cantantes o similares que realmente podían llamarse "artistas": cantaba, bailaba, componía, su fama había perdurado por varios años -generaciones?-, había hecho sus películas, se había arriesgado a cantar lo que le daba la gana, y -como ya dijo otro artista- era más conocido que Jesucristo. Thriller es considerado el mejor video que ha existido -bueno, al menos fué el mejor video del siglo pasado-, y el álbum mantiene aún hoy en día su récord en ventas y en grammies.

Y bueno, por si no lo sabes, hoy Michael Jackson está muerto. Y es por él que hoy escribo estas líneas.

El otro día, viendo Up, lloré como una vieja enamorada. He notado que eso me pasa con algunas películas, sobre todo cuando un anciano o un niño son víctimas de alguna injusticia, o de algo que les rompa la inocencia... Sin embargo, hace tiempo que no lloro por cosas serias, o por la muerte de alguien. Supongo que se me secaron un poco las lágrimas, o que tengo algún problema mental.

Por Michael, a pesar de ser mi cantante, a pesar de ser un símbolo de mi niñez, a pesar de las veces que le canté Speed Demon al oído a mi hermano montados en una moto, no he derramado ni una lágrima. Pero eso no quiere decir que no lo haya sentido...

Gracias por ser.

Y no me refiero a ser cantante, ser compositor, ser músico, ser famoso, ser exitoso, ser conocido, ser controversial, ser excéntrico, ser blanco o negro, nada de eso. Te doy las gracias por ser como fuiste -o como imagino y deseo que hayas sido- a nivel personal. Por ayudarnos a recordar que todos tenemos un niño por dentro. Por demostrarnos que los sueños se cumplen. Por recordarnos que lo que hagamos con nuestros niños hoy se reflejará en los hombres del mañana. Por convencernos de que sí existe el País del Nunca Jamás...

Que sea esta mi lágrima por tí...


(Busqué una imagen de Michael Jackson en la que sale él recostado contra un árbol, rodeado de niños, leyendo o viendo a un hada, en una escena de lo más Peter-Panesca. Quería cerrar este artículo con esa imagen, pero no la conseguí -no es ninguna de las linkeadas en el texto-. Para quien la consiga y me mande el URL, un premio: elegir de qué irá mi siguiente escrito).


En un mundo lleno de odio, debemos seguir atreviéndonos a tener esperanzas. En un mundo lleno de ira, debemos seguir atreviéndonos a dar fortaleza. En un mundo lleno de desesperación, debemos seguir atreviéndonos a soñar. Y en un mundo lleno de desconfianza, debemos seguir atreviéndonos a creer. -- Michael Jackson

Si entras a este mundo sabiendo que eres amado, y te vas de este mundo sabiéndolo aún, entonces podrás manejar todo lo que pase en medio. -- Michael Jackson

Soy como cualquier otro. Córtame y sangraré. Y me avergüenzo fácilmente. -- Michael Jackson

Y recuerdo ir al estudio de grabación, y había un parque al otro lado de la calle, y veía a todos los niños jugando, y lloraba, porque me ponía triste que yo tuviera que trabajar en lugar de jugar. -- Michael Jackson

Antes que dañar a un niño, me cortaría las venas. -- Michael Jackson

La gente cree que me conoce, pero no es verdad. No realmente. De hecho, soy una de las personas más solitarias en este mundo. Algunas veces lloro, porque duele. En verdad. Para ser honesto, creo que podrías decir que duele ser yo. -- Michael Jackson

A Michael Jackson lo matamos todos. -- Secreto a voces...

viernes, 26 de junio de 2009

La máquina del tiempo


El científico cerró tras de sí la puerta de la máquina del tiempo, y se dispuso a prepararse para el viaje.

Avanzó a trompicones hasta el asiento que ocupaba el piso de la cápsula. Prácticamente todo el espacio de la máquina estaba ocupado por dispositivos y maquinarias necesarias para hacerlo posible. Se dejó caer pesadamente en el asiento, y revisó con la seguridad de la práctica, pero el cuidado de la responsabilidad, los botones y las perillas que iniciarían el viaje.

Una gota de sudor resbaló por su sien a medida que se esforzaba en sintonizar las ondas de forma correcta, para que las imágenes frente a él fueran lo más nítidas posibles. Al final, con un suspiro de satisfacción, se recostó lo más cómodamente que pudo contra el respaldo se su asiento. Todo estaba listo para el viaje, y lo único que tenía que hacer era esperar.

Sacó de un armario lateral un pequeño paquete de cotufas acarameladas, lo abrió, y comenzó a comer con calma su pringoso contenido, a medida que observaba con interés las evoluciones de las imágenes en su monitor, y cavilaba sobre lo que ahora dejaba atrás.

