lunes, 30 de mayo de 2011

Desahogo sin título



Llevo mucho tiempo sin escribir, lo sé. No me reclames más.

Han pasado muchas cosas en mi vida, y no sé cuáles considerar buenas y cuáles no. Ha sido un período lleno de cambios en el cual he ido perdiendo uno tras otro todos mis soportes, y que hizo que, en este momento, me sienta sin camino, sin costa, sin un lugar en el cual sentarme a reposar mis cansados huesos, y a renovar energía.

Una amiga me comentaba que cuando uno tiene un cambio grande en la vida, la situación es similar a una mudanza: cambias de casa, y llegas a un sitio en el que aún no estás cómodo, que está muy vacío; hay cosas que dejas en la casa vieja, otras las pierdes o las botas en el camino, y algunas al final llegan a la nueva casa... pero van a un lugar distinto de donde estaban en la vieja.

Mi respuesta a su pregunta fué "sí, me estoy mudando de la casa vieja a la nueva, pero se me pinchó un neumático en el camino, y me perdí por ahí".

Hoy, siento que todas las piezas de mi vida están fuera de lugar. Que cualquier cosa que haga dañará a alguien. Que a menos que me trague quién soy y qué siento, nadie a mi alrededor respirará. En este período me han quitado el habla, han esquivado mi mirada, me han dicho que ya no soy aquél del que se enamoraron, me han dicho que soy el culpable de haber destruído sus vidas...

En serio, ya basta.

El domingo salí a comer y, equivocadamente, fuimos en carro. La avenida principal por la que forzosamente teníamos que pasar -parte de la arteria vial principal de la ciudad- estaba parcialmente cerrada gracias a una manifestación de los rojos: sencillamente, se podía ir en un sentido, pero no en el otro.

Luego de una hora de cola; luego de que los chavistas se pasaran a la vía nuestra a hacer más cola, porque sencillamente les daba ladilla ir por un mismo lado; luego de que los policías presentes nos impidieran meternos en la autopista, ve a saber tú por qué; luego de que casi nos rayaran el carro las motos que pasaban; luego de que, ya casi llegando a la salida que nos habían indicado viéramos que la misma estaba cerrada, y que si queríamos agarrar autopista o cualquier otra cosa, teníamos que a juro bajar hasta la Guaira y regresarnos, sencillamente explotamos.

En serio, ya basta.

(Para los numerosos lectores internacionales del blog, les traduzco la situación: cuatro monos apoyados por el gobierno decidieron marchar -léase, caminar tomando alcohol- por alguna causa no identificada -creo que ni por ellos mismos-, cerrando la mitad de la avenida principal de la ciudad -y a veces, la otra mitad también-. Ante la avenida cerrada, si tratabas de llegar a otras vías, también te lo impedían, y al final la única opción que tenías era salir de la ciudad hacia la playa, llegar a la misma, dar la vuelta, y enfilar hacia la ciudad de nuevo para, tras horas de cola, ver si podías ir al fin en la dirección que querías. Toda una obra maestra de planificación, pues).

Mis vecinas de carro iban gritando e insultando. Razón no les quito, aunque yo iba más cagado por a dónde correr con mi hijo si las hordas chavistas decidían quemarnos el carro, o voltearlo, o al menos romper algún vidrio: de seguro que los policías no nos ayudarían, y menos luego de los insultos que les dijimos.

Al fin, luego de salir de ese infierno, y ante la consigna de "hay que irse de este país", me quedé pensando en varias vainas... Primero, que soy un idiota por querer quedarme aquí. Segundo, que una vez aceptado lo anterior, y dado que soy un idiota, me quedaré aquí. Y tercero, que necesitaba hacer algo para sacar la arrechera de mi sistema: matar a alguien, jugar rol o algún videojuego donde matara a alguien...

...o escribir algo en el blog.

Ahí recordé lo abandonado que lo he tenido por la falta de musa, y decidí una cosa: que, en serio, ya basta.

He decidido volver a escribir: llamaré a mi musa para que vuelva, y si no, la raptaré. Sonreiré un pelo más a la vida, aunque aún opino que uno debe sufrir lo que le hace sufrir, para llorar las arrecheras y crecer con ellas. Buscaré a mi gente, haré las cosas que me gustan, y trataré de enderezar los entuertos de mi vida, aunque sea poco a poco, aunque tarde, y aunque al principio no pueda.

