lunes, 22 de febrero de 2010

Milicia Campesina


Uno de estos fines de semana, luego de una noche rolera, bajé temprano a la calle a comprar desayuno para los colegas que, poco a poco, comenzaban a despertar. Mientras esperaba a que me dieran las empanadas que había pedido, miré en la dirección que, entre risas, comentaban los demás clientes. Me encontré con lo que -ahora lo sé- se ha llamado la Milicia Campesina.

En ese momento, con la característica desinformación que me caracteriza, no habia escuchado hablar aún de la Milicia Campesina (M.C., de ahora en adelante, que tampoco es cuestión de gastar bits en eso). En ese momento, como decía, mi único punto de comparación ante los "dignos" cuasi-militares vestidos con sombrero de cogollo fué el "son los reservistas" que dijo uno de los empanaderos.

Mas tarde ese mismo día tuve ocasión de disfrutar del orden y entrenamiento de los militares de la M.C., mientras iba rumbo al Metro: campesinas viejas y gordas, en chancletas, y campesinos con pinta de no saber ni en qué ciudad estaban; eso era lo que formaban esos escuadrones especiales del gobierno.

Ni uno sólo ví que estuviera en forma; ni uno sólo ví que no me preocupara verlo con un arma en las manos...

Viendo a las campesinas disfrazadas de militares, no pude dejar de pensar si ellas son las que me van a defender a mí, y de qué. No creo que sepan disparar un arma, mucho menos seguir órdenes. No logro imaginarme, tampoco, que en el caso de un conflicto armado, esa señora agarre su rifle y salga corriendo a salvar la vida de los inocentes, a lo Rambo. Sólo puedo imaginármela en su conuco, abrazada a su arma, cagada.

Quizás no he podido aún expresar todo el tamaño de la visión: Imagina a tu mamá, una señora ya entrada en años, que no está en forma, y cuya única actividad los últimos años ha sido hacerte el almuerzo, limpiar la casa, y ver Judith Grace... Bueno, pues tu mamá con seguridad se ve más preparada para empuñar un arma y defender a la patria, que las señoras de las que hablo.

Me imagino que, como con todo, les estén dando lavadoras o algo así para que se anoten. Esa gente, me pregunto, qué pensará? "Ay, que bueno es el gobierno, que nos da lavadoras, ropita y armas"? Esa gente en verdad se habrá sentado a pensar que, en caso de una guerra o un conflicto, ellas tendrán que estar en la primera fila, matando y muriendo?

(y todo esto sin tomar en cuenta lo mala idea que me parece darle armas a gente sin preparación física o mental, o lo fácil que me parece que esa milicia se puede volver un brazo armado a favor del gobierno, o lo que me molesta que la M.C. sea otra copia de algo ya existente en la Venezuela original).

De pana que a lo mejor es culpa de haber crecido viendo películas de los ochenta, que para mí el ideal del soldado es Rambo, Comando, o al menos el militar de Avatar: tipos rudos, que desayunan pólvora, y matan escuadrones completos con armas descargadas. Quizás exagero y esos tipos sólo existen en mi imaginación... Quizás no.

Pero con seguridad les digo: ni en lo más enfermo de mi enferma imaginación me imaginé siendo defendido por la super abuela del campo... Casi que provoca tener una guerra, sólo para ver el buen papel que harán estos super-soldados, y poder decirle al gobierno, entre risas de dolor, "te lo dije, pana: la cagaste de nuevo!".


Inteligencia militar son dos términos contradictorios. -- Groucho Marx

Dado que toda la gente que tenían estaban o muy muertos o muy asustados como para acercarse a él, los rusos sencillamente sembraron de bombas todos los lugares donde pensaron que podría estar. En principio, ellos acertaron con la localización, y de hecho él en efecto fué alcanzado por una nube de munición explosiva que destrozó su abrigo, pero que no lo hirió, porque él es la maldita Muerte Blanca, demonios! -- Hablando de Simo Hayha

miércoles, 17 de febrero de 2010

La boda de mi mejor amigo


Hace ya algún tiempo se celebró la boda de mi mejor amigo del bachillerato, y hace poco alguien me la trajo a la memoria de nuevo. Fué una celebración elegante, pero sencilla a la vez, si es que eso es posible. Ni muchos ni pocos invitados, en un salón más bien pequeño pero bien equipado y decorado, con buena vista y buena atención. La misa estuvo correcta, la fiesta divertida, y en general la noche finalizó con nota aprobatoria. Quizás incluso aprobó con honores.

