viernes, 11 de abril de 2008

La Quinta Calabaza


Toda la vida me he sentido más humanista que científico. En la universidad, las materias de las que guardo recuerdos más gratos fueron los generales, que es como llaman en la USB a las materias humanistas o poco relacionadas con las carreras tecnológicas que allá dan (benditos sean los generales de cine, verdad, muchachos?).

Y uno de los recuerdos más gratos de esa colección de recuerdos gratos fué cuando me presentaron a Clarice Lispector, una célebre desconocida a la que conocí en las líneas de La Quinta Historia.

Para hacer corta una historia larga (o cinco!) les diré que La Quinta Historia es un relato corto en el cual la escritora narra cinco veces la misma historia, pero de cinco formas distintas. Clarice logra llevar el acto de matar cucarachas de un acto banal de simple ama de casa hasta un calculado asesinato de una hechicera exquisita.

Me encantó la originalidad de la obra, y la forma en la que la autora lograba llevar al lector de un extremo al otro de las sensaciones, haciéndote sentir incluso miedo en una de las versiones.

El escribir mi entrada anterior me hizo recordar La Quinta Historia. Y los recovecos del cerebro hicieron que, por ello, recordara un ejercicio que nos pidieron hacer en alguna clase de Literatura en bachillerato.

En dicho ejercicio se nos pidió escribir cuatro historias sobre temas particulares (una subida al Ávila, una historia de terror, cosas así...). Luego leeríamos ante la clase una de ellas, al azar. Recuerdo que hubiera deseado leer la del Ávila, que según creo me quedó espectacular, pero me tocó leer alguna otra que pasó sin pena ni gloria. Ese debe haber sido uno de mis primeros enfrentamientos a la crítica.

El caso es que de repente se me ocurrió un ejercicio entretenido. Ya había intentado una variante de mi propia quinta historia, aunque los únicos comentarios que levantó el escrito fueron preguntas de dónde estaban las primeras dos partes. Pero podría hacer un ejercicio parecido, tomar un tema, y escribir las historias que pudiera sobre el mismo, limitándome a solo un párrafo, sólo algunas líneas, en cada una, para que mis fans no se aburran de leerme.

Y una vez que llegué a eso, pues se me ocurrió retarlos a ustedes. No creo que les dé un derrame cerebral por escribir un párrafo, y quizás descubren que logran escribir más de uno, así que les animo a que lo intenten: a continuación les presento algunas historias pequeñas (y sin mucho pulido, las escribí de corrido, y me salió un verso, sin mucho esfuerzo), de solo un par de líneas, basadas en calabazas (fué lo que se me ocurrió: en la tele estaban dando un capítulo de las Hermanitas Mysteria sobre el jinete sin cabeza). Les invito a que escriban una mini-historia (o más, si se les ocurren) sobre calabazas (auyamas, en Venezuela), o que tomen su propio tema y escriban todas las mini-historias que se les ocurran. Puedes dejarlas en los comentarios de esta entrada, o escribirlas en su blog, y linkear a este texto.

He aquí que he creado un meme...

I.- Y la gran calabaza se alzó, en silencio, sin que nadie la viera. Ni un perro.

II.- El niño lloró entre los restos de la auyama. La alegría, el orgullo, que segundos antes lo habían tenido con la cabeza en las nubes, se habían ido con la velocidad de una cachetada, dejándolo caer de vuelta a la dolorosa realidad. Lágrimas saladas surcaron sus sucias mejillas y cayeron al suelo, mezclándose con el jugo de la fruta y sus semillas. Aún le faltaba vida para entender sus pensamientos, por lo que nunca supo que mientras veía a su padre comprando otra auyama en el camión, el parecido de la fruta sobre la que aún estaba arrodillado con su propio corazón le pareció, sencillamente, abrumador.

III.- El insecto voló por entre los niños disfrazados, esquivando princesas, monstruos y héroes que vivían solo por esa noche. Sin rumbo fijo, avanzó sin guía por la oscuridad que lo envolvía, rodeado de los ruidos, risas y charlas de pequeños que recorrían las casas. Al final llegó hasta la luz que había estado buscando sin saberlo, y se dejó enamorar por ella, penetrándola y haciéndola suya. Un niño miraba la calabaza tallada cuando el insecto murió quemado, pero nada vió, nada supo, de la dolorosa muerte del mismo: solo un recuerdo infantil mantuvo viva la calabaza a medida que pasaron los años... Lo cual fué más de lo que obtuvo el insecto que murió en ella.

IV.- El lobo se sienta en sus cuartos traseros, y mira a su enamorada, la luna. Sin palabras le pregunta por qué la tristeza le atenaza el corazón. Es porque sabe que su muerte se acerca? Es porque sabe que su raza está al borde de la extinción? Con el pecho a punto de estallar por el vacío, por el pesar, por el desamor y por la soledad, aspira profundamente y deja salir su terrible aullido. Aulla por horas. Aulla más. Aulla hasta que sus pulmones duelen, y su corazón consigue la dudosa calma del vacío. Luego, con los ojos aún tristes, se dirige a su hogar, a su manada, a vivir una noche más... Sabiendo que a la noche siguiente volverá a su cita con la luna, a su aullar por el tiempo que se le agota sin razón.

V.- La quinta historia se titula "Leibnitz y la Trascendencia del Amor en la Polinesia". Comienza así: había una calabaza...

Me quedé con ganas de un "Cuando despertó, la calabaza todavía estaba allí", a lo Monterroso, pero me pareció que cinco historias eran suficientes. Buena Suerte!


Hasta que un día la mataron, se la comieron y pasaron los años. -- Clarice Lispector (O Ovo e a Galinha)

Sé lo que quiero… Una botella de vino, una copa, Amalia Rodrigues, y esperar al alba, sentado, bebiendo... -- Agua & Fuego (Sé lo que quiero)

He aprendido que hay tres cosas sobre las que no puedes discutir con la gente: religión, política, y la Gran Calabaza. -- Linus Van Pelt

Escribir código multihilo es como hacer malabares con sierras mecánicas: sorprendente cuando funciona, y verdaderamente asqueroso cuando no. -- the.codist{}

Te diré un secreto... No consigo sacarte de mi mente... -- Ishtar (Joyas Prestadas)

4 comentarios:

Unknown dijo...

Me encantaaaaaaa esta idea.

Tengo que trabajar en ella. Muy original de tu parte crear este meme.

Un besote ;)

Doctor dijo...

Qué ideas... :)

Saludos

Doctor,
Crítico de blogs

Yukino M. dijo...

Eres la primera persona que conozco, aparte de mi profesora de literatura de 3º de bachillerato, que conoce a la genial Clarice Lispector...

Ella y Cortázar fueron quienes me abrieron el mundo de la literatura...

Gracias, gracias por haberla dejado aquí :D

Y en gratitud, te debo respuesta a tu meme ;)

Alejandro dijo...

Mink habia esperado este dia con una ansiedad que ninguna otra fruta podria entender. La escogerian del inmenso campo de hinchados candidatos? Quien la adoptaria como suya? Que formas verian en ella? Una tierna y adorable sonrisa? O unos macabros y triangulares gestos? Con cuanta delicadeza tallarian su nueva personalidad? Le regalarian la oportunidad de iluminar la entrada de una casa? Cuantos ninios se encantarian con sus luces y formas?

...octubre era ciertamente una epoca emocionante para las calabazas como Mink...