Después de todo, y al menos hasta cierto punto, somos los dueños de nuestras vidas, no?

Sirva este escrito como muestra de que regresé, a lo Ilan, otra vez, por el tiempo que pueda. Y si la vida se sigue burlando de mí, le daré un golpe en la cara, para que sea seria.


Todo hombre tiene un precio que acepta con gusto, aún por aquello que piensa no vender nunca.

La vida me cuenta las cosas que de pequeño me hacían llorar...

Y es que el tiempo pasa y siempre falta aquel minuto que pasó. -- Roque Valero (En tu Corazón)

De una promesa nace una esperanza. De una esperanza, un sueño. De un sueño, un deseo. Y de un deseo, la voluntad de hacer de la promesa una realidad. -- Sergio

Déjame decirte algo sobre el amor. Dicen que el amor duele; bueno, mi amor asesinó a un pueblo completo. Solamente un pueblo pequeño, pero un pueblo al fin y al cabo. El amor no solamente duele, el amor mutila, hiere y mata. Lo sé; lo he visto en acción. -- Russell Taylor (Love Hurts)

miércoles, 30 de marzo de 2011

Memoria de elfo



En un pasado no muy lejano, un cazarecompensas enano cometió un terrible error. Mientras perseguía a un enemigo semi-elfo que estaba escapando de él, llegó a un caserío élfico. Equivocadamente, el enano asumió que el lugar era el hogar del semi-elfo. Nada lo convenció de que ese no era el caso, y se molestó cada vez más de que los elfos estuvieran "escondiendo" a su presa.

Bajo los efectos de su ira, y sin poder controlar los deseos por el dinero de la recompensa, el enano asesinó cruelmente a un leñador elfo, usando el hacha del propio elfo para picar al viudo en dos. Los cuatro hijos del elfo, que habían estado jugando cerca, quedaron paralizados del miedo. Ignorando a los adoloridos niños, el cruel enano se dirigió de nuevo a los bosques. Allí encontró rastros del semi-elfo fugitivo, y continuó su persecución.

Siendo como son los elfos, la gente del caserío adoptó y cuidó a los niños lo mejor que pudo. La mayoría fue eventualmente adoptada por gente de otras villas, porque el caserío era tan pobre que no podía mantener a niños sin padre. A pesar de estar separados, los cuatro niños alimentaron un deseo privado de venganza en sus corazones. Cada uno entrenó diligentemente para entender el camino del bosque y del rastreo, aprendiendo sus sutiles detalles para poder vengar a su padre.

Cincuenta años pasaron desde la muerte del leñador antes de que los jóvenes elfos sintieran que ya estaban listos. Se reunieron e hicieron un solemne juramento, que no descansarían hasta encontrar al asesino de su padre. Los cuatro se separaron entonces, cada uno dirigiendo sus pasos a cada uno de los puntos cardinales. Grabada a fuego en sus mentes estaba la imagen del enano. Preguntaron a todos los que se consiguieron en su camino, y algunos incluso buscaron y usaron objetos mágicos. Finalmente, uno de ellos encontró una pista y les envió un mensaje a sus hermanos para reunirse con él lo antes posible.

El anciano enano se había retirado de su oficio de cazarecompensas y vivía solo en las montañas. Los cuatro elfos atacaron por sorpresa su hogar, y lo secuestraron mientras dormía junto al fuego. Nadie jamás volvió a ver al enano de nuevo, pero su casa aún se mantiene en pie. Cada pocos años, aparecen frente a la entrada de la casa miembros cortados con un hacha: miembros cortados de un viejo enano. Hasta la fecha, han aparecido 17 brazos y 12 piernas.

Un anillo de regeneración puede hacer maravillas para las venganzas.