Lo que me llamó la atención en su momento, y lo que hace que hoy escriba en lugar de ir a dormir, fué que fuí la única persona del bachillerato -aparte del novio- que fué a la boda.

Había gente, claro. Aparte de la gente del bachilletato (o sea, yo), había gente del trabajo donde ambos novios se conocieron, donde ambos pasaron años (creo que eran tres personas). De su universidad, creo que nadie. De Rol, un par, si acaso. De su nuevo trabajo, alguno, imagino. De contactos de videojuegos, alguno, seguro...

Será que puedes conocer lo importante que es un sitio, o una etapa, para una persona, basado en la gente de ese momento o lugar que aún sigue tratando?

Pero volvamos a la ruta elegida. Realmente no sé si entre los invitados que no fueron había alguien más o no de nuestro bachillerato, por lo que no sé si la razón de que fuera único superviviente de una especie casi extinta era que a nadie más habían invitado -sé de gente de esa época, cercana a él, que se enteró por Facebook-, o que nadie más fué. Fuera como fuera, me sentí como un dinosaurio, como una reliquia de otros tiempos.

Hace ya más de quince años -y contando- que me gradué de bachiller; quince añotes en los que me ha -y nos ha- pasado de todo un poco: unos hemos crecido, otros hemos muerto; unos seguimos solteros, otros casados y hasta con hijos; unos seguimos igualitos, otros nos hemos puesto calvos y gordos, o papeados y en forma. Veinte años quizás no sean nada, pero quince, a veces se sienten como una vida, y bastan para cambiar muchas cosas.

(Otras siguen muy igual...).

Bastan quince años para que nos separemos tanto?

El amor, decía un amigo y dice otro, no es más que cercanía. Y si eso es verdad, entonces la lejanía no debe ser otra cosa que olvido. Basta que salgamos de la órbita de los demás, basta que los demás salgan un poco de nuestras vidas, para que pierdan toda importancia, toda relevancia, todo sentimiento?


Tenía ganas de verte...
y ahora que te veo... tengo ganas.

-- Joyas Prestadas (21.6.08)

La gente que puede amar de forma más abierta, especialmente ante aquellos de ira rápida y fuerte, ante irritables cínicos como yo, son las fuerzas más valientes y positivas que nuestra especie probablemente tenga. -- Scott Berkun (Hating vs. Loving: a personal note)

General Hager: [a Reed] Déjeme aclarar esto para usted y para su grupo de fenómenos: soy el quarterback, y ustedes están en mi equipo. Pero creo que usted no jugó fútbol americano en la secundaria, cierto, Richards?
[Hager comienza a alejarse]
Reed Richards: Tiene razón. No jugué. Me quedé y estudié como un buen nerdito. Y quince años después, soy una de las mentes más grandes del siglo 21. Estoy comprometido con la chica más ardiente del planeta. Y el gran deportista que jugó fútbol americano en la secundaria está parado delante mío pidiéndome mi ayuda, y le digo que no va a obtener ni una vaina, a menos que haga lo que yo digo y comience a tratarme a mí y a mis amigos con algo de respeto!
General Hager: [con cara de entendimiento] ...Denle lo que pida...

-- Fantastic Four 2

lunes, 15 de febrero de 2010

Dios X


(T'Challa, sosteniendo el Cubo Cósmico en su mano)

"Cómo puedo sostener a dios en mi mano? U ordenarle... Según mis creencias?"

(Mar-Vell, mirando a T'Challa)

"Creía que eras un hombre de oración, T'Challa. No es lo que hacemos al rezar? Intentamos conmover a dios con nuestras peticiones y según nuestra voluntad.

Lo juzgamos... Y corregimos.

