jueves, 29 de septiembre de 2005

El Valor de los Valores

Hoy probaré una nueva tendencia de escritura: Pondré nombres.

En mi almuerzo de hoy estaba bromeando con J sobre una de nuestras bromas particulares "Sí, es que yo no tengo esa vaina que tienes tú... Cómo es que se llama...? Precios...? Costos...? VALORES!". jejeje...

Luego, llego al trabajo a trabajar, y mientras echaba una línea más de código me crucé con el Blog de Gabriel (imagínense... Qué haría ese URL atravesado en mi Código?) del 01 de Septiembre, "Del Valor de las Cosas" (léanlo, y de paso todos los demás. No tiene desperdicio).

Bueno, el caso es que me puse a contestar al artículo... Y poco a poco el comentario se volvió otro artículo. Y helo aquí.

Tengo lo que para mí es un buen trabajo. Quizás no sea el mejor trabajo que podría tener, según ciertos parámetros, pero es mío y lo aprecio. Me gusta lo que hago. Me gusta cómo lo hago (aunque, como todo, se podrían mejorar algunas - varias - cosas). Me gusta la gente con la que lo hago... Y eso tiene su valor.

Me han llamado de varios sitios ofreciéndome trabajo (o al menos una entrevista. Viene a ser lo mismo luego de cierto tiempo), y siempre mi respuesta es la misma: "No, gracias, ya tengo trabajo".

Varias de mis amistades me han dicho de loco para arriba: Que cómo se me ocurre, que al menos fuera a la entrevista, que al menos podría haber preguntado cuánto me iban a pagar, que averigüara el paquete... Pero el caso es que no me importa.

Si tengo un trabajo que me gusta, para qué buscar otro? Sí, podría ser mejor. Siempre podría ser mejor. Si vivimos en ese plan, se nos caerá el pelo (y de eso sé un rato) pensando en cómo nos habría ido por los otros caminos. Y mira que algunos de los otros caminos sonaban interesantes! Hasta de Sony me han llamado!

No me malinterpreten. No es que esté casado con mi oficina. Y tampoco es conformismo o comodidad. Si algún día llega el momento de irme, me iré. Es sólo que no creo que sea adecuado andar por la vida cazando trabajos que paguen más. "Ah, este me paga medio millón más! Me voy!". No sé. Creo que ese enfoque no es conmigo. Como siempre digo, si quisiera hacer dinero estaría vendiendo drogas.

Si cada vez que me ofrecieran más dinero me mudara de trabajo, tal vez habría cambiado una docena de veces de trabajo, y quizás estaría cobrando el doble... Pero no tendría sensación de pertenencia. Imaginen casarse con la mujer que aman, y apenas vean una más bonita, botar a su esposa para irse con la nueva... Sencillamente, la vida no es así.

El caso es que el valor del trabajo no se mide solamente por el sueldo que te pague. Se mide, como todo en la vida, por lo que te haga crecer, por las alegrías que te dé, por el aumento que te dé en las ganas de vivir.

(Jefe, no me hagas 101% caso a esto! Ofréceme un aumento, para que puedas dormir más traquilo! jejeje!).

Creo que la madurez tiene algo que ver con eso... Asco, estoy madurando...

También hablando con J hemos discutido varias veces el problema de su carro: Quiere venderlo, para comprarse otro. "Pero me da pajita porque quiero mi carro". Coño, entonces no lo vendas. Gasta ese dinero en ponerlo pepa. No todo es un negocio... Hay otras formas de ganar. Por ejemplo, arreglando tu carro, ese mismo que quieres y con el que compartes recuerdos, para sentirte mejor con él, en lugar de verlo como una inversión. Ojo, no es enamorarse de las cosas materiales... Es sólo hacer las cosas adecuadas por la razón adecuada.

Conozco muchas personas que juzgan a terceros por lo que cobran, por los títulos que tienen, por la gente a la que mandan... A veces, yo también he caído en esto (no para juzgar a terceros, sino para juzgarme a mí mismo). Pues bien, sorpresa. Esos detalles no - corrijo: NO - importan. Importa el tamaño del corazón, y habrá personas a las que les importe el tamaño de otros apéndices corporales... Pero el bolsillo, los títulos, los cachilapos, no definen a nadie.

(Sí, JuanK: hiciste bien en no tomar la beca. Sí, Virginia: Sí existe Santa Claus. Bueno, no era eso lo que iba a poner... Realmente era "Sí, Virginia: para mí vale quedarme", pero no me aguanté!).

En mi caso, estoy de acuerdo con Gabriel... En mi lista del "Top Ocho de recuerdos" no figura en ningún lado algún aumento de sueldo. Hay besos, miradas (y esos instantes entre mirada y beso!), sonrisas, chocolates, juegos, reuniones, personas, abrazos, Afectos! (allá los que me entiendan), bebés, viejos...

Y en las suyas?

Hagan que valga la pena...


Y en las frases de hoy, un clásico, que siempre me hace pensar en Phoebe (Friends) corriendo como una loca:

Work like you don't need the money; love like you've never been hurt; dance like no one is watching (Trabaja como si no necesitaras el dinero; ama como si nunca te hubieran herido; baila como si nadie estuviera viendo).

It's not so important to be serious as it is to be serious about the important things. The monkey has an expression of seriousness that would do credit to any great scholar. But the monkey is serious because he itches. (No es tan importante ser serio como lo es ser serio sobre las cosas importantes. El mono tiene una expresión de seriedad que le daría crédito como cualquier estudioso. Pero el mono tiene la cara seria porque siente picazón).

Sólo con el corazón se puede ver bien. Lo esencial es invisible para los ojos. -- El Zorro (El Principito)

No hay comentarios: