Salute la familia
Acabo de ver la séptima película de Rápido y Furioso. Desde que ví la primera, ya tarde, me gustaron, pero no por las carreras y los carros, que eso jamás fue ni será lo mío. Las amé por Dom, a pesar de que siempre se leía el libreto, y su irrompible fe en la familia, compartan sangre o no. Las amé por esas parrilladas en las que siempre había un plato más para quien llegara, y porque siempre estuvieron ahí, el uno para el otro. Las amé porque, hoy y siempre, me recuerdan a mi familia...
Y no puedo dejar de pensar que esta frase aplica a muchas personas, en especial a quienes compartieron conmigo mi última noche en Venezuela:
El dinero viene y va, eso lo sabemos todos... Lo más importante en la vida siempre será la gente en esta habitación. Aquí y ahora. Saludos, mi familia... No importa dónde estén, a medio kilómetro o al otro lado del mundo, siempre estarán conmigo.
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