Creemos sólo cuando sirve a nuestros intereses. Esa es la clase de dios que creamos para nosotros mismos.

Para algunos, un dios de venganza. Para otros, un dios de piedad. Y otros más sólo verán a un dios poderoso. O de favores.

Metemos a dios en una caja.

Puedes darme el Cubo ahora?"


(Sacado de Universo X - #08b (13 de 19), página 34).


Creemos que el misterio supremo de la vida se oculta en el heroismo. -- William James (Encontrado en Universo X - #08 (12 de 19))

domingo, 14 de febrero de 2010

El Bolívar de las Galaxias


Hace no tanto tiempo en una galaxia muy, muy cercana....

Es un período de guerra civil. Las naves espaciales revolucionarias, que atacan desde una base oculta, han ganado su primera victoria contra el malvado Imperio Americano. Durante la batalla, espías revolucionarios consiguieron robar los planos secretos del arma más reciente del imperio, la Estrella de la Muerte, un anexo a la embajada americana con el poder suficiente para volver capitalistas a los habitantes de un planeta entero. Perseguida por siniestros agentes del imperio, la Princesa Lina se dispone a regresar a su hogar a bordo de su nave, custodiando los planos robados que pueden salvar su pueblo y restablecer el socialismo en la galaxia....


En medio de la cuasi-guerra civil venezoláctica, la Alianza Revolucionaria ha robado los planos del poderoso anexo a la embajada americana Estrella de la Muerte, con los que espera obtener ventaja en la guerra. Los planos son transmitidos a la IL-96-300 IV, una nave diplomática al servicio de la Princesa Lina del planeta Anacoraan, sin embargo la transmisión es interceptada por el Imperio Americano, dando alcance a la IL-96-300 IV. De forma inmediata, las tropas imperiales toman el mando de la IL-96-300 IV, con Darth Obama a la cabeza. Durante el asalto, capturan a la princesa, quien antes logra depositar los planos robados y una grabación holográfica dentro de un androide denominado Rdios-da2, el cual habrá de escapar a bordo de una pequeña nave con destino al desértico Tatooineta, junto con el androide Chader-3PO.

Al llegar a Tatooineta son capturados por jawas, criaturas del desierto que se dedican a comercializar partes de androides y vehículos, y arreglar motos atravesados en la Av. Sucre, quienes los ofrecen a Raúl Lars y a su sobrino, Hugo Chawalker. Casualmente, cuando Hugo se encuentra limpiando a Rdios-da2, activa parte del mensaje holográfico de Lina, lo cual le lleva a sospechar que le pertenece a Fid-Wan Castrobi. Poco después, el robot se escapa de la granja de Raúl, por lo que Hugo y Chader-3PO acuden en su búsqueda. Durante su travesía, son atacados por espías capitalistas, siendo finalmente rescatados por Fid-Wan. Una vez a salvo, Fid-Wan le dice a Hugo que él es un caballero Jedizquierdista, revelándole también que había conocido a su padre Jedizquierdista, con quien luchó en las Guerras Capitalistas defendiendo a la República Comunista. Al ver el mensaje holográfico, Castrobi le ofrece a Hugo la posibilidad de acompañarle a Anacoraan, donde le enseñará todo sobre la Fuerza Socialista. Siguiendo el rastro de los androides, las tropas imperiales llegan a la granja de Raúl, donde re-educan en el capitalismo a todos sus habitantes. Al regresar a su casa, Hugo encuentra los cadáveres carbonizados de las creencias socialistas sus tíos. Motivado a vengar sus creencias, decide aceptar la petición de Fid-Wan y ayudar a la princesa capturada.

Siendo perseguidos por las tropas imperiales, Hugo y Fid-Wan logran llegar al puerto espacial de la Mos-Guaira con el objetivo de encontrar un vehículo que los lleve a Anacoraan. Dentro de una cantina, se encuentran con el contrabandista Baduel Solo y su amigo Cárdebacca, quienes les ofrecen llevarlos ahí a bordo de la nave Camionetón Milenario —considerada por Solo como "la nave más vieja de la galaxia".