(Traducción libre de una historia aparecida en "The Complete Book of Elves" (El libro de los elfos), de AD&D, en referencia a la forma de pensar de los elfos)


La capacidad de aprender es un don.
La habilidad de aprender es una aptitud.
La disposición a aprender es una elección.
-- Rebec of Ginaz

El más grande servicio que puedes llevar a cabo es enseñar a tus hijos a tomar buenas decisiones. -- Mike Wesely

Traté de ser razonable. No me gustó. -- Clint Eastwood

lunes, 21 de marzo de 2011

Es la ley del oeste (y de como se pajeó todo)



Llegué a este escrito por error, pues no se supone que lo leyera, ni tampoco que lo leyeran ustedes. Sin embargo, me tocó... y como a lo mejor los toca a ustedes también, preferí compartirlo, íntegro. Gracias, Ivoneta, aunque no quisieras que cayera en mis manos


Y a ti telerin te dejé entrar a mi cabeza y a mi corazón. Las salidas nocturnas, los mensajes de textos, las llamadas, las arrecheras, todo eso solo logró que desfalleciera por ti. Y así estas líneas alimenten tu ego te lo digo: me enamoré de ti chico, me enamoré de tus besos, de tus caricias, de tu sonrisa, de tus huequitos en los cachetes, de todo tú...

Y aunque hayas tomado tu decisión, aquella que tanto intenté cambiar sin éxito, aquella que me dio ese dolor punzante en el corazón, aquella que ha tenido mi vida vuelta un culo durante ya bastante tiempo, pues dejame decirte que yo también tomé la mía. Que decidí deja fluir las cosas, que decidí no torturarme mas con aquello que hubiera sido y que nunca será, que decidí asumir que todas esas palabras que me enviastes y aquellas dos que aquella madrugada pronunciaste, salieron de tu corazón, que ese mensaje nefasto que me mandaste aquella noche si fue verdad, no pienso torturarme mas pensando en la veracidad de ello. Esta que está aquí asume que si: que me llegaste a amar y a adorar, pero la parte que no creeré es que no puedes vivir sin mi! porque fíjate chico ya lo estás haciendo al igual yo, viviendo tu vida feliz al lado de otra persona que no soy yo.

Y serán días dificiles supongo, pues si ya extraño tus mensajes, y extraño no saber que estas cerca, como no voy a extrañar nuestras salidas al cine a ver mi terrible selección de películas y a escucharte a ti todo el camino de regreso quejándote por lo mala que fue. Extrañaré ir a tomar nuestros super jugos en friday's los cuales conocí por ti y los cuales amo por ti. Extrañaré tu quejadera porque no dejo de mover los pies en la cama, y extrañaré que a mitad de la noche me dejes sin cobija. Extrañaré compartir los juegos de baseball en el estadio, que por cierto fuiste tu el primero en llevarme a uno. Extrañare las salidas nocturnas, porque sí contigo volvi a sentirme joven, me olvidé que era una señora mayor, recordé que aún tengo 23 años y que soy un botón. Extrañare tu veguerismo a millón, extrañaré corregir tus errores ortográficos, extrañaré hacerte cosquillas hasta que me pongas esa cara que tanto me fascina. Extrañare nuestras jartazones de sushi hasta quedar bombeados, simplemente te extrañare telerin.

Y suspirare por aquellos viajes a mis islas paradisiacas contigo que nunca se darán, suspiraré por aquellas cosas que no compartiré contigo, suspiraré por aquellas mentiras que yo asumí son verdad y que nunca mas me las dirás. Suspiraré porque me hiciste sentir de nuevo esas cosquillitas en el estómago, suspiraré porque no fliparé en colores contigo, suspiraré porque ya no tengo una ilusión. Suspiraré porque esto sencillamente se acabó.


Y es que el tiempo pasa y siempre falta aquel minuto que pasó. -- Roque Valero (En tu Corazón)

De una promesa nace una esperanza. De una esperanza, un sueño. De un sueño, un deseo. Y de un deseo, la voluntad de hacer de la promesa una realidad. -- Sergio

domingo, 20 de marzo de 2011

El regreso a la inocencia



Esto no es el comienzo del fin,
esto es el regreso a tí mismo,
el regreso a la inocencia...

Amor... Devoción...
Sentimiento... Emoción...
Amor... Devoción...
Sentimiento... Emoción...

No le temas a ser débil,
no te enorgullezcas demasiado de ser fuerte;
solo mira en tu corazón, mi amigo,
eso será el regreso a tí mismo,
el regreso a la inocencia...

