jueves, 13 de diciembre de 2007

¿Cómo sería todo?


Cada día al salir del trabajo, en lugar de ir a la entrada más cercana del subterráneo (del Metro, como le conocemos en Caracas) me gusta caminar a la siguiente estación, o a la siguiente a esa, sólo para tener algo de tiempo para mí. No es que no disfrute del tiempo de la gente que me rodea, pero a veces uno sólo quiere estar consigo mismo, y entre tu pareja, tus amigos, tus compañeros de trabajo, las prisas, los apuros y los problemas, sencillamente no te da chance de pararte un momento a escuchar la música que te rodea.

Durante estas caminatas, mientras veo el cielo cambiar de azul a rosado a negro (o lo veo negro de una vez. A veces el trabajo no lo suelta a uno tan pronto como se desearía) pienso en muchas cosas. Pienso en la vida. Pienso en la gente. Pienso en tonterías. Y muchas veces pienso en cómo sería todo. La caminata me da suficiente tiempo para pensar, para preguntarme, y para arrepentirme. Y los pensamientos y las preguntas me ayudan a no aburrirme en la caminata, y a curar un poco mi alma.

¿Cómo podría haber sido diferente mi vida? ¿Qué habría pasado si hubiera elegido otra universidad, otra carrera, otro grupo de posibles amistades? ¿Qué hubiera pasado si hubiera admitido mis sentimientos antes?

A veces pienso que todo pasa por una razón. Que sólo somos fichas en un tablero. Pero otras veces pienso que esta manera de pensar es estúpida y fatalista, y que sólo me viene a la mente tratando de que me arrepienta menos.

No creo tener remordimientos de nada de lo que ha pasado en mi vida, aunque creo que sí los tengo de varias de las cosas que no llegaron a pasar, sobre todo aquellas que ahora no es probable que ocurran.

¿Nos habríamos mantenido juntos? ¿Todo habría funcionado? ¿Nos habríamos dicho que nos amábamos?

¿Por qué no te lo dije antes? ¿Por qué nunca me lo dijiste?

No sé si lo sabía, o si tú lo sabías... O si siempre lo supimos. O cuánto. Supongo que es culpa de los dos por no compartir nuestros sentimientos, aunque creo que de alguna forma sabíamos qué sentía el otro.

¿Qué debemos hacer para que las cosas que queremos se mantengan con nosotros? Es una respuesta que no tengo. Y la respuesta de "disfrutar lo que tenemos mientras lo tengamos; decirle a la gente cuánto la amamos antes de que sea tarde; avanzar en la vida hasta que queramos, pero sin olvidar crecer como persona", a veces me suena simplemente estúpida.

Quizás las cosas ocurran para mejor. Quizás nuestras vidas, tal y como son hoy, son la mejor salida que uno puede desear. Pero somos humanos, y no podemos (al menos yo no) dejar de pensar en cómo sería todo, ni dejar de arrepentirnos, aunque todo esté bien.

Quizás nunca lo sepamos.

Hay tantas cosas que salen de nuestras vidas... Algunas de ellas, ni lo notamos. ¿Han echado de menos a sus compañeros de preparatoria? ¿Se acuerdan de los nombres de todos ellos? ¿De sus sueños? Otras, nos duelen en el alma para, quizás, toda la vida. Y seguramente ninguna se tome el tiempo de despedirse de nosotros, de decirnos lo que quieren decirnos, que quizás sea lo mismo que queremos escuchar, y quizás cambie todo.

Al contrario, tienen la mala costumbre de hacerlo cuando ya es muy tarde. Y lo malo es que, aún cuando "muy tarde" es otra frase que me suena sencillamente estúpida, eso no la hace menos verdadera o dolorosa.

Cuando las cosas vienen a despedirse, o a pedir que no las dejemos despedirse, siempre lamentamos que no hayan venido antes. Antes de que nos olvidáramos de ellas. Antes de que creciéramos. Antes de que consiguiéramos otra pareja. Antes de que construyéramos un muro de emociones para protegernos. Antes de que nos fuéramos.

Creo que lo peor sobre preguntarse cómo sería todo es que nunca obtienes respuesta.

Algunas veces desearía que fuéramos amigos. Saber qué ha pasado contigo. ¿Serás feliz? ¿Regresarás? ¿Te irá bien? ¿Me habrás olvidado? ¿Pensarás en mí?

A veces, la salida más fácil, o la única, es que deje de importarte. Y tratas de que no te importe, aún cuando sabes que eso es imposible, pero es que tenemos que seguir con nuestras vidas, ¿no?

Me limpio las lágrimas que se han escapado, como acostumbran a hacer a veces, y entro en la estación que me lleva al Metro que me lleva a mi casa que contiene a mi gente. Gente que no acepta que haya una parte de mi pasado que nunca dejaré ir (como si pudiera o quisiera hacerlo), que una (¿pequeña?) parte de mi corazón siempre pertenecerá a alguien más, a algo más, a otro lugar, a otro tiempo. Beso los labios que me esperan y sonrío al pensar en la suerte que tengo de haberlos encontrado.

Esta es mi vida ahora, esta es mi gente, mi lugar y mi tiempo, y estoy feliz con ello.

Es sólo que a veces me pregunto cómo sería todo si...


(Publicado originalmente en OcioJoven el 05 de Mayo de 2005).

Algo que leí me puso de ánimos para escribir esto. Disfruten del desahogo. O mejor aún, súfranlo conmigo. -- Gorka

Lo más difícil de aprender en la vida es qué puente hay que cruzar y qué puente hay que quemar. -- Bertrand Arthur William

Y mi amor quedó atrás,
a unos cuantos kilómetros de este lugar.
Tiempo, dame un chance más, déjame regresar,
quiero volver a empezar.
--
Aditus (Tiempo)

6 comentarios:

Unknown dijo...

Me he llegado al alma, un post que podría aplicar a mi vida sin quitarle o ponerle ni una sola coma.

Gracias, me hacía falta leerme en otras letras.

Un abrazoo ;)

Lycette Scott dijo...

Hola ¿cómo estás? paso para decirte que Blogger bloqueó el acceso a mi blog (presumo que debido al post sobre la guerra de Irak que publiqué ayer) ya puse el reclamo y estoy esperando a que se resuelva, me dicen que puede tardar unos 15 días. Si no se resuelve me tocará abrir un nuevo blog.
Besos,
Lycette

Alejandro dijo...

Quizas la mas interesante de nuestras habilidades como humanos es la de nunca ser enteramente felices, nunca estar completamente saisfechos. Cuando multiplicas vectorialmente esto por la anomalia de tener acceso al pasado mas no al futuro, resultamos en una continua ambiguedad de seres planeadores y nostalgicos. Una suerte de 'fabula de los tres hermanos' superpuestos.

Buen escrito amigo, continua ayudandonos a descubrirnos.

PS: gracias por el link a golfeados de maple :)

Belkys C. Hernández M dijo...

Y finalmente, aquí tienes un comentario mío... Y tenía que ser este el que me impulsara. Qué más podría decir a parte de que me moviste una fibra...?

Morbridae dijo...

Por fin... En verdad gracias!

No sé qué me alegró más: Si que me escribieras, o saber que moví algo...

Besos...

Anónimo dijo...

Está hermoso... Se parece a mí y a lo que suelo hacer y preguntarme, y de lo q como dices, nunca tendré respuesta...