jueves, 29 de mayo de 2008

De Bancos Internacionales


Hay dos enfoques para ver la vida, dependiendo de la persona y del país donde viva cada quien.

Uno, es pensar que la patria es lo máximo. Que gracias a Dios nacimos en este país, y no en otro, porque no tendría esas maravillas, ese calor, esa gente. Las playitas, las gaitas, los sancochos, el chocolate, las mujeres más bellas...

Otro, es pensar que todo país es mejor que el propio. Porque en el nuestro hay basura, hay pobreza, hay corrupcion, hay maldad. Las calles son de ladrones y buhoneros, no puedes ahorrar, la inflación te come...

Hace poco descubrí que no importa cómo pienses, y no importa dónde estes, siempre pensarás que los bancos apestan. Y es verdad: todos los bancos apestan, y mucho.

Ya estoy acostumbrado a que, a pesar de estar en pleno siglo XXI, aún tengamos que ir a la agencia donde abrimos la cuenta o donde nos dieron las tarjetas para poder hacer un trámite. No importa que exista internet, no importa que todos los bancos tengan acceso a la información de todos los demás en segundos. No, hay que incomodar al cliente.

Pero a pesar de que los bancos (incluso del mismo nombre, incluso en la misma ciudad) no pueden compartir datos, hay algo que todos los bancos, en todas los pueblos, ciudades y países del mundo comparten.

Todos apestan.

Les hecho el cuento: Llegué con mi sonrisa en el rostro a retirar mis viáticos, para gastarlos en una cantidad malsana de picanha. Expuse mi petición, y todo chévere. Todos los empleados, puro amor y ternura. Media hora después, y tras ver los esfuerzos infructuosos de tres empleados distintos, me temí lo peor.

Resulta que la primera transferencia que me hicieron, hace algunos meses atrás, me la hicieron a nombre de "Gorka Daniel Siverio Gómez". Así me llamo, no?

Pues la de este viaje me la hicieron a nombre de "Gorka D Siverio Gómez", lo cual me parece de lo más natural. Y a lo mejor es que hay muchos "Gorka Siverio" con el mismo pasaporte, pero el caso es que solo por ello no pudieron darme los viáticos. Si llego a depender de ese dinero, porque un programador colocó como clave el nombre del usuario en lugar de algún documento, esa noche hubiera dormido en la calle.

Ahora, eso no es lo mejor; lo mejor es que resulta que el banco puede cambiar el nombre de recepción! Si en lugar de haber hecho la transferencia a nombre de quien la hicieron, la hubieran hecho a nombre de "Gorka Pepeto Siverio Gómez", pues los del banco hubieran podido resolverlo! Pero resulta que si tratas de editar los datos, cambiando el nombre de "Daniel" a "D", te sale un mensaje que dice (sin bromas: ví la pantalla) "No se puede resumir el nombre". Como les quedó el ojo?

Los bancos apestan...

Asi, pues, luego de agotar todos los caminos posibles por mi cuenta, me tocó acudir a instancias mayores: Llamar a mis jefes, para que hablaran con Administración, para ver si se podía resolver ese problema del nombre de la transferencia (cambiar el nombre del destinatario, o cancelar esa transferencia y hacer otra) para que la misma estuviera a nombre de "Gorka Daniel Siverio Gómez".

O de "Gorka Pepeto". Me daba curiosidad...


A veces me gusta hacer Zoom In y sobre todo Zoom Out, come en Google Earth. Dependiendo del día, me veo en la casa, mi ciudad, o el planeta. Me imaginaba llevando conmigo un hilo de lana, grueso y de algún color bonito. Y me imaginaba desplazándome sobre la superficie de la tierra, y dejando el rastro - cual Teseo- desde "Jarajas", pasando por todos los sitios que he visto, pero sobre todo, pasando por todas las personas que he conocido, que también llevan consigo un hilo similar, y cuando nos encontramos hacemos un nudo, y partimos de nuevo cada quién por su camino. Eventualmente al planeta lo estrangulamos, o le hacemos un sweater. -- Eduardo Losada (The Watchtower)

Para cada acción existe una crítica, igual y opuesta. -- elmomoblog (Lección de Vida #4)

2 comentarios:

Unknown dijo...

Cooo.......eso es como dicen en mi pueblo "ECHAOOOO" jajajajaja

No te confundas con mi risa, en verdad lo siento.....

Un abrazote =D

Len dijo...

Yo tengo una llaguita con costra con ese mismo asunto, y no me quiero ni acordar de algunas de las experiencias bancarias que me han hecho desarrollar "actitud" (<- con voz ronquita y "macha"), gracias a entes como por ejemplo, Mugresco, o M.O.D. (siglas de Mier.. Occidental de Descuento).
Siempre he dicho y diré que resultaría mejor agarrar un frasco de mayonesa y guardar los reales debajo de una baldosa suelta en el piso debajo del ceibó (o de algún otro mueble grandote). Reciba de mi parte una palmadita de ánimos.