Si lo deseas, comienza a reir;
si lo necesitas, comienza a llorar;
sé tú mismo, no te ocultes;
solo cree en el destino...

Que no te importe lo que la gente diga;
solamente sigue tu propio camino,
no te rindas y aprovecha las oportunidades
para regresar a la inocencia...

Esto no es el comienzo del fin,
esto es el regreso a tí mismo,
el regreso a la inocencia...

Que no te importe lo que la gente diga;
solamente sigue tu propio camino,
no te rindas,
para regresar a la inocencia...

Si lo deseas entonces ríe;
si lo necesitas entonces llora;
sé tú mismo, no te ocultes;
solo cree en el destino...


(Traducción libre de Return to Innocence de Enigma. Si escuchas sabiduría en mis palabras entonces hazles caso, aunque no estén dirigidas a tí, o aunque eso no haya sido lo que realmente quise decir).


Una vez en nuestra vida, por un mortal momento, uno debe agarrar la inmortalidad; si no, uno no ha vivido. -- Sylvester Stallone

Todos nosotros hervimos a diferentes temperaturas. -- Clint Eastwood

Elegir un camino significa abandonar otros. Si tratas de seguir cada posible camino terminarás no siguiendo ninguno. -- Paulo Coelho (Brida)

miércoles, 16 de marzo de 2011

Desespero...



Algunas veces la vida te sonríe. Los pájaros cantan, las nubes se levantan, todo parece caer en su sitio por su propia mano. Si estás pendiente, puedes aprovechar y mejorar tu vida, o al menos recargar las pilas necesarias. Si no estás pendiente, pues al menos pasarás un buen rato.

Otras veces todo, absolutamente todo, te sale mal. Los carros pisan charcos y te mojan, los gatos te arañan, las viejas te caen a paraguazos... Parece que por mucho que te esfuerces, y aunque hagas las cosas de corazón, nada sale bien. Incluso aquellas acciones seguras, que llevas años haciendo, están condenadas al fracaso por culpa de alguna mano invisible que parece disfrutar de su sufrimiento...

Supongo que la mayoría de las veces, la realidad es un bloque gris en algún lado entre el "todo sale bien" y el "todo sale mal". Algunas cosas salen geniales, otras no salen, y la mayoría, pues sale normal.

Casi siempre el secreto para sobrevivir está en aguantar como los machos, o al menos aguantar mucho. Ya sea como una pared de concreto, ya sea como un sauce que se dobla para que el viento no lo quiebre, ya sea como Jesús, parándose cada vez que se caía, el secreto es resistir.

Hay gente muy buena en eso de resistir. Son esas personas que parece que siempre sonríen, aunque por dentro se los estén comiendo los problemas. Esas personas junto a las que te gusta estar, porque siempre están dando energía, y no te la quitan ni cuando más la necesitan, porque parece que ellos tienen un flujo inagotable, unas reservas infinitas, capaces de ayudarlos a caminar de nuevo, o de ayudarlos a ayudarte a que tú camines de nuevo.

Sin embargo, hasta el flujo más grande de energía es capaz de secarse si le aplicas el catalizador apropiado. Una desgracia familiar, o una mala palabra de la persona apropiada, puede hacer que una pared se derrumbe, que un sauce pierda el agarre de sus raíces, o que Jesús diga "Padre, por qué me has abandonado?".

Por mucho que te prepares, la vida te da sorpresas que nunca sabrás manejar, que nunca podrás esquivar, que te llevarán por delante como un camión sin frenos, manejado por un psicópata que reirá todo el camino mientras te arrastra entre sus ruedas.

Hoy me siento así, como que todo me estuviera saliendo mal. En este momento, ni una de las cosas importantes en mi vida están en el camino que debería, y lo que es peor, no sé qué puedo hacer para ponerlas en ese camino.

Espero que mañana la vida me sonría de nuevo. El sol salga, los pájaros canten, las nubes se levanten, y esta vieja de mierda se meta el paraguas por el culo...


En mi más de medio siglo en el negocio de los sistemas de información, han habido muchos misterios sin solución. Por ejemplo, por qué no hacemos lo que sabemos hacer? O por qué no aprendemos de nuestros errores? Pero el misterio que es más misterioso que todos los demás es: por qué no aprendemos de los errores de otros? -- Jerry Weinberg