Lo habían llamado loco, lo habían llamado visionario, y él sabía que era un poco de ambas. El viaje que estaba a punto de iniciar sería la respuesta a todos sus problemas, y haría que las dudas de aquellos que lo rodeaban dejaran de tener sentido. Aunque, realmente, nada de eso importaría luego del viaje, pues él no regresaría...

La máquina avanzaba en el tiempo, pero no retrocedía...

Sabiendo que el proceso de llegar al futuro podría tomar algo de tiempo, el científico se arrellanó en el asiento, y se metió algunas cotufas más a la boca...


Hoy me provocó escribir esta breve historia para burlarme del mundo. Aún no sé si es la de un científico que se prepara para viajar en el tiempo, o la de un viejo que se sienta a esperar el mañana -o a morir?- frente a la televisión de una atestada sala, o la de un niño jugando en su habitación a ser alguna de las dos anteriores... Una historia nace gracias a nosotros, pero solo somos sus instrumentos, pues crece hacia donde le da la gana. A dónde ayudaron ustedes a crecer esta historia?


Luego de casado, te encuentras recordando con añoranza aquellos tiempos de soledad. -- Gorka

No pases el tiempo con alguien que no esté dispuesto a pasarlo contigo. -- Gabriel García Marquez

Uno no se reforma, sólo pierde fuerza con el tiempo. -- Al Pacino

Cada vez que se encuentre usted del lado de la mayoría, es tiempo de hacer una pausa y reflexionar. -- Mark Twain

lunes, 22 de junio de 2009

La última resistencia


La plaza que unos momentos antes había estado casi completamente vacía se encontró de pronto repleta de gente. Unas dos docenas de figuras se encontraban ahora de pie, de frente al humano.

Una gota de sudor corrió por el rostro del hombre, mientras observaba la forma en la que las recién aparecidas figuras miraban a su alrededor, con la calma del amo que, seguro de sí mismo y de sus guardianes, observa la forma en la que sus dominios tocan el horizonte.

- Dónde están los demás? Por qué no han venido a postrarse ante nosotros?

La voz había salido del visitante que se encontraba más cerca del hombre. Su rostro era el de un hombre mayor, aunque no anciano, y su voz reflejaba seguridad y poder. Definitivamente -pensó el hombre-, no tenía pinta de ser alguien a quien se quisiera contrariar.

- No han venido porque no reconocemos amos -dijo el hombre, sorprendido ante la calma con la que surgió su voz, tomando en cuenta que su garganta estaba seca cual desierto.

- No seas idiota. Deja de decir sandeces y llámalos -contestó el mismo visitante que había hablado antes.

- Lo siento, pero no.

El hombre disfrutó por unos breves instantes la expresión de sorpresa que se dibujó en el rostro de su interlocutor. Definitivamente -pensó-, estaba frente a un ser que no estaba acostumbrado a que le llevaran la contraria.

- Allá -dijo uno de ellos, esta vez la voz la de una mujer-, a lo lejos. Son los barcos flotantes.

Mientras los visitantes miraban en la dirección que la mujer había indicado, esforzándose por distinguir qué eran esas formas que se alejaban del suelo, el hombre dirigió una breve mirada a la dueña de la voz que conocía tan bien: era una voz que le había susurrado palabras llenas de amor y deseo durante los últimos meses. Conocía de sobra los labios y el cuerpo de la mujer que ahora era una extraña para él; una mujer en necesidad, a la que él había ayudado y de la que se había terminado enamorando, y que había resultado ser solamente una espía del grupo que pretendía esclavizar a su gente.

Ignorando la pregunta que se le había formado en el corazón -si aún la amaba o no-, se concentró en salmodiar silenciosamente el hechizo que tenía preparado.

Los visitantes observaron, con la calma de quien se sabe invencible, como la plaza se fué rodeando de una esfera rojiza, que se cerró rápidamente, con ellos y el humano en su interior.

- No sé qué pretendes -dijo el visitante que había llevado la voz cantante, mientras levantaba su mano hacia él-, pero eres un idiota por intentarlo.

- Mátame, monstruo -dijo el humano, jugando su última baza-. Moriré con una sonrisa en el rostro, sabiendo que mi hechizo los mantendrá apresados mientras mi gente escapa.

Risas surgieron de entre las filas de los visitantes, e incluso aquel que había hablado se permitió una media sonrisa. Mientras su mano dejaba de apuntar al humano -tal y como este había esperado que pasara- y se dirigía hacia la esfera sobre él, dijo:

- El más poderoso de los humanos no representa para el más débil de nosotros mayor problema que aquel que la más poderosa de las termitas podría representar. Y el más poderoso de los hechizos que puedas haber invocado no será sino cenizas al viento ante nuestro poder. Sabemos -dijo, con una significativa mirada a la mujer, y sin perder la sonrisa- los límites que son capaces de alcanzar... Y ahora comprenderás lo totalmente ridícula que es tu resistencia.

