miércoles, 16 de marzo de 2011

Desespero...



Algunas veces la vida te sonríe. Los pájaros cantan, las nubes se levantan, todo parece caer en su sitio por su propia mano. Si estás pendiente, puedes aprovechar y mejorar tu vida, o al menos recargar las pilas necesarias. Si no estás pendiente, pues al menos pasarás un buen rato.

Otras veces todo, absolutamente todo, te sale mal. Los carros pisan charcos y te mojan, los gatos te arañan, las viejas te caen a paraguazos... Parece que por mucho que te esfuerces, y aunque hagas las cosas de corazón, nada sale bien. Incluso aquellas acciones seguras, que llevas años haciendo, están condenadas al fracaso por culpa de alguna mano invisible que parece disfrutar de su sufrimiento...

Supongo que la mayoría de las veces, la realidad es un bloque gris en algún lado entre el "todo sale bien" y el "todo sale mal". Algunas cosas salen geniales, otras no salen, y la mayoría, pues sale normal.

Casi siempre el secreto para sobrevivir está en aguantar como los machos, o al menos aguantar mucho. Ya sea como una pared de concreto, ya sea como un sauce que se dobla para que el viento no lo quiebre, ya sea como Jesús, parándose cada vez que se caía, el secreto es resistir.

Hay gente muy buena en eso de resistir. Son esas personas que parece que siempre sonríen, aunque por dentro se los estén comiendo los problemas. Esas personas junto a las que te gusta estar, porque siempre están dando energía, y no te la quitan ni cuando más la necesitan, porque parece que ellos tienen un flujo inagotable, unas reservas infinitas, capaces de ayudarlos a caminar de nuevo, o de ayudarlos a ayudarte a que tú camines de nuevo.

Sin embargo, hasta el flujo más grande de energía es capaz de secarse si le aplicas el catalizador apropiado. Una desgracia familiar, o una mala palabra de la persona apropiada, puede hacer que una pared se derrumbe, que un sauce pierda el agarre de sus raíces, o que Jesús diga "Padre, por qué me has abandonado?".

Por mucho que te prepares, la vida te da sorpresas que nunca sabrás manejar, que nunca podrás esquivar, que te llevarán por delante como un camión sin frenos, manejado por un psicópata que reirá todo el camino mientras te arrastra entre sus ruedas.

Hoy me siento así, como que todo me estuviera saliendo mal. En este momento, ni una de las cosas importantes en mi vida están en el camino que debería, y lo que es peor, no sé qué puedo hacer para ponerlas en ese camino.

Espero que mañana la vida me sonría de nuevo. El sol salga, los pájaros canten, las nubes se levanten, y esta vieja de mierda se meta el paraguas por el culo...


En mi más de medio siglo en el negocio de los sistemas de información, han habido muchos misterios sin solución. Por ejemplo, por qué no hacemos lo que sabemos hacer? O por qué no aprendemos de nuestros errores? Pero el misterio que es más misterioso que todos los demás es: por qué no aprendemos de los errores de otros? -- Jerry Weinberg

1 comentario:

Yukino M. dijo...

Me dijeron una vez... "cuando una persona toca el fondo, sólo le queda una cosa por hacer: subir hacia afuera".

Y cuando se toca el suelo, se sabe dónde se está parado, y dónde apoyarse para seguir caminando.

Y al menos tú, no sé cómo haces, pero siempre me hace reír, incluso aquí: la frase final te quedó ¡GENIAL!

Te quiero y te mando un abrazo muy fuerte... cuídate. :x