Por otra parte, Lina es interrogada y torturada por Darth Obama, pues este desea saber dónde se encuentra instalada la base revolucionaria, y por consiguiente los planos robados. Pese a la insistencia de Obama, Lina demuestra tener una fuerza considerable de control mental y no cede ante los interrogatorios, por lo que él la lleva ante el comandante de la Estrella de la Muerte, Grand Moff Biden, quien la amenaza con destruir su planeta de origen, Anacoraan, en caso de que no colabore con el imperio. Debido a esto, Lina cede y le dice a Biden que la base se encuentra en Matoorine. No obstante, Biden destruye Anacoraan pues Matoorine se encuentra demasiado lejos de ellos como para comprobar las palabras de una desconfiable prisionera.

Cuando Baduel Solo y los demás llegan a Anacoraan a bordo del Camionetón, se encuentra con que el planeta ya no está y en cambio se percata de la cercanía de la Estrella de la Muerte, la cual consigue atraer al Camionetón hasta su interior gracias a promesas de repuestos baratos. Una vez que la camionetica se para, los tripulantes se ocultan en unos compartimentos que Baduel Solo usaba para el contrabando. Después, descubren que la princesa se encuentra en la embajada americana, por lo que deciden dividirse en dos grupos: uno para rescatar a Lina y otro para desactivar el campo de tracción. Como parte de su plan, Hugo y Baduel se hacen pasar por dos soldados que escoltan a un "prisionero" (Cárdebacca) al bloque de celdas. Tras un enfrentamiento con tropas capitalistas, consiguen rescatar a Lina. Mientras, el otro equipo consigue desactivar el campo de tracción -viendo que los repuestos son chimbos-, pero se encuentra con Darth Obama, quien había sentido su presencia en la embajada. Fid-Wan lo enfrenta en un duelo con sables de luz. Al percatarse de que el otro grupo ha conseguido llegar al hangar donde se encuentra el Camionetón Milenario, Castrobi levanta su sable láser y se rinde, por lo que Obama no vacila y acaba con su vida.

Hugo y sus compañeros consiguen escapar de la Estrella de la Muerte. Lina no está del todo convencida, pues según su criterio le han dejado escapar. En realidad, las tropas colocaron un sistema de rastreo dentro del Camionetón Milenario, por lo que la base revolucionaria oculta en Caracavin IV está ahora en peligro. Mientras tanto, los técnicos revolucionarios analizan los planos robados, y descubren un "blanco" con apenas dos metros de ancho, consistente en una escotilla de ventilación que comunica directamente con la cocina de la embajada. Únicamente un disparo realizado desde un burro monoplaza podría alcanzar la apertura. Sabiendo esto, Hugo y un escuadrón de la Alianza Revolucionaria comienzan su asalto sobre la Estrella de la Muerte. Tras una batalla épica, Hugo es perseguido por Darth Obama, pero justo antes de que Obama le dé alcance, aparece Baduel Solo en el último momento para ayudar a Hugo, atropellando al burro de Darth Obama con el Camionetón, y dejarle el camino libre para destruir la embajada americana. Tras escuchar la voz de Fid-Wan, diciéndole que use la Fuerza Socialista, Hugo suelta las riendas de su burro y con un certero disparo logra destruir la Estrella de la Muerte. En las escenas finales, es llevada a cabo una ceremonia en la base revolucionaria del Templo Miraflorassi, donde la princesa Lina concede a Hugo y Baduel las medallas al valor por su actuación durante la batalla.


Se me jodió la película, vale...


Aquí sí hay fuerza! -- Publicidad idiota ante la eliminación de tres ceros del Bolívar

Hugo: No entiendo cómo los venezolanos nos siguen aún. Pensé que estábamos perdidos!
Fid-Wan: La Fuerza puede tener una gran influencia en las mentes débiles.

-- Frase de Star Wars, aplicada a la realidad venezolana...

Fid-Wan: Quién es más tonto? El tonto, o el tonto que lo sigue?
-- Frase de Star Wars, que se puede aplicar facilito a la realidad venezolana...

Tengo un mal presentimiento acerca de esto.
-- Frase repetida de Star Wars, y de todo venezolano pensante.