Un haz de luz amarilla salió de su mano y se estrelló contra la barrera. Esta cedió ligeramente ante el empuje de la magia ofensiva, pero en lugar de tratar de repelerla, se alimentó de ella. Rayos amarillos fluctuaron entre las rojizas tonalidades de la esfera, y reptaron por su superficie en dirección al humano.

La energía del hechizo del visitante convergió en el humano, y sus ojos brillaron con su mismo tono amarillento. Ahogando un grito de sorpresa y dolor -nunca había manejado tanta energía- el humano apuntó hacia el visitante que había lanzado el hechizo, y lanzó a su vez un rayo amarillo.

El visitante, sin alcanzar a comprender que una termita estuviese realizando un ataque que podía dañarlo, no acertó a defenderse... Cuando el rayo lo tocó, una explosión transformó de inmediato su cuerpo en un montón de sangre.

El resto de los visitantes observó con horror e incredulidad la mancha de sangre que enrojecía las blancas piedras de la plaza. El humano aprovechó el par de segundos que duró la calma para hacerle unas ligeras modificaciones al hechizo inicial...

La cúpula había sido creada para los duelos mágicos, para evitar que los hechizos de dos magos peleando dañaran a quien se encontraba alrededor. Durante su diseño, como no se sabía qué hechizos debería soportar, se dedicó mucho tiempo en tratar de lograr que resistiera cualquier ataque, y al final se logró: su poder residía en que no se enfrentaba a ninguno de los hechizos que la tocaran, sino que solo les hacía pequeñas variaciones en su trayectoria, absorbiéndolos y enviando su energía hacia donde el hechicero que la creara decidiera: al espacio, a baterías que la guardaran, o incluso a un ser humano...

Una membrana salió de la cúpula y envolvió al humano, instantes antes de que varias andanadas mágicas fueran disparadas hacia él.

La membrana se deformó y reformó ante el ataque, pero resistió, pues como un sauce al viento, supo ceder en lugar de soportar toda la fuerza de la tormenta mágica que cayó sobre ella. Rayos amarillos iluminaron toda la cúpula, y fueron dirigidos hacia el humano, que comenzó de inmediato a responder al fuego. Al instante, las figuras de los visitantes comenzaron a explotar o carbonizarse, al ser atacadas por un poder tan grande como para lograr dañarlos.

Su propio poder...

Algunos lograron reaccionar a tiempo, y levantaron los hechizos defensivos que su prepotencia había evitado que levantaran antes. Pero la gran mayoría murieron por las energías que ellos mismos habían creado.

Sin embargo, la batalla debía acabar en breve, como estaba destinada. Por mucho que evitara ofrecer resistencia a la energía que pasaba a través de él, el cuerpo del humano estaba completamente imposibilitado a soportar tales niveles de poder. El hombre sentía como, a cada uno de sus ataques, algo dentro de él se rompía, se desgarraba, se destruía. Sin embargo, no cejó en su empeño... La vida de su gente dependía de ello.

Al final, su cuerpo no soportó más, y cayó contra las frías piedras de la plaza. Sangre surgía de sus ojos, oídos y boca, y el esfuerzo y el dolor que le causaba el mero acto de respirar indicaban que su fin estaba cerca...

A su alrededor, las figuras se incorporaron y se acercaron lentamente hacia él, en guardia aún ante la posibilidad de un nuevo ataque. De todos los visitantes que habían llegado, solo cinco se mantenían en pie. El humano, a duras penas, movió su cabeza tratando de enfocar a la única entre ellos que había visto con anterioridad.

Al ver que el hombre intentaba hablarle, la mujer se agachó a su lado, tratando de distinguir las palabras que surgían entre salpicaduras de sangre.

- Gané -dijo entre quejidos el moribundo-. Perdieron. Mi gente... Salvada... El honor que... Nunca conocerán... Los venció...

Y tras esas últimas palabras, el humano exhaló un suspiro, y quedó quieto. Una sonrisa suavizaba su rostro, y hacía que casi pareciera que dormía plácidamente. La mujer mantuvo su vista unos momentos más sobre lo que quedaba de una vida que casi había conocido, y luego la levantó, y miró al horizonte.

Ninguna de las naves estaba ya a la vista...


Ninguno de ustedes lo ha entendido. No estoy aquí encerrado con ustedes... Ustedes están aquí encerrados conmigo! -- Rorschach (Watchmen)

Eres buena. Te concedo eso. Pero yo? Soy magia. -- Bullseye

Sacrificar seguidores: existe algún problema que eso NO PUEDA solucionar? -- Lord Xykon (The Order of the Stick)